Una apuesta por la cantera musical gallega: así es la Orquesta Vigo 430
El proyecto nació en 2005 con el claro objetivo de impulsar a los jóvenes músicos de Galicia y democratizar la música clásica. Hoy, su orquesta sinfónica llena auditorios y sus ensembles despiertan el amor por la música en cualquiera que los escuche
23 septiembre, 2021 06:00La Orquesta Vigo 430 nace como un pequeño proyecto de música de cámara en el año 2005 y, poco a poco, se ha convertido en una referencia en Galicia: hoy es una orquesta sinfónica en la que han llegado a tocar hasta 70 músicos en un único concierto. El objetivo, cuenta Javier Escobar, su director gerente, era crear una agrupación musical que contase mayoritariamente con instrumentistas gallegos.
"En Galicia había orquestas profesionales muy buenas pero muchas se iban al extranjero a contratar a sus músicos: nosotros queríamos aprovechar la cantera gallega", asegura. Sin desmerecer a las grandes orquestas sinfónicas, dice, la Vigo 430 se desvinculó gracias a su ambición de que "el núcleo estuviese formado por músicos jóvenes gallegos, esa era y es nuestra principal fortaleza".
Así nació el proyecto y, con este mismo objetivo, ha seguido creciendo hasta convertirse hoy en una de las grandes apuestas de la música clásica gallega. "Tenemos muchos invitados extranjeros, claro, porque enriquecen la experiencia del público y la nuestra propia, pero no superan el 10% del total de músicos de la 430″.
Tres orquestas en una
Como muchas otras agrupaciones de este estilo, la Vigo 430 cuenta con varias "modalidades" a la hora de acercarse al público. "Comenzamos como un ensemble, que nos permite unir instrumentos que pocas veces tocan juntos y crear conciertos muy diferentes y atractivos", dice Javier. Poco a poco, no obstante, fueron cumpliendo su objetivo de convertirse en una gran orquesta sinfónica y, antes de la pandemia, llegaron a tener a 70 músicos sobre el escenario.
"La pandemia ha cambiado mucho las cosas, ahora hacemos más música de cámara (grupos pequeños) o ensembles, todo con programas cortos". El director reconoce que la situación sanitaria y los constantes cambios en las medidas y restricciones les han obligado a "vivir el presente" y programar a muy corto plazo, "porque es más fácil cancelar o reprogramar si hay pocas cosas en el calendario".
No obstante, también reconoce que en los últimos meses la gente le ha ido perdiendo el miedo a la pandemia y han podido volver a disfrutar del público, aunque las agrupaciones sobre el escenario siguen viéndose limitadas por la necesidad de mantener la distancia entre los músicos. "El pasado sábado, por ejemplo, hicimos un concierto de percusión, que es algo muy poco habitual, y encantó, la gente estaba entusiasmada".
La última "modalidad" de la Vigo 430 es la de orquesta barroca, en la que tocan composiciones anteriores al siglo XVIII con instrumentos muy específicos. "No solo la música era diferente, sino que los instrumentos no se fabricaban igual (sin ir más lejos, porque no había sintéticos), así que tratamos de traer instrumentos e instrumentistas fieles a la música de esa época para que suene como música barroca".
La post-pandemia de una orquesta
La mayor dificultad de cualquier orquesta de música clásica es, como es evidente, llegar al gran público. Por esta razón, Javier y su equipo siempre han creado programas muy orientados al público general, para democratizar la música clásica. Así es también su programa de otoño, que contempla conciertos muy diversos y adecuados tanto para los amantes de la música clásica como para los que quieran comenzar a escucharla.
"El pasado viernes tocamos en la Alameda de Vigo, con un programa de bandas sonoras, y el resultado fue fantástico", dice Javier. Este concierto, organizado por el Concello de Vigo, es precisamente el ejemplo que el director necesita para pedir a las instituciones que apoyen la cultura y la música clásica. "A la gente le encantan los conciertos al aire libre, las instituciones deberían apoyar más iniciativas como esta porque funcionan muy bien", dice.
Junto al Concello organizan su programa de otoño, que compaginarán con conciertos para el Xacobeo 21-22, y que culminarán en un gran concierto navideño que homenajeará a una de sus grandes promotoras, Ana Novoa. "Es una persona de esas que, si no existiera, habría que inventarla", dice Javier, "por eso le dedicamos un concierto muy especial, compuesto e interpretado por el guitarrista flamenco Cuchus Pimentel".
Además, a partir de enero confían en que la situación haya mejorado, por lo que ya tienen apalabrados varios eventos para el ciclo de primavera. "No podemos desvelar nada todavía, pero a los grandes solistas y directores hay que contactarlos con mucha antelación y tenemos cosas muy buenas preparadas". Javier reconoce que él es una persona muy optimista, por lo que cree en un 2022 casi normal, "y, aunque no lo sea, tenemos que arriesgar y seguir apostando por la cultura y por la música".