Fogar do Santiso llega a Cangas: una experiencia más allá de la gastronomía en ría de Aldán
El conocido restaurante originario de Teo abre en la playa de Menduiña un espacio donde el producto kilómetro cero es el protagonista; desde pescado de las lonjas de O Morrazo a cócteles con frutos de O Rosal
7 abril, 2022 06:00Abril ha comenzado con nuevos proyectos en la ría de Aldán. El pasado viernes día 1 se inauguró en la conocida playa de Menduiña Fogar do Santiso, una de las empresas de restauración, gastronomía y eventos más singulares de Galicia. Los primeros curiosos mantuvieron lleno el local durante el fin de semana.
Jose Santiso, dueño del proyecto, comenta que "veu moita xente de moitos sitios a coñecernos" en la apertura del viernes. A pesar del buen recibimiento, el empresario se apresura a afirmar que ahora toca "ponerse a rodar" y adaptar al equipo a este nuevo espacio: "Eu sempre digo que o negocio non é abrir, senón manterse".
El eje central de la filosofía de Fogar do Santiso es el cuidado del entorno natural y la revalorización de la cultura gallega. Así ha sido siempre desde sus comienzos, en 1996. Y aunque hayan pasado los años y el concepto se ha ido transformando, la empresa se mantiene fiel a unos valores "que non sempre entende todo o mundo".
Un "fogar" comprometido
"Decidimos abrir o Fogar como un espazo onde poñer en valor a nosa cultura e a nosa terra", explica Jose Santiso, hijo del fundador y actual regente del negocio, junto a Chus Vázquez, su pareja. Su padre, Xosé Santiso, era poeta y estaba inmerso en el mundo cultural de su entorno, sobre todo a través de la música.
Ese primer Fogar nació en el lugar donde ellos mismos vivía, en Teo. "Nas nosas terras podíamos crear un espazo que fora unha centralización da nosa cultura e das nosas tradicións". Una combinación de elementos tradicionales con un ambiente de romería que logró poner el espacio en el mapa.
"Por aquí levan pasado catro millóns de persoas dende o ano 1996″, cuenta con orgullo Jose Santiso, "O noso maior éxito foi ese, convertirnos nun espazo de culto para galegos e foráneos".
El proyecto comenzó a evolucionar y desarrollaron el modelo "Fogar 100 anos" con la pretensión de lograr la autosuficiencia, producir de forma local y generar un impacto positivo en su entorno. "O que hoxe coñecemos como economía circular", resume Santiso.
De este modo, el Fogar do Santiso no se puede definir como un mero restaurante, sino como un proyecto de "reivindicación do territorio" que va más allá de la gastronomía. Son conscientes del impacto de su actividad desde el primer paso de la producción hasta que los alimentos llegan al plato del cliente: "Agora mesmo nós considerámonos activistas da ecoloxía e, sobre todo, do coidado da nosa terra e as nosas raíces".
Expansión por Galicia
Corría el año 2007 cuando Jose Santiso empezó a maquinar ese cambio en el modelo de negocio. Pero para poder llevarlo a cabo, como él mismo explica, se necesitaba un equipo multidisciplinar amplio y, a su vez, el crecimiento de la empresa para aprovechar las economías de escala.
"Era unha decisión comprometida, naquel momento non existía o nicho de mercado e a xente non entendía por que facíamos o que facíamos", reconoce Santiso. La popularidad que se cosecharon en Teo les permitió extender por otros lugares de Galicia y en 2015 abrieron su segundo Fogar en Oleiros. Después llegaron Santiago de Compostela, Allariz, Bueu y, el más reciente, Aldán.
El dueño de este proyecto reconoce que con el cambio a la economía circular "perdieron clientes", pero también ganaron otro público. "Con moito traballo, dedicación e paixón foi cuajando e hoxe vese que iso é tendencia. En case todo o que facemos somos un pouquiño visionarios", cuenta satisfecho Santiso.
De acuerdo con esa conciencia ecologista y la misión de tener un impacto positivo en su tierra, el Fogar do Santiso ha abierto sus diferentes restaurantes en los lugares donde existía una relación con la producción. Por ejemplo, Allariz (Ourense) se sitúa cerca de donde obtenían —y obtienen— siempre la carne y, en el caso de Bueu y Aldán, la elección estuvo determinada por los acuerdos con sus respectivas lonjas, junto a la de Cangas, proveedores del marisco que se disfruta en el Fogar.
La playa de Menduiña, un entorno mágico
La nueva aventura de Fogar do Santiso es en la playa de Menduiña, un arenal de mediano tamaño ubicado en la ría de Aldán. El restaurante se encuentra pegado al mar, separado de la arena tan solo por una estrecha carretera donde aparcan los coches.
El entorno, muy conocido entre los vigueses que acuden allí todos los veranos, es apreciado por su tranquilidad y sus impresionantes puestas de sol. El Fogar do Santiso es ahora un puesto privilegiado desde el que disfrutar de las vistas, pero no solo en la época estival.
La carta de Fogar está repleta de guiños a la cultura tradicional gallega, a los "trasnos", a las "meiguiñas". Todos los productos son de proximidad y de temporada. Por ejemplo, podemos encontrar ensalada xapo-galega de mexilóns á vinagreta, croquetas de grelos e trasnos o verduriñas meigas e queixo derretido no inferno; además de arroces máxicos e melosiños, mariscos de la Ría o carnes de razas autóctonas gallegas.
Jose Santiso remarca que Fogar "non só é comida", y destaca la oferta de bebidas ecológicas. No se definen "coma xente de noite", pero en Menduiña se puede disfrutar del "tardeo" en la terraza con cócteles kilómetro cero. Combinados preparados con vodka orgánico, lima de O Rosal o fresas de la propia huerta de Fogar.
En definitiva, Fogar de Santiso ha llegado a Aldán para ser algo más que un restaurante; un proyecto que pone en valor el entorno marinero y en el que desarrollarán diversos eventos de todo tipo, como por ejemplo, acciones de ecoturismo. ¿El primer paso en este camino? Una exposición de obras de arte creada con residuos recogidos del mar y que ya se puede disfrutar en las instalaciones de Fogar en Menduiña.