Las aguas del Atlántico como telón de fondo y la melodía de las olas rompiendo contra la costa en un baile constante a los pies de la playa da Barrosa: una estampa de ensueño donde la fórmula del Náutico de San Vicente comenzó a brillar hace ya más de tres décadas de la mano de su actual propietario, Miguel de la Cierva. La metaformosis que experimentó este local a principios de la década de los noventa tenía "una vocación muy clara por la música". Y es que el Náutico no podría definirse como un bar al uso, ni tan siquiera como una sala de conciertos, pues este negocio meco va mucho más allá de la simple esencia de un local de eventos. La realidad es que el Náutico de San Vicente hace tiempo que se convirtió en el verdadero templo de la música en las Rías Baixas. 

El proyecto gestionado por de la Cierva ya había crecido en los últimos años con la puesta en marcha de un particular estudio de grabación y una residencia para artistas. Sin embargo, el propietario de este oasis musical en plena costa meca todavía tenía guardado algún que otro as bajo la manga y hace relativamente poco daba a conocer las instalaciones de El Otro, una suerte de piano bar que alberga en su interior la esencia original del Náutico de San Vicente. En este nuevo establecimiento ubicado en las entrañas del antiguo Pedras Negras, la música y la gastronomía se dan la mano para ofrecer al visitante una experiencia mágica para disfrutar con todos los sentidos. 

Así es el nuevo espacio del Náutico de San Vicente

Una de las salas interior de El Otro El Náutico de San Vicente O Grove

Tras su entrada triunfal en el mapa culinario y musical de O Grove, El Otro busca convertirse ahora en un espacio donde compartir momentos únicos en la localidad meca. La esencia del mítico Toni2 viaja desde Madrid hasta la costa gallega para dar forma a un piano bar donde los conciertos y la música seguirán un ritmo mucho más espontáneo que en el Náutico de San Vicente. De hecho, en la parte baja del establecimiento un Yamaha de cola, un par de guitarras y una batería advierten a sus visitantes de la magia que se acabará creando en esta sala. En este apéndice musical dentro del local, los músicos residentes y emergentes tendrán la oportunidad de dar a conocer sus mejores letras y melodías a través de pequeños conciertos en directo programados con entrada libre. 

En lo que respecta a la parte superior del local, El Otro se perfila como una especie de cervecería con zona chill out exterior que rinde sus cuentas gastronómicas a la cocina más callejera y desenfadada, con un pequeño pero exquisito recetario a precios económicos en el que los comensales podrán encontrar desde los clásicos pokes hawaianos a los tacos mexicanos y un buen abanico de hamburguesas.

En el caso particular de las hamburguesas, en el establecimiento meco destacan variedades como la Texas BBQ, compuesta por carne de vaca gallega madurada, barbacoa casera, cebolla crujiente, chédar y doble bacon; o la Burgood, una hamburguesa de alcachofa premiada, chédar, tomate, cebolla roja y mayonesa ahumada. Y en la sección de los tacos, El Otro San Vicente do Mar presenta tres alternativas que oscilan entre los 3,50 y los 4,50 euros: uno de cochinita pibil con guacamole y jalapeño; otro de bistec gringo con queso y pico de gallo; y un último elaborado a base de crujiente de ceviche de camarón.