Concierto de Guns N’ Roses en Vigo.

Concierto de Guns N’ Roses en Vigo. Uxía Miranda

Música

Guns N’ Roses lo dan todo en un lunes atípico en la ciudad de Vigo

La única cita gallega de la banda de rock firmó un concierto histórico en el estadio de Balaídos, al que acudieron más de 20.000 fans

13 junio, 2023 08:53

No todos lunes son como este 12 de junio. Unas 20.000 personas se acercaban este lunes al estadio de Balaídos para disfrutar del espectáculo de los Guns N’ Roses. En el aire, la euforia de ver en directo a unas leyendas vivas del rock and roll y aún la sorpresa de que la banda recalara con su tour europeo en Vigo.

Los más fans madrugaron para hacerse con la codiciada primera fila, pero la gran mayoría se aproximó hasta el campo municipal en torno a las 18:00 horas. Tiempo prudencial para empaparse del ambiente de los alrededores, donde se podían ver camisetas con el logo de los Guns N’ Roses por doquier, y entrar con calma al concierto de los teloneros, The Pretenders.

Vigueses y visitantes de otras partes de Galicia, España e incluso más allá de nuestras fronteras, como un grupo de turistas británicos que pisaba por primera vez la ciudad olívica tras una travesía de cinco días en barco, se dieron cita este lunes. La fiesta estaba asegurada en Balaídos. No cabía un ápice de duda.

Calentamiento

The Pretenders no decepcionó al público que se congregaba puntual en el estadio vigués. Bajo un sol intenso, el grupo liderado por Chrissie Hynde se encargó de poner a tono a las masas deseosas de mover el esqueleto a partir de las 20:00 horas.

No faltaron sus temas emblema, Dont Get Me Wrong y I’ll Stand By You, que fueron coreados con entusiasmo. Sencillos, sin grandes florituras ni necesidad de pirotecnia, Hynde y los suyos ofrecieron un show que se prolongó cerca de una hora. Pero en el ambiente se notaban los nervios; el momento de ver sobre el escenario a Guns N’ Roses estaba cerca.

Las gradas, prácticamente llenas, eran como un enjambre. Justo frente al escenario se alzaba la recién estrenada grada de Marcador, todavía sin cubierta pero con casi todas las localizaciones ocupadas por fans de los músicos estadounidenses. Entonces, al filo de las 21:40 horas, la música comenzó a sonar.

Más de tres horas de espectáculo

Una sucesión de imágenes a todo color dio el arranque a un show que se prolongaría hasta pasadas las 1:00 horas de la madrugada. Imágenes que mostraban explosiones, fuego, serpientes y criaturas de ciencia ficción para dar la bienvenida al mundo de Axl Rose y compañía.

La primera canción fue It’s So Easy, con la que el vocalista de Guns sentó cátedra y dio una lección de que a pesar del paso del tiempo, sigue siendo una estrella del rock de las de antes. Rose se mantuvo las tres horas de concierto incombustible, correteando de un lado al otro del escenario, incitando al público a aplaudir y cantar junto a él, moviendo la cadera y bailando sin parar.

Concierto de Guns N’ Roses en Vigo. Fotos: Uxía Miranda

Concierto de Guns N’ Roses en Vigo. Fotos: Uxía Miranda

Concierto de Guns N’ Roses en Vigo. Fotos: Uxía Miranda

Concierto de Guns N’ Roses en Vigo. Fotos: Uxía Miranda

Concierto de Guns N’ Roses en Vigo. Fotos: Uxía Miranda

Concierto de Guns N’ Roses en Vigo. Fotos: Uxía Miranda

Pero el resto de la banda también lo dio todo. Destacó un Slash enérgico con un abanico de escenas donde se enfrentó él solo y su guitarra a la masa de Balaídos, que recibía eufórica cada nota. Los Guns N’ Roses hicieron un repaso por casi una treintena de temas en el que casi no hubo tiempo para intervenir. "It’s good to be here with all my friends" ("Es genial estar aquí con todos mis amigos"), exclamó Axl Rose a la media hora de concierto. El resto del tiempo, el vocalista tan solo dirigió algún "hola" y algún "thanks" ("gracias") a la multitud, sin perder la sonrisa y cambiándose de vestuario hasta en cuatro ocasiones.

Uno de los momentos más emotivos del concierto tuvo lugar en torno a las 23:30 horas, cuando los Guns llevaban ya casi dos horas en acción. La banda recordó a Ucrania con la canción Civil war; en las pantallas del escenario ondeaba una bandera ucraniana manchada con letras ensangrentadas. Las linternas de los móviles se alumbraron al instante para acompañar el tema.

También se formó una atmósfera similar en Still in love, tema con el que Rose constató su portento vocal, o en November Rain, donde el cantante se sentó al piano y mostró su lado más gamberro, a pesar de ser una balada.

Público entregado

Concierto de Guns N’ Roses en Vigo. Fotos: Uxía Miranda

Concierto de Guns N’ Roses en Vigo. Fotos: Uxía Miranda

Concierto de Guns N’ Roses en Vigo. Fotos: Uxía Miranda

Concierto de Guns N’ Roses en Vigo. Fotos: Uxía Miranda

Aunque fuese lunes, todo el mundo en Balaídos estaba dispuesto a darlo todo durase lo que durase el show. Así, a pesar de algún chubasco que quiso empañar el principio del concierto, el público coreó cada tema alzando los brazos al ritmo de la música. Pasaba la medianoche cuando sonó el mítico cover del Knockin’ on Heavens Door de Bob Dylan y nadie quiso quedarse en silencio y perder la oportunidad de vociferar lo que se ha convertido en uno de los himnos de los Guns N’ Roses.

A continuación, se desataba la locura con Nightrain. Aún no había terminado el concierto y la gente ya pedía un bis que por supuesto, fue concedido, y en forma de una potente interpretación de Sorry. En el aire se respiraban las ganas de apurar hasta la última gota de la noche. Slash, Duff McKagan y Richard Fortus tomaron el control del escenario para apaciguar a la multitud con un trío de guitarras acústicas que introdujo una de las últimas canciones de la noche: Patience.

Ya a la una de la madrugada sonó Yesterdays como preludio del final de la velada, pero la canción con la que los Guns se despidieron del público fue Paradise City. Y nada podía representar mejor esa ciudad paraíso que Vigo en este lunes tan atípico, donde muchos se olvidaron durante unas horas de la rutina, el trabajo y demás quehaceres para centrarse en disfrutar de la música de una de las últimas leyendas vivas del rock del siglo XX.