Sin etiquetas ni distinciones: "aquí todo el mundo puede venir a comer, da igual que seas celíaco o no". Con esta premisa nos reciben en O Lar de Pereiras, un acogedor restaurante enmarcado en el corazón del Salnés, que desde su puesta marcha a finales de 2018 ha apostado por una oferta 100% libre de gluten, con platos tradicionales elaborados con ingredientes frescos y de productores locales.
Muchos son los restaurantes que en los últimos tiempos han adaptado su carta, ofreciendo algunas variedades sin gluten e incluso menús específicos para este colectivo. Pero lo cierto es que los establecimientos con una oferta completa para celíacos son todavía una rara avis. Y en el caso de Galicia, y sobre todo de la comarca do Salnés, O Lar de Pereiras en Meaño se ha posicionado como uno de los principales referentes.
Al frente de este proyecto familiar se encuentran Patricia Cortés y Marcos Antonio Reboredo, que hace casi tres años decidieron aventurarse con su propio negocio hostelero, siguiendo el sueño de uno de sus hijos, quien también trabaja en el restaurante. "Mi hijo quiso ser cocinero y un poco antes de empezar el curso le diagnosticaron celiaquía", explica Reboredo. Fue entonces cuando la familia empezó a vivir en primera persona las dificultades de este colectivo a la hora de consumir fuera de casa. "Nos pareció una buena idea darle a los celíacos una normalidad a la hora de comer fuera, que no se sintieran distintos", continúa el propietario.
El estigma de la comida sin gluten
Tal y como nos recuerda Patricia, "la gran mayoría de comidas no necesitan gluten", y sin embargo, la sociedad ha asimilado de manera errónea que "un producto sin gluten va a ser diferente o va a saber mal". El grueso de los productos frescos no contienen ningún trazo de esta proteína, pero el principal problema de muchos restaurantes radica en la temida contaminación cruzada, un proceso durante el cual los alimentos entran en contacto con sustancias contaminadas a través de las manos, los utensilios o las superficies de trabajo.
De hecho, elaboran sus propios panes y postres artesanales "para que la gente pueda venir a comer con total tranquilidad". Y todo ese esfuerzo se ha ido reflejando en los números de clientes que "vienen y repiten" y su creciente reputación entre el colectivo celíaco. Hace unos meses fueron elegidos a través de la app y web Celicidad (con más de 19.000 usuarios votando) como "uno de los 10 mejores sin gluten de España y el mejor de Galicia", recuerda Marcos.
Todos a la mesa, salvo el gluten
La carta de O Lar de Pereiras se compone de una amplia variedad de comidas elaboradas con productos de temporada, desde mariscos a pescados y carnes hechas a la brasa. "Nuestro lema es: un buen producto", afirma Reboredo. Así, la lista de imprescindibles se completa, entre otras recetas, con "tortillas, calamares, pimientos de padrón, tablas variadas, pulpo, picaña o volandeiras", relatan. Pero si hay un producto que se ha ido desmarcando del resto ese es el cachopo asturiano de O Lar de Pereiras: "hay mucha gente que viene sólo por eso y que cuando te llaman para hacer la reserva te preguntan si va a haber", cuenta Patricia.
Algunas de las recetas impensables para celíacos en muchos locales hosteleros pasan por todo tipo de rebozados, desde las milanesas a los calamares. Pero en este restaurante familiar de Meaño el sabor y la variedad están garantizados. En sus cocinas también se atreven a utilizar esta técnica con resultados de éxito como sus famosas croquetas de carne y jamón. En cuanto a los frescos, desde O Lar de Pereiras lo tienen claro: "si tienes una carta extensa es imposible tener todo fresco", por eso apuestan por una carta limitada, sobre todo en cuanto a pescados se refiere. "Nosotros creemos que es mejor tener pocos. En nuestro caso son dos, pero los dos son muy buenos, de calidad", aseguran.
El varapalo del covid a la hostelería
Durante el invierno en O Lar de Pereiras trabajan sólo los fines de semana, aunque este año la pandemia ha mantenido las puertas del restaurante cerradas más tiempo del que les gustaría. "Aquí viene gente a comer los domingos de Ferrol, Lugo, A Coruña, Santiago, e incluso de fuera de Galicia… si nos quitan todo eso no hay forma de trabajar", apunta Marcos Reboredo.
En las últimas semanas pusieron en marcha una especie de carta de emergencias con hamburguesas gourmet, para poder preparar algún pedido en las noches de sábados y viernes. "No teníamos la costumbre de que vinieran a recoger comida para llevar. Si estuviese en el centro de algún sitio de paso, pero aquí la gente tiene que venir a propósito", aclaran.
De hecho, la pandemia ha puesto freno a otro de los proyectos que tenían en marcha: "un hotel rural con unas cinco habitaciones". Ya habían comenzado a acondicionar el piso de arriba, y pensando en introducir un servicio de desayuno para todos esos posibles clientes. Ahora, con las expectativas puestas en recuperar poco a poco la antigua normalidad, Marcos y Patricia nos confiesan que les gustaría retomar la idea en "un futuro próximo". Con todo, pese a la incertidumbre aún por el covid y las restricciones, han podido abrir e incluso "llenar" el local, siempre dentro del aforo permitido. El ir y venir de clientes va cogiendo ritmo, y con la temporada estival a la vuelta de la esquina esperan poder trabajar ya de forma regular todos los días.
Antes de despedirse, Marcos Reboredo lanza un mensaje a todos aquellos escépticos de las recetas sin gluten que todavía no se han atrevido a probar las elaboraciones de O Lar de Pereiras: "La comida es totalmente normal. No hay que buscar la etiqueta, simplemente es comida para todo el mundo, incluidos los celíacos".