Cuando abrieron sus puertas, hace 45 años, se convirtieron en pioneros: Fueron de los primeros en la ciudad en ofrecer pizzas, pues, por aquel entonces, tan solo existía un pequeño local que elaboraba cocina italiana. 

O Carro, ubicado en Santa Miguel de Oia, se hizo realidad gracias a Guillermo -el padre de Juan, actual propietario y cuya jubilación motivará el cierre definitivo de este lugar-. En el año 79 y después de haber trabajado en un restaurante italiano en Uruguay, el emprendedor quiso asentar su experiencia en esta parroquia viguesa. 

Durante más de cuatro décadas, generaciones familiares han degustado la cocina tradicional de O Carro, especializado en pizzas al horno de leña, pollo a la brasa y bacalao. Todos esos fieles clientes se convertirán, ahora, en protagonistas: Pues el próximo día 30 de junio, fecha de cierre del local, disfrutarán de sus últimos platos. 

O Carro, en Vigo Cedida

A pesar de que a Juan no le falta relevo generacional -su hijo Hervé, tercera generación, trabaja con él- sí ve "complicado" el poder conformar un plantel de hosteleros que permita al restaurante seguir manteniendo su esencia durante los próximos años. "El nuestro es un local de toda la vida, con platos simples, pero tradicionales. Vemos complicado el formar un equipo que pueda continuar con él", dice en alusión a las dificultades que surgen en el mundo de la hostelería a la hora de encontrar personal. 

Durantes estas semanas, Juan asegura que "no damos hecho" debido a la amplia afluencia de comensales que acuden a su local, ubicado en el número 96 del Camiño Mide, a despedirse y a probar las últimas pizzas. Cuenta que su hijo Hervé ya tiene otro camino profesional que seguir, aunque, al menos durante un tiempo, ambos se tomarán un merecido descanso.