España tiene una rica tradición culinaria que incluye una gran variedad de recetas con huevos, un ingrediente fundamental en su gastronomía. Los huevos, debido a su versatilidad, se usan en platos que van desde aperitivos hasta platos principales y postres.

Entre estas recetas típicas se encuentran los huevos a la gallega, que es un plato tradicional gallego, sencillo pero lleno de sabor, que combina ingredientes típicos de la región como los huevos, las patatas, así como otros como el pimentón para darle mayor sabor.

Este plato es un ejemplo perfecto de la cocina gallega, que se caracteriza por el uso de ingredientes de calidad y preparaciones simples que resaltan los sabores naturales.

Los huevos a la gallega son una receta típica muy sencilla de hacer en tanto que requiere de muy pocos ingredientes. Principalmente, necesitarás: huevos (preferentemente frescos y de buena calidad), patatas (las patatas gallegas, conocidas por su sabor y textura, son ideales para este plato), aceite de oliva (de buena calidad, ya que se utiliza para aliñar), pimentón (el pimentón, preferiblemente el pimentón de la Vera o pimentón gallego, es clave para darle el sabor ahumado y característico) y la sal gruesa (para potenciar los sabores).

En cuanto a la preparación de este plato, hay una serie de pasos que debes seguir para que te quede perfecta la receta. Los pasos a tener en cuenta son los siguientes:

• Cocer las patatas: Pela las patatas y córtalas en rodajas. Cocínalas en agua con sal hasta que estén tiernas pero no deshechas. Deben estar cocidas al dente para mantener una buena textura. Una vez cocidas, escúrrelas y resérvalas.
• Cocer los huevos: Cocina los huevos en agua con sal durante unos 10-12 minutos, hasta que estén bien cocidos. Enfríalos en agua fría para detener la cocción, pélalos y córtalos en mitades o cuartos.
• Montaje del plato: En un plato o fuente, coloca las patatas cocidas. Si quieres, puedes presentarlas en capas o de manera más sencilla.
• Añadir los huevos: Coloca las mitades de huevo sobre las patatas.
• Aliñar: Rocía todo con un buen chorro de aceite de oliva virgen extra. Espolvorea generosamente con pimentón dulce o picante según tu gusto y añade una pizca de sal gruesa. También puedes añadir perejil.
• Servir: Sirve caliente, ya que el plato es más sabroso cuando las patatas y los huevos están todavía tibios.

En algunas versiones más contundentes, se fríe un poco de chorizo gallego o panceta para añadir al plato, lo que le aporta un sabor más fuerte y un toque extra de grasa. Este toque cárnico es común en las zonas rurales, donde los productos de cerdo tienen un protagonismo especial.

El pimentón es un ingrediente clave en esta receta. El pimentón de la Vera o de origen gallego puede ser dulce o picante, y le da al plato su sabor ahumado característico. Su uso está inspirado en otros platos tradicionales gallegos, como el pulpo a la gallega, que también emplea pimentón como condimento principal.