Catuxa Salom, la gallega que ofrece un caldo de ritmos para hacer bailar a todo el mundo
- Nacida en Vilagarcía y de padres argentinos, lanza su primer LP este jueves 21 de noviembre tras sufrir una desromantización del rural y poniendo el foco en "la red de cuidados"
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Los genes de Catuxa Salom son como su música: laten entre nacionalidades, ritmos y culturas que le dan la personalidad y fuerza con la que ella la canta. Originaria de Vilagarcía de Arousa, sus padres nacieron Córdoba y La Rioja, ciudades argentinas, y sus abuelos eran italianos.
Una "familia de emigrantes" que también le hizo a ella viajar para seguir tejiendo su personalidad. A los 17 años, se trasladó a Madrid para estudiar teatro y sociología; tras trabajar por diferentes países, regresó a la capital, pero la pandemia le hizo tomar una decisión: "Me vuelvo a Galicia".
Pero Catuxa no eligió una de las grandes ciudades gallegas o un municipio turístico, sino que se sumergió en el rural. Se trasladó al norte de Lugo, a una aldea rodeada de tupidos bosques llamada Vilarxubín, donde el término despoblación brilla por su presencia y en el que habitan 14 personas.
'Nunha aldea'
Allí nació su primer EP, que bautizó con el descriptivo nombre de Nunha aldea, una fusión de ritmos indígenas argentinos, folclore gallego y bases electrónicas con el que irrumpió con fuerza en la escena independiente. Con esta carta de presentación, compartió escenario con Rozalén, El Kanka o Sra. Tomasa y logró el Premio Martín Códax de la categoría Músicas do Mundo e Mestizaxe.
"Al principio es todo muy bonito, el silencio, los pajaritos, las montañas, además yo contaba con ahorros así que estaba tranquila", explica Catuxa a este medio. Pero tras pasar un tiempo, se fue dando cuenta de la "sobrerromantización social" del rural. "Esa gente que dice 'me encantaría vivir en el rural', pues hay que tenerlo muy claro y poder pasar un invierno", sentencia.
Este cambio en la forma de pensar es el germen de su primer disco, Cāldo. "Da igual dónde vivas, lo importante es tu red de gente, esa con la que estás bien y a gusto. Me enfrenté a momentos de soledad y me di cuenta de que, si no cuidaba a la gente, daba igual", reflexiona. "Las montañas son muy bonitas, pero si no tienes con quién compartirlas, no sirve de nada", sentencia.
Así, el caldo aparece con un sentido de tejer comunidades donde los cuidados están muy presentes. "Nace desde la desromantización del rural, pensando que lo importante es esa red de cuidados, que es lo importante; poder decir 'en mi casa nunca te faltará un caldo'", desarrolla la cantante. Además, el caldo es líquido al igual que las canciones que componen este primer trabajo, "muy acuáticas", que están relacionadas con elementos del agua, como la lluvia, una tormenta o las cascadas.
Actriz, cantante... y campeona de natación
Catuxa no viene de una familia de músicos, por lo que el camino se le hizo "un poco más difícil", aunque en su casa nunca escuchó una voz que le dijese que no podría vivir de su arte, sólo recibió "mucho apoyo". "De pequeña yo quería ser actriz, cantante y campeona olímpica de natación; esto último me está costando un poco más", dice entre risas.
Ha emergido desde el rural convencida de que mucha gente del medio agreste necesitan ser escuchadas y que se hable de ellas; en el caso de su música, el éxito proviene de que, según ella, "había mucha gente que tenía ganas de escucharlo, porque por muy bueno que sea lo que hagas, si no hay quien no lo necesite, no vale de nada"; una relación "de ida y vuelta" entre el artista y el público que lo recibe.
En esta amalgama de culturas, Catuxa se expresa en castellano como lengua materna, pero también canta en gallego e, incluso, en el disco se puede encontrar un tema con el estribillo en francés; en cambio, reconoce que la versión de ella que más le gusta es la que encuentra cuando viaja a Argentina. "Pero soy bastante del mundo, yo estoy a gusto", aunque sabe que es un "precio a pagar" por aquellos cuyo origen se dispersa en diferentes raíces.
Cāldo saldrá a la luz al completo este próximo jueves, 21 de noviembre, aunque ya se ha ido presentando poco a poco con temas como Xa non ves, Amores rusos o Ela cando baila, un disco cocinado en A Ulloa, pero que traslada mensajes universales maridados con ritmos como la muñeira, el afrobeat o el dembow; el objetivo, hacer bailar a todo el mundo.
Un caldo a fuego lento en la 'lareira'
Catuxa aparece en un momento de luz para la música gallega y en gallego. Nombres como Baiuca, Tanxugueiras o Fillas de Cassandra, entre otros, han roto ese "techo de cristal" idiomático para darse a conocer a nivel nacional e internacional. "Siento que es como un caldo cocinándose a fuego lento en la lareira, que han abierto la tapa y lo han descubierto, pero siempre ha estado ahí, solo que ahora nos escuchan", relata.
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Además, los ritmos del folclore gallego cuajan a la perfección con sonidos más modernos. Aunque una de sus primeras referencias es Mercedes Peón, reconoce que con Baiuca le "reventó la cabeza". "Le subió las frecuencias a los bajos", explica, "y pensaba 'ah, esto se puede hacer', tenía todo el sentido", añade. "Bebo mucho de esos que nos han abierto el camino", reconoce Catuxa.
En diciembre terminará la gira de Nunha aldea y "al día siguiente" comenzarán los ensayos para presentar su nuevo trabajo en directo en enero de 2025. Entre el EP y este disco han pasado "100 conciertos" que le dan a Catuxa Salom "solidez y confianza en el escenario", algo que se pone en liza con un directo del que está "muy orgullosa".
Las expectativas para Cāldo son "todas", pero "con los pies en la tierra": "Espero que les guste y les haga bailar". Una cosa sí que tiene clara: "Seguro que van a bailar".