Después de más de un año de pandemia sobra decir que el turismo y la hostelería son dos de los sectores más castigados por la crisis, por no decir que son los que más la han sufrido. Cierres continuos, inestabilidad, fuertes medidas restrictivas y un sinfín de trabas han hecho que los hosteleros viesen amenazado su medio de vida en más de una ocasión desde marzo de 2020.
No obstante, si algo hemos aprendido todos en estos últimos meses es que solo se puede seguir hacia adelante, "hacia atrás ni para tomar impulso", dijo algún sabio. Por eso los empresarios, de uno u otro sector, han tenido que reinventarse una y otra vez y lo han hecho con fórmulas magistrales que muchas veces han dejado boquiabierto al público.
Lo mismo ha ocurrido en la hostelería, donde han surgido iniciativas de todo tipo que han ayudado (o están ayudando) a mitigar esos efectos negativos de la crisis de la Covid-19, y que han permitido que muchos restaurantes siguiesen a flote. Los chefs de Estrella Michelin son, además de magníficos profesionales, reconocidos empresarios de éxito y como tal se han comportado tratando de "salir del hoyo".
Desde servicios take away hasta iniciativas de turismo activo, han sabido poner en marcha soluciones en un año en el que nadie apostaba por que la hostelería pudiese recuperarse e incluso, en algún caso, salir reforzada. Si bien ahora están abiertos casi con total normalidad todos los restaurantes con Estrella de la provincia, no está de más conocer (y, si es posible, degustar) las maravillosas reinvenciones de los más creativos.
Casa Solla (Poio)
Pepe Solla siempre ha apostado por la innovación y, en el 60 aniversario del restaurante que fundó su padre, ha decidido darle otra vuelta de tuerca al su concepción de la gastronomía. Así, ha unido su amor por la cocina con su amor por la música y ha creado ‘Un domingo cualquiera’, un formato único en el que disfrutar de grandes recetas acompañados de música en directo.
Un evento de ocho horas que cada domingo llenará de clientes ávidos de experiencias el jardín de este hostelero, que ofrecerá sus deliciosos platos para degustar escuchando a los artistas que toquen en vivo. Se comenzará con un brunch y Solla promete muchas sorpresas a lo largo de una jornada que difícilmente dejará indiferente a alguno de los comensales.
Este particular domingo, en palabras del chef, "está pensado para público adulto", pero los niños también son bienvenidos a su jardín. El formato de brunch continuo ofrecerá comida durante todo el tiempo que dure el evento, acompañada de cócteles y bebidas de la coctelería pontevedresa Hama Bar. Los artistas, por el momento, son secretos, aunque ha afirmado que "habrá desde gente consagrada hasta otros menos conocidos, os aseguro que cada domingo será especial".
Pepe Vieira (Poio)
El otro gran chef de Poio, Pepe Vieira, ha decidido diversificar su negocio en plena pandemia. Si ya se actualizó con la implantación del servicio take away y delivery desde Ultramar, ahora ha dado un salto cualitativo importantísimo como empresario: abrirá un hotel en el mismo terreno en el que se encuentra su restaurante.
Esta idea, que ya lleva años rondando la cabeza del chef, ofrecerá una experiencia gastronómica completa en la que los clientes alojados en el hotel podrán disfrutar de un impresionante menú de Estrella Michelin a diez metros de su habitación. Las impresionantes vistas del restaurante, desde el que se puede ver la ría de Pontevedra y los municipios de Pontevedra, Marín y Bueu, se convertirían en las vistas con las que se despertarían los visitantes.
A los pies del restaurante, se construirán 14 habitaciones individuales para las que Vieira ya ha solicitado licencia de obra al Concello de Poio, aunque la pandemia ha retrasado significativamente los plazos que planificaba. Con este proyecto, el chef logrará aunar completamente gastronomía y naturaleza con el espectacular paisaje atlántico de fondo.
Maruja Limón (Vigo)
La solución más "sencilla" se tornó en la más complicada para estos chefs: enviar a domicilio un menú de Estrella Michelin nunca es tarea fácil. Por esto Rafa Centeno decidió ir más allá y crear un concepto nuevo, su Maruja Granuja, un proyecto "más revoltoso, más golfo", en palabras del mismo chef. Gracias a esto, han podido crear recetas que no encajan del todo con el concepto sofisticado y algo más serio de Maruja Limón.
Durante el pasado verano, debido a las restricciones a la hostelería, se vieron obligados a cerrar el restaurante, por lo que también aprovecharon para crear un pop-up Granuja en el que ofrecer estas recetas en su terraza de Montero Ríos. Ahora, con la relajación de las restricciones, han vuelto a ser Maruja Limón, aunque están buscando un nuevo espacio en el que instalar su Granuja porque han tenido muy buenos resultados.