La comunidad gallega atesora decenas de localidades singulares y con un registro medieval que las ha dotado de increíbles parajes, vestigios históricos y elementos arquitectónicos únicos. No solo los bienes patrimoniales dan fe de ese pasado medieval -murallas, burgos, o centros urbanos-, sino que también lo hacen sus fiestas históricas: Un ejemplo es la Festa da Istoria de Ribadavia, en Ourense, que cada mes de agosto devuelve a los ribadavienses al periodo comprendido entre los siglos V y XV a través de una recreación de las clases sociales, costumbres, o profesiones de la época.
Esta riqueza histórica y patrimonial gallega llama la atención de visitantes y expertos en la materia, como es el caso de la revista especializada National Geographic, que en los últimos tiempos reconoció la belleza de enclaves como Mondoñedo, Cambados, Combarro, Allariz y Ribadavia. Sin embargo, ciñéndose a ese citado pasado medieval, la revista se quedó con Castro Caldelas (Ourense) y lo encumbró como uno de los 38 pueblos medievales más bonitos de España.
Ubicado sobre una colina en el corazón de la Ribeira Sacra, la joya de la corona ourensana, Castro Caldelas llama la atención por sus galerías y otras casas singulares, pero, muy especialmente, por su fortaleza medieval militar, edificada en el segundo tercio del Siglo XIV por orden de Pedro Fernández de Castro. De ella se conservan de manera espectacular la Torre del Reloj, la Torre del Homenaje y el patio de armas.
Tal y como recoge el portal de Turismo de la Ribeira Sacra, el casco antiguo de esta localidad fue declarado conjunto histórico-artístico en 1998. Las calles empedradas Sol y Grande, que dirigen al visitante al castillo, siguen el trazado medieval. Y es en éste último en el que se pueden ir descubriendo las casas de piedra con galerías y escudos. En una de ellas vivió el escritor Vicente Risco.
El encanto de esta localidad ourensana lo completan sus tradiciones y fiestas, y también su gastronomía. El evento más destacado es la procesión de los Fachós -antorchas de paja-, la cual tiene lugar, en las inmediaciones del castillo, cada 19 de enero. Su bica es también muy conocida.