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Ni sopa ni croquetas: este es el truco que tienen las abuelas gallegas para aprovechar las sobras de marisco en Navidad
- Aprovechar las sobras de marisco de Navidad puede resultar en platos deliciosos y creativos. Te contamos una opción perfecta.
- Más información: Así se hacen las vieiras a la gallega, un plato de marisco muy sencillo y exquisito, perfecto para Navidad
El aprovechamiento de los restos del marisco de Navidad es una práctica muy habitual y creativa en la cocina gallega, especialmente entre las abuelas, quienes tienen una habilidad innata para transformar lo que podría considerarse sobrante en platos exquisitos. Este enfoque no solo refleja su respeto por los alimentos, sino también su capacidad para crear sabores auténticos y reconfortantes.
En muchas ocasiones los restos se convierten en un relleno jugoso para empanadas tradicionales, mezclándolos con sofrito de cebolla, ajo y pimientos. De hecho, las abuelas también preparan empanadillas individuales, perfectas para aprovechar pequeñas cantidades.
En consecuencia, si te ha sobrado marisco de Navidad y quieres aprovecharo, te contamos cómo elaborar una exquisita empanada gallega rellena de marisco. Los pasos a seguir son sencillos y apenas te llevará tiempo.
La empanada de marisco es una de las recetas más tradicionales y deliciosas que las abuelas gallegas preparan para aprovechar las sobras del marisco de Navidad. Este plato combina la riqueza del marisco con la sencillez de la masa casera, dando como resultado un manjar perfecto para compartir en familia.
Las sobras de marisco, como gambas, mejillones, langostinos o incluso buey de mar, son las protagonistas. Las abuelas suelen desmenuzarlas y combinarlas con un sofrito clásico de cebolla, pimiento rojo, pimiento verde y ajo. En ocasiones, añaden un toque de pimentón de la Vera o un chorrito de vino blanco para intensificar el sabor.
La masa es otro de los secretos de las abuelas. Se elabora con ingredientes básicos: harina de trigo, agua, aceite de oliva (o el aceite del sofrito) y levadura. La masa queda suave, ligeramente crujiente por fuera y tierna por dentro. Algunas variantes incluyen un toque de manteca de cerdo o vino blanco en la masa para un sabor más tradicional.
Sobre una base de masa extendida, se coloca el relleno de marisco. Luego, se cubre con otra capa de masa, sellando los bordes cuidadosamente. Además, las abuelas decoran la empanada con tiras de masa o pequeños adornos y hacen un agujero en el centro para que el vapor salga durante el horneado. Luego, se pinta con huevo batido para darle un acabado dorado y brillante antes de meterla al horno.
Muchas abuelas aprovechan el caldo del marisco (hecho con las cáscaras y cabezas) para añadir al sofrito o incluso para humedecer ligeramente el relleno, intensificando el sabor.
¿Por qué es tan especial la empanada de marisco? En primer lugar, la empanada de marisco es una receta perfecta para no desperdiciar comida, una filosofía muy arraigada en la cocina gallega.
Además, el equilibrio entre el relleno jugoso y la masa tierna transporta a los sabores del hogar y la tradición. Y aunque se aprovechan las sobras, el resultado es un plato sofisticado, ideal para comidas familiares o para sorprender en una cena.
Las variantes populares son las siguientes: con bechamel: algunas abuelas añaden una fina capa de bechamel al relleno para hacerlo aún más cremoso; con zamburiñas o vieiras: si han sobrado mariscos más exclusivos, no dudan en incluirlos para realzar el plato, y con pimentón: un toque de pimentón ahumado gallego potencia el sabor del relleno.
En definitiva, la empanada de marisco es mucho más que un plato: es una muestra de la creatividad y amor por la cocina de las abuelas gallegas, capaz de transformar las sobras en un manjar digno de celebrar.