Dos asturianos conquistan el paladar de los vigueses con quesos, fabes y sidras

Alejandro Montes (Pola de Siero, 1979) decidió empezar una nueva vida poco antes del verano de 2015. Tras 13 años viviendo en Madrid, 9 de ellos como gerente de un centro deportivo, decidió dejar su trabajo e iniciar un nuevo proyecto personal en Galicia, donde se trasladó con toda su familia. Hoy es el propietario de la Quesería Marqués de Valladares, que abrió sus puertas el 30 de septiembre de 2015, trabaja en numerosos eventos con mesas temáticas y cuenta con importantes clientes en el mundo de la hostelería, desde hoteles y restaurantes hasta pequeñas tiendas de barrio.

"Siempre me gustó el mundo del queso, mi tío hizo queso a nivel industrial y yo tenía ganas de producir algo, de volver a lo de antes. Me reuní con un productor pero pronto me sacó de la cabeza el elaborar queso. Hay que tener una ganadería propia, etc. En cambio no hay muchos espacios especializados en un solo producto y que vendan quesos de pequeños productores", explica Montes. "Muchas veces las grandes superficies no se fían del productor o los propios productores no pueden abastecerlas", añade.

Como él mismo lo define refiriéndose a él y a su mujer, quien también dejo su trabajo para volver a Galicia (ella sí es gallega), "nos tiramos a la piscina". Y les salió bien. Antes de la apertura del local visitó en varias semanas a más de 20 productores de queso y estuvo preparado para empezar. "Estuve semanas viajando y viendo queserías para poder trasladar a los clientes la historia de cada queso. Tenía claro que quería conocer personalmente a todos los productores y también el entorno de cada uno, porque el lugar y la geografía marcan el resultado de los productos", cuenta.

Este asturiano afincado en Pontevedra decidió montar su establecimiento en el centro de Vigo con la idea de llegara más gente. "Es una ciudad de 300.000 habitantes con una industria y un potencial tremendos", señala.

Y llegó el Covid…

La pandemia llegó con la tienda online en plena gestación, por lo que los recursos para la gestión y preparación de pedidos eran limitados. Pero la demanda, no. "Al principio hasta me planteé cerrar pero luego vi que había pedidos. Hicimos packs de quesos con precio cerrado y la respuesta fue increíble. Al final decidí abrir la tienda por las mañana y las tardes dedicarlas a la gestión de pedidos; enviamos quesos a toda España durante el confinamiento, salían entre 20 y 30 pedidos todos los días, y hubo jornadas de hasta 70″, subraya Montes.

Ahora, con la tienda online a punto de ver la luz (previsiblemente a finales del mes de octubre), asegura que el confinamiento sirvió para que la gente le perdiera el miedo a la compra de alimentación online. "La experiencia de compra es diferente, pero el mundo del queso ha vivido un boom en los últimos años y la gente conoce mejor el producto", explica.

La situación epidemiológica ha paralizado temporalmente las catas en grupo que se llevaban a cabo en el local. Divertidas y exquisitas experiencias gastronómicas para generar cultura quesera. "Volverán", asegura Montes.

As Cangas, alma asturiana en pleno corazón de Vigo

Jose Suárez, propietario de As Cangas, en Vigo.

Jose Suárez (San Martín del Rey Aurelio, 1947) regenta, junto a varios de sus familiares, el restaurante y sidrería As Cangas desde 1999. Orgulloso de su equipo y del trabajo realizado, asegura que es un lugar para disfrutar, para volver y en el que los clientes acaban convirtiéndose en amigos. Y es fácil de entender pues este asturiano de actitud afable, recibe, como él dice, "en su casa". "Intentamos dar calidad y servicio y de ahí la recompensa que tenemos de toda la gente que nos viene a visitar", explica.

Así pues, comer unas auténticas fabes asturianas en la ciudad olívica es posible. Con una amplia carta y exquisitos pescados y carnes de la mejor calidad, As Cangas cuenta, además de la fabada asturiana o el cachopo -quizás algunos de los platos más conocidos fuera del Principado- con algunos platos típicos aptos para los paladares más exigentes. La merluza a la sidra es uno de los más demandados y, siempre por encargo, también se puede degustar en este rincón asturiano, unas buenas "fabes con almejes" o un pote asturiano.

La pandemia, como a la mayor parte de los locales de hostelería, está mermando el negocio de este hostelero afincado en Vigo. "Hemos tenido que reducir el aforo y todos los fines de semana se queda gente sin poder venir al restaurante. Es una pena", cuenta Jose Suárez. No obstante, en un buen día, As Cangas puede servir hasta 70 raciones de fabes, incluyendo las que se preparan para llevar.

Sobre el secreto del éxito Suárez lo tiene claro. Para él, la familia lo es todo. En cuanto a la materia prima, trae de su tierra todos los productos necesarios para elaborar su plato estrella, las fabes. Situado en la calle Talude, un estrecho callejón sin salida cerca de Gregorio Espino, este pequeño local con alma y sabor asturianos no dejará indiferente al visitante, tanto por sus platos como por la amabilidad de su gente.

Entrada del restaurante-sidrería As Cangas.