Hace ya unos meses que en las entrañas de una antigua vinoteca en Vilagarcía de Arousa empezó a cocinarse un renovado proyecto gastronómico con la comida casera por bandera. Amor de Madre abrió sus puertas el pasado 15 diciembre para acercar a la clientela del Salnés un nuevo concepto basado en la cocina tradicional gallega y las últimas tendencias gastronómicas del panorama más internacional, con un recetario variado y de calidad ―del mar a la tierra― capaz de conquistar hasta los paladares más exigentes. Amor de Madre es, en definitiva, la fusión hecha tapería-restaurante entre tradición y modernidad.
"Yo tenía la idea de montar un restaurante hace ya algunos años, aunque en ese momento no pudo ser (…) hace unos meses me llamaron los chicos que tenían antes este local ―Lucas y Borja, promotores también de Madia Leva y La Urbana― para ver qué enfoque se le podía dar y cómo podríamos asociarnos para darle un mayor rendimiento", explica Adrián Santorum, uno de los idearios del espacio y fundador asimismo de otros negocios en la comarca (Instante Sky Bar, Bliss o Broken). Aquella primera conversación resultó ser el germen del proyecto de Amor de Madre, que de momento parece ir camino de convertirse en el nuevo lugar de referencia para los más gourmets en Vilagarcía de Arousa. "Hay gente que ya nos cataloga como restaurante, pero realmente no lo somos. Eso es porque damos un servicio muy cuidado: desde lo que servimos hasta la atención y la vestimenta", comenta Santorum sobre el rumbo que ha tomado el local tras un lavado de imagen completo en su estética y oferta.
Del mar a la tierra: un recetario para todos
La cocina tradicional gallega lleva décadas demostrando su potencial, con una combinación de recetas y productos de la mejor calidad, y sin dejar de experimentar la evolución constante y modernidad de nuestros tiempos. Amor de Madre es el vivo reflejo de esa cocina que nace en el corazón del hogar ―del cariño de los platos de una madre o una abuela―, pero bajo el sello de calidad y savoir faire de aquellos grandes establecimientos hosteleros. Desde la nueva tapería quisieron confeccionar una carta a medida para todos los gustos y bolsillos, con elaboraciones que salen del mar y la tierra, y especialidades, algunas inspiradas en la cocina internacional, capaces de sorprender a cualquier tipo de comensal.
"Algo que yo vi importante es la rotación de gente, es decir, la habitualidad", comenta Adrián. "Es importante conseguir que esas personas puedan seguir volviendo todas las semanas o cuanto antes decidan". Por ello, en el recetario de Amor de Madre sus visitantes podrán encontrar y saborear una variedad de platos clásicos y actualizados, desde entrantes para abrir boca a recetas del mar, carnes o especialidades diferentes como los espagueti carbonara en rueda de parmesano o la burguer de vaca gallega madurada y envuelta en masa de pizza. De hecho, según reconoce Santorum, ambas especialidades se han convertido rápidamente en los platos maestros y más populares entre la nueva clientela del local. "La hamburguesa que hacemos es diferente. Son 180 gramos de vaca madurada, con tres tipos de queso, mascarpone y jamón ibérico envuelto en una masa de pizza que después va al horno. A la gente le está gustando mucho, el sabor es muy intenso…", afirma el dueño.
A la hora de hacer un recorrido por la carta de Amor de Madre, entre los entrantes del local destacan platos como la tortilla de Betanzos, los huevos rotos con jamón ibérico y trufa o la ensaladilla casera de ventresca y langostinos. También "una ensalada especial con helado de tomate con albahaca" que está sorprendiendo y encantando a partes iguales. Las elaboraciones del mar incluyen recetas con zamburiñas, navajas, calamares o pulpo; y las carnes, al menos por lo pronto, ofrecen tres opciones en forma de piruletas de pollo, raxo a la crema con patatas y secreto ibérico con su guarnición. A mayores de las especialidades ya mencionadas, la carta también incluye un wok de calamares y langostinos al estilo yakitori con ralladura de lima.
Más allá de los platos principales, y aunque no se encuentren reflejadas en carta, las sobremesas también conforman una pieza fundamental del restaurante. "El postre nos gusta decirlo de palabra", señala Santorum. "Tenemos dos postres caseros que son la tarta de queso al horno y la tarta de Kinder Bueno", agrega. Además de estas elaboraciones artesanales de la casa, el recetario de Amor de Madre se completa con otros dos platos dulces: "un coulant de chocolate con bola de helado de naranja sanguina y un trampantojo de huevo con bola de helado búlgaro con grosella".
En el horizonte de Amor de Madre
Hasta la fecha, y según asegura Adrián Santorum, la acogida por parte de la clientela está siendo "muy positiva". De hecho, desde la apertura del local, cada fin de semana el equipo ha tenido que duplicar los turnos de comidas y cenas para tratar de dar respuesta al volumen ingente de personas que llega hasta Amor de Madre por primera vez ―o incluso por segunda y tercera vez ya en varios casos. "Esperábamos arrancar fuerte, pero no tanto, porque al final justo hemos empezado plenas Navidades", admite. "El efecto llamada ha sido muy rápido y muy bueno, quizás también por el tema de instagram y la repercusión que ha tenido", agrega el propietario.
Por todo ello, en el futuro más próximo de Amor de Madre se perfila el introducir un recetario mucho más dinámico, con "platos del día por la semana y otras sugerencias fuera de carta", así como la posibilidad de ampliar la sección de carnes y otras. "Entramos de golpe con apertura y Navidades, entonces queríamos primero habituar bien al personal, la cocina, la clientela…" explica Adrián. "Una vez pasen las fiestas nuestra idea es empezar con esto", adelanta el propietario. Por lo pronto habrá que permanecer atentos a las redes sociales de Amor de Madre para no perderse ninguna de las novedades culinarias que están por llegar a la carta del renovado local arousano.