La nutricionista Adriana Fernández Vidal.

La nutricionista Adriana Fernández Vidal. Julio Eiroa Mera

Salud

Alimentación "consciente y amable" a golpe de clic en Galicia

La nutricionista gallega Adriana Fernández Vidal explica su modelo de trabajo para una dieta saludable, desde el cuidado personal y teniendo en cuenta los factores físicos y psicológicos de la alimentación

2 abril, 2021 06:00

Cuidarse está de moda. Healthy, real food, runner, eco, bio… son conceptos que desde hace varios años ya a nadie se le escapan. El deporte y la alimentación son dos aspectos clave para aquellos que deciden llevar un estilo de vida saludable. ¿Pero qué pasa con las emociones, los sentimientos o la realidad de nuestro día a día? ¿Se tienen en cuenta a la hora de buscar una situación de bienestar sostenible en el tiempo?

La nutricionista ourensana Adriana Fernández Vidal explica su modelo de trabajo basado en una alimentación consciente y amable, en el que escucharse y atender a las emociones, los gustos, etc., es imprescindible para encontrar un equilibrio en el cuidado personal a través de una alimentación saludable.

"La alimentación consciente es un estilo de vida, no es un tipo de dieta. Es una forma de relacionarnos con la comida de una manera saludable, con atención plena en el momento presente, sin juicios, y entendiendo que no solo comemos para cubrir nuestras necesidades de energía, sino que comer también implica a nuestras emociones, nuestra vida social, nuestros gustos,… y por ello, cuando entrenas la alimentación consciente, das paso a conocerte más gracias a que te escuchas y recuperas la capacidad de reconocer las señales de hambre y saciedad", explica.

Además de en una alimentación consciente, una de las grandes diferencias con la idea tradicional de que el cuidado en la alimentación pasa por una dieta estricta llena de restricciones, Adriana fundamenta su modelo en el concepto "amable", un cuidado proactivo pero desde el "cariño, la flexibilidad y desde el amor que nos tenemos a nosotros mismos, sin emitir juicios de nuestros actos ni culpabilizarnos".

Atención a los factores emocionales

Como muchos saben, pero no todos atienden, la importancia de los factores psicológicos en la alimentación es fundamental. Según cuenta la nutricionista gallega Adriana Fernández Vidal, "en nuestra sociedad hemos crecido con un vínculo muy fuerte entre comida y emociones y con conceptos o expresiones como: adelgazar, báscula, control, prohibido, fuerza de voluntad, esfuerzo, eso engorda, has engordado, qué bien que has adelgazado, un día es un día, me lo merezco… y todo esto ha ido grabándose a fuego en nuestra mente y dando paso a las numerosas voces críticas, inseguridades, frustraciones y desorden".

Así, trabajar la base más emocional de la relación con la comida es uno de los aspectos más importantes de los talleres y consultas llevadas a cabo por esta experta en nutrición. "Sin darnos cuenta, la comida es un bálsamo para momentos emocionales que nos pueden llevar a excesos de ingesta, "descontrol" o a refugiarnos en la comida en momentos delicados", señala Fernández Vidal.

"No es una dieta"

La alimentación consciente y amable que propone en sus programas esta nutricionista gallega va mucho más allá de una dieta o un objetivo de control o de pérdida de peso. Como ella misma asegura, esta forma de trabajo "no se plantea con el objetivo de bajar peso ya que nos estaríamos alejando de su esencia y seguiríamos con la mentalidad dieta y pesocentrista. Bien es cierto que, al tratarse de un concepto relativamente nuevo para la sociedad y diferente a lo que se ha hecho durante mucho tiempo, muchas personas comienzan el proceso con el objetivo del peso pero, cuando les explicas el planteamiento, si se animan y confían, se dan cuenta de cómo va cambiando su mentalidad y el lugar en el que está su foco, pasando del peso a sus sensaciones, emociones y disfrute", cuenta.

Aunque no es la base de este trabajo, la mejora de la composición corporal suele ser una consecuencia de una forma de alimentarse sana y consciente. En este sentido, se trata de un camino para "aprender a comer" guiándose por factores internos, reconociendo el nivel de hambre, la saciedad y teniendo en cuenta aspectos como la satisfacción a la hora de elegir nuestros alimentos y las cantidades.

"Disfrutas de lo que comes porque lo eliges en base a tus gustos, continúas con tu vida social sin miedo a romper ni estropear nada, entiendes que puedes elegir comer un día porque estás triste o enfadada o estresada sin sentir culpa, la experiencia de comer cambia totalmente porque percibes todos sus matices a través de los sentidos, desde la calma y la atención plena", sostiene Adriana.

El tiempo no es un problema

En contra de lo que pudiera parecer, una alimentación saludable no es un concepto opuesto a la falta total de tiempo con la que muchas personas viven en la actualidad. Largas jornadas de trabajo y quehaceres de la vida familiar hacen que el tiempo para meterse en la cocina no siempre sea generoso. En este sentido, Adriana lo tiene claro: "hay opciones de comida y cocina rápida saludables, solo requiere pararse y analizar la situación".

Además, la pandemia ha motivado que las consultas online ya no sean algo extraño y que la distancia física para llevar a cabo cualquier tipo de formación, programa o consulta no suponga un problema. Con su "campamento base" en Ourense, Adriana imparte sus talleres y ofrece sus consultas a cualquiera que tenga acceso a una conexión a internet. Solo hace falta confiar.

"En mi caso, la pandemia ha traído muchos cambios ya que cerramos el negocio físico que teníamos en Ourense y, por suerte, pudimos reinventarnos en el mundo digital trasladando nuestra empresa de bienestar -"El Taller"- al mundo online, con las consultas y talleres a través de videollamadas. Fue un proceso pero lo vivimos con ilusión y optimismo y eso ha sido clave para poder continuar con nuestro trabajo", apunta.

En la actualidad, Adriana realiza el 100% de sus consultas de forma online. "El trabajo que yo hago no es basado en el peso por lo que, no ver a la persona no es un problema, ¡solo lo es por no poder abrazarla como a mi me gustaría en cada sesión!".