Víctor Coyote comenzó su carrera musical en los años 80, coincidiendo con la movida madrileña. A la capital se había mudado desde su Tui natal para estudiar Bellas Artes, y allí creó el grupo musical que le daría su nombre artístico: Los Coyotes. Desde música punkabilly hasta cumbias eran los ritmos que tocaba el grupo, ritmos que ahora Víctor utiliza también en sus discos en solitario.
La discografía del tudense no tiene nada de coherente, pero tampoco es incoherente su forma de cambiar de estilo casi con cada canción. Así, "sin aburrir al público", lleva cuarenta años dedicándose a la música. Pero no solo compone y toca, sino que Coyote también es diseñador gráfico, dibujante, escritor de cómics, actor… y un sinfín de profesiones más, todas del mundo del arte.
Su último disco, Las Comarcales, salió a finales de febrero de 2020 y se presentó en un concierto en Madrid el 6 de marzo. Desde entonces, Víctor, como muchos otros músicos, ha visto cómo la pandemia lo alejaba cada vez más de los escenarios.
Afortunadamente, pudo dar rienda suelta a su imaginación de la mano del dibujo y el pasado septiembre publicó un cómic basado en sus experiencias durante el confinamiento llamado Días de alarma.
Ahora sueña con poder volver a los escenarios con normalidad, disfrutar de su público y poder terminar de presentar su disco.
"No soy un músico de primera división, me dedico a más cosas"
Víctor Coyote es un artista apasionado y polifacético, que ha dedicado su vida a muchas más disciplinas que la música. Cuenta que para él los ritmos "son diferentes a los de otros artistas, no estoy siempre componiendo o de gira: me dedico a muchas otras cosas". Por ello cuenta que su año 2020 no ha sido tan "pausado" como para otros músicos.
"Dimos el primer concierto de presentación el 6 de marzo y no esperábamos todo lo que iba a pasar". Víctor dice que su último concierto "normal" fue en Madrid, "donde se vivía más miedo que en Galicia", pero tampoco esperaban que fuese a decretarse el Estado de Alarma ni mucho menos.
No se planteaban dejar de dar aquel concierto ni tampoco suspender los que tenían programados para Barcelona y Zaragoza la siguiente semana. "No recuerdo a nadie asustado, solo alguno al que tachábamos de exagerado o algo ‘hipocondríaco’, incluso, no esperábamos lo que se venía". Poco antes del decreto que obligaba al confinamiento las salas donde tenía programados conciertos los cancelaron.
Dibujos para superar el confinamiento
La suerte, cuenta, es que él no es un "músico de primera división. Yo hago más cosas, soy diseñador gráfico y también actúo y escribo teatro, pude continuar con mi vida artística sin la música". Por eso cuando comenzó el confinamiento se enfrascó en una serie de dibujos, viñetas que contaban su día a día y le ayudaban a reflexionar.
Víctor dice que no pensaba que sus viñetas fuesen a llegar a ninguna parte. "Empecé a dibujar porque tenía ganas de hacer algo creativo y de hacerme una cuenta de Instagram solo para mis vivencias del confinamiento, era obvio que iba a ser histórico".
Comenta que empezó "a lo tonto" después de ver una escena que le llamó la atención en la cola de la panadería "y fui dibujando a diario. Pensaba, como todos, que esto duraría quince días, pero al final me encontré con decenas de viñetas que contaban una realidad que todos los españoles habíamos vivido".
Cuenta que fue cuando vio que había más de sesenta viñetas cuando pensó en que podría editarse un libro. "Busqué editoriales y no a todas les gustaba la idea, pero di con Catalina Mejía, de Salamandra Graphics y me dijo que le interesaba mucho, por lo que lo editamos por la ‘vía urgente’: en septiembre estaba en la calle". Así nació Días de Alarma.
La música, en pausa
Víctor Coyote insiste mucho en que él no vive solo de la música, por lo que este annus horribilis de la cultura él no lo ha visto tan negro como otors compañeros de profesión. "Dejamos de dar conciertos, por supuesto, pero yo no soy Aerosmith y mi gira no son cientos de conciertos por todo el mundo. Cuando se pueda volver a hacer retomaremos la gira como si nada hubiera pasado", asegura.
En verano vivieron "algo de normalidad" dando conciertos para aforos reducidos, "organizados sobre todo por ayuntamientos o diputaciones, las salas y los locales a los que solíamos ir no se atrevieron a correr el riesgo y lo entendimos". Ahora tienen programados algunos conciertos para marzo y abril, "aunque no podemos saber al 100% qué pasará".
Lo que sí reconoce Coyote es que "en ningún momento he compuesto ‘música de pandemia’, ya he publicado un cómic sobre el confinamiento y no voy a hacer nada más relacionado con esto". Dice que él no es un músico al uso, porque sus tiempos no son los habituales del sector "yo trabajo en función de lo que me vaya saliendo, y ahora estoy diseñando, no componiendo".
Eso sí, no han dejado de ensayar en ningún momento porque planean volver pronto a los escenarios. "No está siendo vida normal como antes, ni será vida normal hasta que no nos dejen dar conciertos con todo el aforo y con el público disfrutando como lo hacía antes, pero no hemos dejado de prepararnos para cuando vuelva a ser así".