Baiuca, una acogedora casa de vinos en el Casco Vello de Vigo

Baiuca, una acogedora casa de vinos en el Casco Vello de Vigo

Gastrovigo

Baiuca, una acogedora casa de vinos en el Casco Vello de Vigo

David Lojo, cocinero y propietario, ofrece una selección de caldos y una cocina con mirada local y espíritu internacional en un espacio que tiene como objetivo que el cliente se sienta como en su casa

28 agosto, 2021 06:00

A pocos metros de la Colegiata y del Instituto Camões, donde se encuentran las calles Funil y Méndez Núñez, un toldo verde reclama nuestra atención. El mobiliario, de madera y metal, se presenta ante dos grandes ventanales que descubre un local de estilo rústico que tiene en el vino a uno de sus grandes protagonistas.

Baiuca hace honor a su significado en gallego, un establecimiento donde sirven bebidas y que, generalmente, es de carácter modesto y popular. Una casa de vinos que, además, ofrece una carta de tapas y raciones con personalidad propia. En los fogones, casi escondido al fondo del local, trabaja David Lojo, cocinero y propietario del negocio.

Lo primero, lo de cocinero, no fue su primer oficio. David estudió Bellas Artes y durante varios años estuvo trabajando como diseñador de stands en Barcelona y Vigo. Pero ante el abismo del desempleo en el que se encontró durante una breve etapa, le hizo replantearse su profesión. "La cocina siempre me gustó y era un oficio en el que no era difícil encontrar trabajo", cuenta David.

Así que realizó un curso de dos años mientras compatibilizaba con trabajos temporales en diferentes cocinas para ir cogiendo experiencia y hacer contactos. Tres meses en Culler de Pau, restaurante de dos estrellas Michelín, y El Picadillo, en Vigo, "donde aprendí de verdad el oficio", le formaron como chef.

Respetando lo heredado, pero con un toque personal

Lo segundo, lo de propietario, le surgió como una oportunidad; una decisión arriesgada, pero que ha salido de maravilla. "Cogí el testigo del local, que llevaba año y medio, pero que no acababa de arrancar". David decidió ser lo más fiel posible al legado que le dejaron, carta incluida. Pero le fue dando su "toque personal".

Descartó la tienda de vinos porque no les encajaba en su horario y amplió la carta de caldos que ofrecía, antes limitada a Galicia y Portugal, y que ahora incorpora producto nacional e internacional: seis blancos y seis tintos. Un producto para el que él y Araceli, "mi mano derecha", se han ido formando para poder ofrecer, con conocimiento de causa, la mejor calidad.

En el caso de la carta, mantuvo las guiozas y los baos, "porque son un referente". Pero la oferta la varía con el paso del tiempo "con cosas que veo que me pueden encajar". Y es que una carta reducida que busca la calidad tiene que renovarse de vez en cuando, especialmente para los asiduos del local. "Me gusta sorprender al público, a nuestros apóstoles, esa clientela habitual a la que me gusta ofrecerle platos nuevos", explica.

Entre las tapas más reconocidas de Baiuca están la sardina ahumada sobre migas de centeno y pimiento o el pan bao con cochinita pibil, una oferta que se centra en la cocina tradicional de diferentes países. Una mirada a lo más local con espíritu internacional, desde un ceviche peruano hasta un ramen japonés.

Sardina ahumada sobre migas de centeno y pimiento verde. Foto: Baiuca

Sardina ahumada sobre migas de centeno y pimiento verde. Foto: Baiuca

Adaptación al medio

El Casco Vello vigués se recuperó para la ciudad hace ya años, pero la pandemia hizo que una zona que vive de la hostelería, estuviese en riesgo de volver a la época más oscura. Para David, no ha sido así. "El cierre de varios locales ha provocado que la clientela se reparta de otra manera y cambie también su forma de consumir. Ya no puedes ir a varios sitios, tomarte algo en cada uno, ahora hay que reservar, sentarse en una mesa con horarios más restringidos".

Una alteración a la que desde Baiuca se han adaptado, a pesar de que han tenido que prescindir de la terraza "no oficial" en la que se convertían los bancos de piedra delante de la entrada. "Ampliamos la terraza y pusimos más mesas, porque no podemos servir fuera de ella ni se puede consumir si no es sentado".

Terraza del Baiuca. Foto: Vive Vigo

Terraza del Baiuca. Foto: Vive Vigo

Más allá de la comida o los vinos, Baiuca se presenta como un local que busca el confort de sus clientes. "Es un sitio familiar en el que queremos que la gente se sienta cómoda, como en su casa", por lo que el trato y la atención de todo el equipo es una de sus grandes cualidades.

Baiuca es el éxito de una apuesta arriesgada, del coraje de David y de la capacidad de reinvención. Un espacio amable y acogedor donde degustar la mejor selección de vinos acompañada del mejor producto en forma de tapas.