La avenida de la Ribeira de Fefiñáns se ha convertido en un auténtico pulmón gastronómico dentro del Cambados más actual. Lo cierto es que son varios los locales que se concentran en una línea costera que abraza el horizonte marino de la ría de Arousa y donde ahora también emerge con fuerza el proyecto de As Hedras, un bistrobar que desafía lo convencional, rompiendo con los estándares culinarios y llevando a cada comensal de viaje gastronómico por el mundo gracias a su variedad de recetas. Detrás de este concepto novedoso en la localidad se encuentran Carlos Revelo y Mónica Salam, una dupla audaz que ya había conseguido dejar huella en Cambados de la mano de otro de sus restaurantes de referencia, A Taberna do Trasno. "Lo que teníamos claro es que queríamos traer una alternativa diferente. Aquí lo que buscamos es que se haga un recorrido por el mundo, algo muy divertido en el cual puedas elegir, por ejemplo, entre una variedad de buenos platos asiáticos, un toque de la cocina italiana…", comentan ambos propietarios. 

Por lo pronto, con As Hedras sus dueños han logrado dar vida a otro gran sueño gastronómico, fusionando sus propios saberes en la cocina local e internacional para dar forma a una experiencia de placer y descubrimiento a través de cada plato. La magia del proyecto se extiende del mismo modo desde el desayuno hasta la cena, sin reparos y con total libertad, cuidando a cada paso la presentación del producto en busca del despertar del apetito y la curiosidad del visitante. Además, en el apartado de bebidas, en este bistrobar los grandes protagonistas no son los vinos, como suele ser habitual, sino más bien los cócteles de autor, un concepto de maridaje al alza que empieza a hacerse hueco poco a poco en la escena gastronómica de Galicia. "Ha sido una apuesta muy grande, pero detrás del proyecto hay mucho cariño y sentimiento. Este siempre ha sido un poco el hogar de todo cambadés", afirma Mónica sobre la antigua casa de Botana, construida allá por 1917 y más conocida como la casa de las enredaderas. 

De los desayunos más sabrosos a la cocina viajera

Desayunos y platos principales en As Hedras. Foto: Cedida

Entre los platos confeccionados para el esqueleto culinario de As Hedras se encuentran recetas, ingredientes, técnicas y productos que buscan reproducir las distintas culturas gastronómicas del mundo. Una oferta en clave casual que ha sido diseñada tanto para aquellos que buscan disfrutar de un bocado rápido como para otros que prefieren degustar algo más que un simple brunch, merienda o aperitivo. Es por ello que las puertas de este moderno bistrobar se abren desde primera hora de la mañana para acercar a la clientela más madrugadora una cuidada selección de dulces, croissants, tostadas, tortitas y hasta sadwiches. De hecho, al margen de los productos típicos, las tostas especiales en pan brioche son unas de las grandes destacadas en el menú del local, como la Especial Pistacho, la de Tiramisú o la bautizada como Hedras, esta última formulada como una tostada francesa con frutos de temporada y crema de queso. La Benedictine, por su parte, conforma una auténtica explosión de sabores, a elegir entre bacon o salmón, acompañada de dos huevos pochados, salsa holandesa y cebolla crujiente. Para los paladares más dulces también hay opciones: desde las cookies de sabores a los muffins y napolitanas pasando por tortitas como la de nutella, fruta de temporada, muesli y helado; o la de crema de pistacho, frutos rojos y nata.   

A medida que avanza la jornada, As Hedras convierte su oferta gastronómica en el epicentro de la cocina fusión en Cambados. En el apartado "Verde que te quiero verde", el restaurante ofrece a sus comensales una variedad de ensaladas entre las que destacan algunas como La Italianísima, un recorrido por el país de la bota a través de un plato con una base de lechuga, tartar de tomate y burrata infiltrada con pesto de pistacho y crujiente de jamón; o la Neptuno, una verdadera oda a la comida japonesa que presenta una mezcla de wakame y surimi desmenuzada, tacos de salmón, aguacate, toque de picante, mayonesa sazonada con masago y aceite de sesamo. En "Compartir y dipear", la oferta agrega un exquisito abanico de recetas para ir abriendo boca a los comensales, con platos como ensaladilla versión As Hedras elaborada con ventresca, huevo a la plancha y piparras. Por otro lado, la parrillada de verduras, las croquetas caseras (de jamón ibérico, calabaza con queso parmesano, secreto ibérico con miel o choco), el tiradito de salmón o la costilla de cerdo cocinada a baja temperatura son algunos de los platos que completan este primer apartado. "La idea es ir haciendo cosas nuevas y producir platos y cócteles diferentes según vayan surgiendo", reconoce Carlos Revelo. 

El viaje del comensal por As Hedras continúa con un "Paseo por el mundo", los "Hedras Roll" y las "Burguers y smash burguers",el auténtico tridente culinario del bistrobar cambadés. En estos tres apetecibles apartados, la clientela podrá degustar una variedad de recetas y sabores (tacos, pollo kentucky, brioche de pulled pork, tequeños y pokes entre otros) que les harán transportarse con la mente a cualquier otro lugar del mundo sin la necesidad de levantar los pies de Cambados. Lo cierto es que la gastronomía nipona también conforma una pieza fundamental dentro del puzzle culinario de As Hedras, contando en el menú con un buen surtido de tablas de rollos de sushi e incluso una Sushi Burger que se convertirá en el capricho de todo amante de la cultura asiática. Por su parte, entre las hamburguesas gourmet destacan hasta ocho variedades diferentes, con alguna que otra opción doble smash y una alternativa vegana. El broche de oro a este recorrido experiencial entre dicotomías de sabores, aromas, texturas e incluso ambientes lo podrán los postres: desde las tartas del día hasta las sobremesas fijas que se reparten entre la tarta de queso, el brownie, los mochis, el tiramisú o la tentación de oreo. 

Un maridaje con cócteles de autor

Hedras, Daiquiri Frozen, Barakoa y Smoky Sour, cócteles de autor en As Hedras. Foto: Cedida

Ya sea a la hora de la comida, durante la cena o en un sencillo picoteo de media tarde, el maridaje con cócteles está cada vez más de moda dentro de las fronteras gallegas. Se trata de un concepto que se originó en ciudades como Londres o grandes países como Estados Unidos, lugares todos ellos donde la fusión culinaria y mixológica lleva años a la orden del día. En cualquier caso, la gastroscoctelería ha logrado agitar las cocinas de grandes y pequeños restaurantes por todo el mundo, logrando esa mezcla perfecta entre los aromas o sabores de los alimentos y bebidas combinadas para descubrir un cúmulo de nuevas sensaciones al paladar. En As Hedras, la clientela de este restaurante cambadés también podrá disfrutar de un trago único para acompañar sus platos más viajeros, un nexo de unión que se vale principalmente de la coctelería de autor y en el que también se incluyen algunas recetas clásicas como el mojito, el daiquiri de sabores o el margarita. "Apostamos mucho por la imagen, por la modernidad y la presentación de nuestros cócteles. La mayoría son de autor, muy visuales y ricos", apunta Mónica. "Nosotros hemos viajado mucho para coger ideas y dar una alternativa diferente. En otros sitios el comer con cócteles es algo normal (…) Creíamos que aquí iba a ser muy difícil pero la gente está respondiendo muy bien. El probar, por ejemplo, unos tacos con un Margarita… son combinaciones que están funcionando", agrega. 

La realidad es que el discurso culinario en As Hedras ha conseguido elevarse gracias a la coctelería y reivindicar al mismo tiempo la importancia del servicio de sala a la hora de guiar al visitante en esta moderna experiencia de propuestas líquidas. De hecho, al margen de los cócteles clásicos, la oferta mixológica (con y sin alcohol) del espacio dirigido por Carlos Revelo y Mónica Salam se completa con verdaderas obras de arte en miniatura, pues más allá del sabor, en cada presentación se cuida al máximo cada detalle estético y visual. Algunos ejemplos destacados como el Exotic Pump conforman una armoniosa mezcla de pulpa de frutos exóticos y zumo de piña, formulado en un llamativo molde con la silueta de un tucán. Barakoa por su parte ofrece una combinación de ron oscuro, fruta de la pasión, chocolate blanco, zumo de limón y ginger ale que se hace exquisito dentro de una caracola de mar reposada sobre un precioso fondo marino. El Smoky Sour sorprende a cada cliente con su halo humeante escondido dentro de un cofre del tesoro en el que reposa un cóctel a base de whisky ahumado, zumo de limón y espumante. Y la bebida de la casa sigue la línea estética y salvaje de As Hedras, presentado dentro de una pequeña jaula de pájaro donde se asienta una bebida de manzana verde, albahaca, pepino, zumo de limón y ginger beer.