Si es difícil triunfar en la música, grabar un disco, recorrer media España y que todo el mundo conozca tu canción, más lo es dar un paso a un lado para dejar en el aire el "qué podría haber sido". En el caso de la banda viguesa Club Naval, coinciden ambas en una trayectoria de más de 40 años sobre los escenarios.
La historia de Club Naval comienza en 1979, el 31 de diciembre, con otro nombre, Colores. La sala Nova Olimpia acogía su primera actuación en Vigo con un repertorio de versiones, como todos los grupos de la época. Al tiempo que cogían tablas y experiencia por los escenarios, prepararon una maqueta con dos temas que grabaron en una sala de Baiona.
"La maqueta empezó a sonar en las radios locales y gustó mucho", cuenta Gonzalo Rodríguez Pena, uno de los integrantes de Club Naval, a Treintayseis. De hecho, una de sus canciones ganó el concurso radiofónico de la canción del verano "por delante de Miguel Ríos y otras estrellas de la época". "Los de las radios alucinaban cuando llamaba gente votando y pidiendo nuestra canción, preguntándose ‘¿quiénes son estos?’".
En aquella época, ya estaban grupos como Siniestro Total y Golpes Bajos, la movida de Vigo competía la de Madrid y ese era el momento de subirse a la ola. Ellos, como tantos otros de la época, eran "músicos de oído". Su truco: "Ensayar, ensayar y ensayar, tener algo de gusto, un poco de suerte y repertorio". Además, su imagen concordaba con la de los 80 en España: "Comprábamos la ropa en Londres porque en Vigo estábamos muy limitados".
Una maqueta "viral" y Pepe Domingo Castaño
Lo cierto es que aquella maqueta se hizo viral sin internet, sino a través de las ondas radiofónicas. Tal fue el éxito que el dueño de Radio Vigo, Eugenio González de Haz se puso en contacto con Pepe Domingo Castaño para que escuchase a aquellos jóvenes vigueses. Hasta Madrid se fueron maqueta en mano para que el autor del éxito Neniña valorase su trabajo. Le gustó tanto que les puso en contacto con Miguel Blasco, de Hispavox, una de las discográficas más importantes de la época.
Como solo tenían dos temas, les propuso quedarse en los estudios y, en una semana, presentarle más temas para grabar un disco. Así lo hicieron: "Los grabamos allí con guitarra y voz para que se hiciesen una idea" y lograron un contrato de 5 años con una multinacional. "Fue un pelotazo, hay gente que se pasa la vida mandando maquetas y nosotros tuvimos ese golpe de suerte, ese contacto y, simplemente, funcionó", rememora Gonzalo.
Eso sí, tenían que cambiar el nombre; Colores ya estaba registrado por un grupo infantil de Andalucía. Entre la discográfica y ellos surgió un nombre; por un lado, querían destacar la parte marítima de su origen gallego y, por otra, estaba muy de moda Culture Club, el grupo de Boy George. Nacía Club Naval.
Así, los 5 miembros de Club Naval, antiguo Colores, con María como cantante, que fue la voz del grupo hasta 1990, lanzaron su disco en 1984, "Aún", recogiendo el título de la canción que fue elegida como single y que sonó en las radios de toda España; incluso, el tema fue el oficial de la Regata Vuelta a España de aquel año.
La fama les hizo recorrer toda España. "La promoción en esos años era muy dura, un road manager te llevaba de un lado para otro, y nosotros incluso nos dividimos en dos el grupo para atender todas las entrevistas", asegura Gonzalo, que confiesa que hacían hasta 15 entrevistas en un solo día. Jornadas agotadoras que se mezclaban con la gira de conciertos y los platós de los mejores programas de televisión de los viernes.
Olé Olé y el arraigo en Vigo
La llegada de Olé Olé, el grupo de Marta Sánchez, a Hispavox provocó que la discográfica "tirase más por ellos". Entre esto y que para hacer carrera musical profesional había que dejarlo todo e ir "a ver qué pasaba" a Madrid, su llama se fue apagando. "Ya nos ganábamos bien la vida en Vigo, teníamos compromisos y ataduras familiares y carreras profesionales, así que frenamos un poco la cosa".
De aquella formación inicial, continúan José Guillermo Pampillón y Enrique Valderrama, además del propio Gonzalo. A la guitarra se incorporó hace unos seis años Johnny Pardiz y la voz la pone Marga Sabugueiro desde 1990, cuando entró a formar parte de Club Naval con 18 años.
"Tenemos un público de lo más extenso, desde las clases más altas a las más bajas, para todas las condiciones y partidos políticos. Si nos llamaban, siempre íbamos", presume Gonzalo, que resalta la profesionalidad de la banda, capaces de actuar y "saber estar" en cualquier lugar y circunstancia.
La banda ha viajado por Londres, Suiza o La Habana y han tocado delante, entre otros, del rey Felipe VI; en primer lugar, cuando era príncipe y juró bandera en Marín y, años después, en el aniversario de su promoción también en la localidad pontevedresa.
Cuarenta años en el Club de Campo
Este viernes, el Club de Campo, su "otra casa", les recibe en sus instalaciones para celebrar el cuarenta aniversario de su primer concierto, el primero de muchos allí, en 1982. Recogían así las palabras de Gonzalo de hace diez años, cuando celebraron el 30 aniversario, recordando que les deberían llamar de nuevo; y esas palabras no cayeron en saco roto.
Recuerdan con especial cariño sus actuaciones en el Club de Campo: "Hay mucho cariño entre nosotros. "Entrábamos por la puerta y ya nos aplaudían en el comedor, con todos sentados, nos estaban esperando", recuerda Gonzalo. "Tocábamos los viernes y querían que fuésemos también todos los jueves; pero no queríamos aburrir con fechas tan seguidas", cuenta Gonzalo entre risas para explicar la estrecha y especial relación entre la banda y el club, donde han "casado a los padres, bautizado y casado a los hijos y a los nietos".
Club Naval sigue en pie y en forma. Este verano tienen ya programados unos 50 conciertos. Ellos fueron los que inauguraron las actuaciones musicales en el nuevo hotel de Samil, Attica21, y disponen de un repertorio tan amplio que pueden ofrecer uno "para cada ambiente". La formación, el quinteto habitual, puede también adaptarse a presupuestos, con dos o tres miembros sobre el escenario.
A pesar de tocar todos los palos, menos el reggaeton y el trap más moderno, el pop de los 80 es lo que más les gusta, su punto fuerte, aunque son capaces de recorrer estilos y épocas a su antojo.
Han pasado más de 40 años desde aquel concierto en Nova Olimpia y algo menos desde su primer disco, pero Club Naval no ha dejado de subirse a los escenarios para convertirse en los acompañantes perfectos de miles de celebraciones. Y, sobre todo, de ponerle banda sonora a Vigo.