Con un poco de retranca, pero, sobre todo, demostrando que el entendimiento siempre es posible si hay voluntad, los vecinos de un edificio de Vigo y un concertista de piano que responde al nombre artístico de Velpister, han protagonizado una de las anécdotas de la semana en redes sociales -especialmente, en Tik Tok-.

Fue un inquilino el que, de manera educada pero contundente, advirtió al músico de que "no podía soportar más" el ruido que emitía desde hacía más de dos años desde el bajo del inmueble que había alquilado para llevar a cabo sus ensayos. El pianista, que se mostró sorprendido, decidió redactar y compartir con el resto de vecinos una carta para pedirles disculpas y confesarles su creencia de que nadie le había oído hasta el momento: "A veces hubiera querido que escuchasen las piezas que toco, por pura vanidad, pensando que nadie me escuchaba nunca", así iniciaba Velpister su escrito, que se ha vuelto viral –acumula más de 60.000 reproducciones y casi 3.400 likes-. "Eso me dijeron cuando alquilé el local, que no se oía", anotaba a continuación.

El músico prometió a los lugareños cumplir una serie de normas de convivencia, pero también aprovechó la oportunidad para abogar, más que nunca, por una buena sintonía e invitarles a disfrutar de su música en directo: "Si en algún momento quieren escuchar mejor pueden pasar que hay muchos asientos y muy cómodos para sentarse un rato y escuchar música en directo. Traigan cervezas".

Además del ofrecimiento, Velpister prometió que "no volverá a poner el bafle", que es "lo que más molesta", y que desde las 21:00 horas no tocará "ni siquiera" el piano. Del mismo modo, los sábados, domingos y festivos los "conciertos" no comenzarán hasta las 11:00 horas "salvo que no se dé cuenta del día", algo que, comparte, "le ocurre a veces".

Durante las últimas horas, Velpister -que ha llamado la atención, incluso, de los medios nacionales- ha compartido nuevos vídeos en clave de humor y demostrando, al mismo tiempo, una gran destreza al teclado. También se ha atrevido a musicalizar la carta remitida a sus vecinos.