La riqueza histórica, natural y patrimonial de la loclidad de Tui conforma uno de los grandes atractivos de este destino con encanto enmarcado en plena comarca do Baixo Miño y la frontera con Portugal. Lo cierto es que en tiempos remotos, esta antigua capital de provincia gallega llegó a convertirse en una villa de gran relevancia en el sur de las Rías Baixas. Desde la época románica hasta la Edad Media, pasando por la posterior invasión de los árabes y la reconquista, Tui todavía conserva hoy en día el legado de un pujante pasado histórico. Es importante destacar que la trascendencia de esta importante sede episcopal fue menguando a la sombra de Vigo y su drástico crecimiento (tanto económico como demográfico), adquiriendo con el tiempo un nuevo papel como destino de desconexión y naturaleza.
De hecho, en los límites del municipio de Tui se localiza el primer Parque Natural de toda Galicia, declarado en como tal en el año 1978: el Monte Aloia, un auténtico tesoro para los amantes del senderismo, la historia y la naturaleza. Esta atalaya situada a más de 700 metros de altura cuenta con varios miradores y unas extraordinarias vistas al estuario del río Miño, el Alto Minho Portugués y el Val Miñor. Pero más allá de la riqueza paisajística de esta cumbre do Galiñeiro, por las laderas del Monte Aloia también discurren las aguas del río Tripes, por cuyos márgenes se extiende una bonita ruta que permite a sus visitantes descubrir la historia de la molienda a través de unas emblemáticas construcciones con cerca de 200 años de antigüedad.
Entre paisajes verdes y molinos
El río Tripes, también conocido como Rego Cotarel o de O Seixal, nace en el alto de San Xiao y desciende a través de un frondoso valle verde por las aldeas de Os Muíños, Circos y Os Eirados antes de alcanzar el curso fluvial del Miño. En mitad de este escenario salvaje discurre un camino ancho y empedrado que marca el comienzo de la Ruta dos Muíños de Tripes, un pequeño y sencillo recorrido de alrededor de tres kilómetros que permite a sus visitantes disfrutar de un viaje a través del tiempo, la historia y la naturaleza. De hecho, esta senda alberga algunos tesoros etnográficos de enorme valor e interés, entre ellos una treintena de molinos ―algunos de ellos con siglos de historia― e incluso algunas antiguas viviendas-molinos que esconden en su interior más de una rueda de moler.
El itinerario en cuestión da comienzo a la altura del Área Recreativa de Circos, en la parroquia de Pazos de Reis. En los primeros pasos de esta ruta circular tendremos que salvar las aguas del río a través de un viejo puente para poder descubrir más de cerca las diferentes estructuras y cobertizos tradicionales que se conservan en el entorno de la aldea de Frinxo. Lo cierto es que el conjunto de la senda de los Muíños de Tripes destaca asimismo por su enorme belleza natural, enmarcada en un entorno formidable rodeado de vegetación autóctona y de ribera. En cualquier caso, los saltos de agua, las pasarelas de madera y los molinos restaurados marcan el paisaje y la tónica general de esta ruta por el corazón del primer parque natural del sur de Galicia.
La riqueza patrimonial del Monte Aloia
Muy cerca de la zona por donde discurre la Ruta dos Muíños de Tripes se localiza la excavación de un antiguo poblado castrexo que bien merece la pena un pequeño desvío para descubrir parte de su historia y legado. Conocido de forma popular como el Castro Alto dos Cubos o mirados Cabeza de Francos, el yacimiento arqueológico se encuentra enclavado dentro de los límites del del Monte Aloia sobre un montículo situado a más de 270 metros sobre el nivel del mar. El espacio cuenta con un recinto superior delimitado por una muralla y en él todavía se pueden observar varias viviendas excavadas y parcialmente reconstruidas.
De gran interés patrimonial y origen prerromano, el Castro Alto dos Cubos hunde sus raíces en el siglo II. Según se tiene constancia, esta antigua población castrexa se mantuvo en activo hasta la romanización, llegando incluso hasta los tres siglos posteriores a la invasión romana. La riqueza paisajística del entorno también es otro de los puntos a tener en cuenta, ya que el mirador natural situada en el lugar también ofrece una amplia panorámica sobre el río Miño.