El pasado verano la Guía Repsol anunció la creación de un nuevo reconocimiento que, junto a sus ‘Soles’, premia algunos establecimientos por la calidad de su servicio y su carta. Se trata de los ‘Soletes’, que galardonan a locales que "despiertan una sonrisa y seducen por su propuesta apetecible y asequible".

"Chiringuitos y terrazas; cafeterías, heladerías y pastelerías; bares, tascas y barras; vinotecas, bodegas y sidrerías; hamburgueserías, bocaterías o pizzerías ‘good’; restaurantes de carta informal y menú del día en que se come de vicio". En definitiva, han creado una lista de locales "que recomendarías a un amigo".

Tras anunciar 1.000 ‘Soletes’ el pasado verano, se ha creado una edición otoño-invierno con otros 1.000 establecimientos españoles, de los cuales 78 han recaído en Galicia. En la provincia de Pontevedra hay 19 "rincones majos con un no sé qué que te hace volver", 11 de ellos en Vigo: La trastienda del cuatro, PurOsushi, Eligio, Niño Corvo, La Pepita, La mesa de Conus, Aplomo, Don Marco, O Coto, Michigan y Fidalgo.

La trastienda del cuatro

En la Plaza de Compostela se encuentra este encantador local, que la Guía Repsol reconoce por la cocina de Omar, chef que también deleita a los clientes de La Central, "a golpe de corvina con mandarina o croquetas de cecina". Un espacio agradable en el que disfrutar de una curiosa carta compuesta de buen producto local cocinado con recetas poco habituales.

PurOsushi

"La referencia en cocina japonesa en Galicia" llega a Vigo de la mano de la familia Medici-Boeri, que se ha convertido en un imprescindible de la ciudad y en uno de los mejores japoneses de la zona. La virtuosidad técnica de Andrés Medici para manejar el producto impresiona a muchos y lo hace merecedor de pertenecer a este listado de "recomendaciones de amigos".

Eligio

Esta taberna de toda la vida lleva generaciones haciendo que su pescadito frito y sus tapas sean las favoritas de locales y visitantes. El buen trato del personal y sus riquísimas recetas tradicionales lo han hecho un clásico, de obligatoria visita cada invierno.

Niño Corvo

La cocina sinvergüenza de Adrián Albino le está trayendo muchos reconocimientos, tanto dentro como fuera del sector, que se suman ahora a la inclusión en esta particular guía. "Cocina de mercado, original y agradable", la de este niño que ya ha conquistado los corazones de los vigueses desde su pequeño local del Berbés.

La Pepita

Las hamburguesas de siempre se transforman por completo en las cocinas de este restaurante, que utiliza productos de altísima calidad y elabora una carta muy diferente a la de otras hamburgueserías. Su apuesta por los productos frescos, las salsas caseras y el pan artesano horneado a diario garantizan largas colas para degustar cualquiera de sus "entrepanes" en el comedor que tienen en el centro de Vigo.

La mesa de Conus

Realizar cocina de vanguardia con base tradicional es el "secreto" de Víctor Conus, un cocinero catalán que decidió traer su "comida de la yaya" al centro de la ciudad olívica. Con su menú degustación y sus grandes productos traídos de todo el país elabora una propuesta que ningún otro local de Vigo ofrece.

Aplomo

Ingredientes orgánicos y de proximidad elaborados en recetas saludables que pretenden hacer de la experiencia en este restaurante "un viaje por los sentidos". Desde la Guía Repsol, además, hacen hincapié en su deliciosa propuesta de plato del día, "arroz de shiitake y champiñones, merluza confitada con guisantes o pasta al curry".

Don Marco

La carta, con platos de pasta fresca y artesana y pizzas recién horneadas, "convierten a este local en un imprescindible para quien busque la mejor cocina de influencia italiana en Vigo", dice la Guía Repsol. Sus postres caseros y su excelente servicio, tanto en el local como a domicilio, han conseguido que todos sus clientes quieran repetir.

O Coto

En este asador de decoración rústica y comida tradicional dice la Guía Repsol que se comen "unas de las mejores hamburguesas de la zona", pues saben tratar muy bien la carne. Sus mariscos de la zona, su ternera gallega de primera calidad y sus deliciosos postres caseros completan la oferta.

Fidalgo (Baiona)

Esta jamonería se ha convertido en una recomendación clásica y acertada: "cocina casera, trato excelente y una terracita cubierta para comer al aire libre sin mojarse". Poco más se le puede pedir a un local en el espectacular centro histórico de la villa de Baiona, que remata la conquista con exquisito jarrete y unas albóndigas al vino para chuparse los dedos.

Michigan (Nigrán)

Un bar de los de siempre con sus raciones típicas y exquisitas: "jamón, mejillones y croquetas son algunos de sus ases", dice la guía. Sin embargo, es el menú del día, "sencillo y económico", el culpable de su buena fama en la comarca viguesa.