En Vilagarcía de Arousa, la cultura marinera marca los ritmos y compases de la pequeña villa de Carril: con una población que vive del mar y una gastronomía que debe su excelencia a la más pura tradición gallega (la parroquia es además famosa por sus almejas). En mitad de este escenario atlántico, D’Leria emerge como un oasis culinario dedicado a la cocina de mercado y los desayunos artesanales de la mano de Alba Aguiar y Alex Falcón, dos intrépidos cocineros cuyos caminos se cruzaron hace años en el ámbito hostelero.
Hace medio año que esta taberna marinera echó a andar en el número 6 de la Rúa Valentín Viqueira, acercando a la clientela de Carril una auténtica dicotomía de sabores, aromas y texturas con cada receta habitual o fueras de carta. "Sabíamos que veníamos a un pueblo pequeñito y a una zona que es toda de cocina tradicional, pero la idea estaba clara y queríamos apostar por ella", relata Alex Falcón. "Nuestra cocina es de producto, con una oferta concreta, sencilla y honesta basada en el mar y la temporada", puntualizan ambos emprendedores.
Una carta adaptada al mercado
El mar y la temporada son la base principal de las propuestas culinarias de D’Leria. Platos como las volandeiras en escabeche de Herbón y manzana-lima; los mejillones y su guiso picante o la tosta de sardina ahumada, sofrito, emulsión de perejil y ajo han acompañado a la carta mutable de las últimas semanas y nos permiten conocer el concepto gastronómico que promueven los impulsores del espacio. "Solemos tener uno o dos platos de carne, pero lo demás es todo basado en el mar", aclara Alba sobre la oferta principal del local.
"Se trata de una carta pequeña así que trabajamos mucho los fuera de carta", reconocen los propietarios. Con esta licencia creativa que se dan ambos cocineros, el recetario del local suele introducir alguna novedad cada quincena en función de los productos de temporada. Con todo, hay elaboraciones que se han ganado a pulso el puesto de insustitubles: los boquerones con aceite picante o la xarda marinada con ensalada de cogollos son sólo algunos de los ejemplos.
En lo que respecta a la parte más dulce de D’Leria, los postres caseros también se dividen entre fijos y variables. "Tenemos sobre 4 o 5 postres, alguno ya se va quedando fijo como el de plátano y la tarta de queso", explica Alba. El primero de ellos, por ejemplo, está elaborado sobre una base de crumble de galleta, almendras y toffee, con una espuma y flambleado de plátano. Una delicida al paladar que transporta a la mayoría de clientes hasta su infancia, tal y como aseguran los propietarios.
Todo este cómputo de platos y postres se complementan con una pequeña selección de vinos, perfectos para el maridaje con cada ración. "Queríamos vinos un poco diferentes a lo habitual de la zona y tiramos más por bodegas más pequeñas", afirma Alba. "Vimos que venían perfiles de gente que sabe de vinos y decidimos elaborar una carta con más variedad", precisa Alex. Además, según nos aclaran desde D’Leria, la mayoría de referencias son de etiqueta gallega, aunque cuenta con botellas de otras zonas de España e incluso el extranjero.
Desayunos y cultura en D’Leria
En cuanto al resto de la oferta de D’Leria, habría que destacar en primer lugar su breve y apetecible recetario de desayunos artesanales. "Son todo platos que hacemos nosotros", recalca Alba Aguiar. "Tenemos por ejemplo un yogurt con granola y ambas cosas las elaboramos aquí. La mermelada también es casera…", explica. Desde tostadas variadas a croissants tostados, o bolws de yogur… En suma una carta breve pero con elaboraciones clásicas y sabrosas para comenzar el día de la mejor manera posible.
Además de la propuesta gastronómica, el espacio de D’Leria ha servido como una improvisada sala de exposiciones. Actualmente, las paredes del local están decoradas con obras de un artista local conocido como Rañó y los clientes que así lo deseen pueden adquirir algún cuadro in situ. "Ya tenemos en espera a tres personas más que les gustaría exponer aquí", comenta Alex. "Al final es también una forma de que venga gente a ver la exposición y se queden a cenar o tomar algo", agrega. Por lo pronto, al menos durante este mes el arte formará parte de la propuesta de D’Leria. Y tal vez, como ya ocurrió con algunos de los platos en carta, las exposiciones se conviertan también en un habitual del establecimiento.