La primavera y el otoño son dos de las mejores épocas del año para el avistamiento de aves en Galicia. Lo cierto es que el grueso de la región se encuentra repleto de rincones increíbles para disfrutar del turismo ornitológico y contemplar a estos seres alados en sus diferentes hábitats naturales. En ese sentido, las Rías Baixas conforma una de las mejores zonas para llevar a cabo este tipo de actividad debido, en parte, a la diversidad de ecosistemas que recorren el territorio desde la costa hasta el interior, entre ellos humedales, lagos, lagunas e incluso ríos.
Con todo, es importante destacar que en las zonas más montañosas de Galicia, durante la época de otoño e invierno la dureza de las condiciones climáticas hace más difícil la posibilidad de observar aves, pero aún así siguen siendo lugares excepcionales para realizar una excursión al aire libre. En la provincia de Pontevedra, rincones de interior tales como la Serra do Suído o las Brañas do Xestoso también son perfectos para poner en práctica el turismo ornitológico y descubrir especies como el aguilucho cenizo en su forma melánica.
Estuario del río Miño
En la zona más al sur de las Rías Baixas, justo en los límites del municipio de A Guarda, la desembocadura del río Miño constituye uno de los mejores rincones para disfrutar del birding en el período que abarca los meses de otoño e invierno. El tramo final de esta frontera natural con el norte de Portugal desemboca formando un gran humedal donde conviven diferentes ecosistemas que albergan una gran cantidad de aves acuáticas y terrestres. En esta época del año es habitual divisar alados como el águila pescadora, las serretas y aguiluchos. En cuanto a los observatorios ornitológicos disponibles en la zona, existen dos espacios dispuesto para la observación, uno situado en el juncal de Salcidos ―desde donde se puede divisar la isla fluvial de Canosa― y otro que se encuentra al pasar la localidad de A Pasaxe. Además, el grueso del litoral de A Guarda conforma un balcón natural abierto al océano Atlántico ideal para el avistamiento de aves marinas.
Parque Nacional Marítimo Terrestre das Illas Atlánticas
Arenales paradisíacos, marismas y escarpados acantilados forman parte de los increíbles paisajes del Parque Nacional Marítimo Terreste das Illas Atlánticas de Galicia. Este rincón enmarcado en las Rías Baixas es sin lugar a dudas uno de los puntos de mayor atractivo para la observación de aves en toda la región. Lo cierto es que en los archipiélagos de Cíes, Ons, Sálvora y Cortegada los grandes protagonistas son las colonias de aves marinas, destacando especies (hasta 16 diferentes de forma habitual) como el cormorán moñudo, la gaviota patiamarilla o la pardela cenicienta. Si bien es cierto que los mejores avistamientos suelen tener lugar en el período de febrero a julio, entre los meses de agosto y noviembre también se puede disfrutar del espectáculo natural de la migración de cientos de aves marinas.
Complejo Intermareal Umia-O Grove
Enmarcado en el corazón de la comarca do Salnés ―el aútentico paraíso del birding en las Rías Baixas―, el Complejo Intermareal Umia-O Grove es uno de los escenarios donde podemos encontrar la lista más extensa de aves en Galicia. En esta gran llanura húmeda ubicada en el entorno de la ensenado de O Vao, junto al istmo de A Lanzada y la desembocadura del río Umia, conviven un elevado número de especies limícolas, gaviotas, anátidas, garzas así como también un grupo más abundante de espátulas comunes del norte de la península. Además, en el caso particular de este paraje natural de más de 5.600 hectáreas de terreno, uno de los mejores momentos para visitar la zona es durante el paso migratorio del otoño, especialmente entre los meses de agosto a noviembre, pero también en plena temporada de invierno. Para ello en toda la zona se han habilitado un buen número de observatorios ornitológicos como el de Cavernal, situado en la entrada del municipio de O Grove.
Parque Natural de Corrubedo
La costa de Galicia esconde en las Rías Baixas la duna móvil más grande del noroeste peninsular: el Parque Natural de Corrubedo y las lagunas de Carregal e Vixán. Lo cierto es que este espectacular desierto a orillas del Atlántico tiene un enorme atractivo ornitológico y conforma un paraíso perfecto para el avistamiento de aves durante todo el año, ya que se trata de una importante zona de reproducción, migración e hibernación de aves. En este rincón de Ribeira confluyen zonas dunares, arenales, marismas y una gran variedad de flora y fauna que contribuyen a la hora de crear unas condiciones especiales para la observación de aves. En la actualidad se estima que más de 3.000 aládos de 35 especies diferentes conviven entre las dunas y humedales del Parque Natural de Corrubedo, destacando ejemplares como los zarapitos, garzas reales, corremolinos e incluso cisnes. Cabe destacar asimismo que en el entorno de la laguna de Vixán se emplaza un observatorio de aves ideal para iniciarse en la práctica de este tipo de actividad.