Cuántas cosas han pasado desde el estreno del primer álbum de Vetusta Morla, Un día en el mundo, publicado en el año 2008. Banda sonora de una crisis económica en la que el grupo madrileño cantaba que "ser valiente no es solo cuestión de suerte" y animaba a hacer de la rabia una flor y con ella, bandera.
Es inevitable que las cosas cambien en tanto tiempo. Sin embargo, el éxito de Vetusta Morla permanece inquebrantable. Han pasado catorce años desde que gritaron a golpe de guitarra y rock que "rendirse no es una opción" y así lo han mantenido hasta el día de hoy.
Este domingo, el grupo más reconocido de pop rock en español de la última década regresa a Galicia para tocar en Portas (Caldas de Reis) su último álbum, Cable a tierra. Lo hacen tan solo un día después de la clausura del festival Portamérica, en el que han participado en diversas ocasiones.
Con motivo de su visita, charlamos con el batería de Vetusta Morla, David García ‘El Indio’, sobre sus vínculos con Galicia, las inspiraciones del último disco y la revalorización del folclore.
Única fecha en Galicia
El concierto de este domingo en Azucreira es la única fecha confirmada de Vetusta Morla este año en Galicia. Aunque echando la vista atrás, es imposible reprocharles pocas visitas: "Con la comunidad de Galicia tenemos una relación muy especial porque nuestro mánager y su agencia de contratación, Esmerarte, tienen su sede en Vigo", explica ‘El Indio’.
Antes de eso, confiesa el batería, tuvieron varias incursiones en tierras gallegas en el Ataruxo, en Bueu, "un sitio muy especial para nosotros". Además, Galicia también ha sido destino de muchos veranos de sus vidas. Por eso mismo David admite que "de una manera u otra acabamos viniendo" y "al estar allí nos sentimos como en casa".
En esta gira de presentación, que los trae el fin de semana a Caldas de Reis, presentan su último trabajo, Cable a tierra. La vuelta a la normalidad en muchos aspectos de nuestras vidas, tras una pandemia que parecía infinita, ha traído consigo el regreso de la música en directo. David ‘El Indio’ comenta: "Tenemos muchas ganas de presentar el disco en un formato largo y con el espectáculo completo que estamos haciendo por toda la geografía española".
No se subirán solos al escenario. Durante el recorrido por el país los acompañan el dúo de pandereteiras gallegas Aliboria —con quienes protagonizaron un momento mágico el pasado verano en los conciertos de Monte do Gozo— y El Naán, un colectivo artístico de Palencia.
"Participarán dentro de lo que es esta pequeña presentación del disco en recintos grandes, que culmina el próximo 24 de junio en el estadio Wanda Metropolitano de Madrid. A partir de ahí ya será otra historia, ya que poder contar con estos músicos extra especiales es más complicado", señala David.
Una música "olvidada"
La elección tanto de Aliboria como El Naán no es casual. Cable a tierra es un trabajo con un sonido más folk al que Vetusta Morla tiene acostumbrado a su público, aunque mantienen su esencia inconfundible.
Este interés por la música tradicional, como expone el batería del grupo, llevaba tiempo cociéndose en Vetusta: "Nosotros hemos vivido alrededor de una gran ciudad y eso hizo que siempre viéramos de cara a ella, hacia una música más global de influencia anglosajona que daba espalda a todo lo que era tradicional".
De la urbe quisieron explorar la música más primigenia, relacionada con un entorno rural y, en palabras de David, "que ha sido bastante olvidada". Por ello empezaron a ponerse en contacto con luthiers, descubrieron instrumentos hasta ese momento extraños, escucharon ritmos de la periferia.
"Es una riqueza de algo bastante nuestro y que casi por obligación moral se debe conocer. Al igual que conocemos instrumentos que se utilizan en el ámbito anglosajón, hay que conocer de dónde viene la guitarra española, por ejemplo, cuyo estándar creó un luthier almeriense y de ahí se convirtió en la guitarra eléctrica que fabricaron los americanos", explica con emoción el batería.
Así, vieron que "ese tipo de armonías y esa forma de componer podía encajar en un disco de rock". Un álbum de diez nuevas canciones que bebe de la tradición de la Península pero también "del otro lado del charco".
La pandemia y Cable a tierra
Entendemos por ‘cable a tierra’ aquello que logra anclarnos de vuelta en la realidad y en la tranquilidad. "Muchos hemos tenido que echar cables a tierra porque no hemos tenido más remedio que reducir nuestras vidas físicamente a movimientos muy pequeños", confiesa ‘El Indio’, haciendo referencia a los dos últimos años de pandemia.
Vetusta Morla no podía haber elegido un nombre mejor para un trabajo compuesto en medio de una crisis sanitaria que paralizó el mundo. En tal situación, el músico cree que han hecho una introspección emocional de vuelta a las raíces: "Eso te hace buscar o echar tus cables a tierra para que todo adquiera sentido".
El cable a tierra para Vetusta podría ser la propia experiencia de ser un grupo, vivir de la música y poder viajar a tantos lugares gracias a ella. El inicio de la pandemia les pilló con la gira de Canciones entre canciones: "No sabemos si en algún momento la podremos volver a retomar. Era lo más diferente que habíamos hecho nunca, con un carácter teatral, dos actores en escena, una escenografía muy cuidada y público sentado."
Con todo, el batería de Vetusta Morla considera que la primera parte de la pandemia les sirvió para establecer un método de trabajo telemático, donde el proceso creativo se vio enriquecido por las aportaciones que cada uno hacía desde su hogar. Compusieron la banda sonora de la película La hija y en 2021 ya volvieron al ruedo.
"Las consecuencias quizá no fueron tanto para nosotros sino para el equipo técnico. Por eso el verano pasado también hicimos una pequeña gira que servía para reactivar la propia escena musical y que toda nuestra gente pudiera trabajar", señala ‘El Indio’.
Ahora, en un ambiente en el que se respira una normalidad casi como la de antes, la música de Vetusta Morla continúa siendo el ‘cable a tierra’ de miles de personas en todo el mundo.