Dra. Darriba, única en Galicia tratando miomas con radiofrecuencia y cirugía robótica
Coordinadora de Ginecología y Obstetricia en el Hospital Vithas Fátima de Vigo y directora de su propio centro ginecológico, Rosa Darriba ha logrado implantar en Galicia técnicas que permiten la ablación de miomas mediante cirugías ambulatorias y mínimamente invasivas
8 abril, 2021 06:00Los miomas son tumores benignos que crecen en la pared del útero de forma muy frecuente, se calcula que los padecen hasta un 70% de las mujeres adultas. Aunque hay ocasiones en los que no producen ninguna molestia, algunos miomas sí causan síntomas como menstruaciones muy abundantes y dolorosas, sangrados entre períodos, dolor pélvico o hinchazón, entre otros.
Una de las mayores complicaciones de estas lesiones uterinas, además, es que pueden suponer un problema de fertilidad, tanto complicando la concepción como impidiendo que el embarazo se desarrolle correctamente.
Por estas razones es necesario continuar investigando y perfeccionando las técnicas quirúrgicas para garantizar que, aunque haya que retirar el mioma, el útero seguirá siendo funcional y la paciente podrá dejar de tener molestos síntomas.
La doctora Rosa Darriba es cirujana ginecológica y obstétrica, dirige el Centro Ginecológico Lúa y es Coordinadora de Ginecología y Obstetricia en el Hospital Vithas Fátima desde 2019. Lleva años estudiando posibles procedimientos para extirpar miomas y afirma que "no todos necesitan tratamiento porque no siempre producen síntomas, pero si hay que retirarlo debemos conocer técnicas que permitan hacerle a vida lo más fácil posible a la paciente".
Desde que estudió medicina, Darriba asegura que muchas cosas han cambiado, "por eso yo tampoco he dejado de formarme, me gusta seguir aprendiendo y la medicina nunca deja de actualizarse". Fue en una reunión monográfica sobre miomas donde conoció esta nueva técnica de tratamiento que utiliza radiofrecuencia, de la mano de profesionales de otros hospitales españoles que la habían utilizado con éxito.
"Cada mioma necesita una técnica concreta"
Diagnosticar un mioma, cuenta la ginecóloga, es sencillo, el problema llega cuando hay que decidir cómo retirarlo. "No todos son operables, no todos causan síntomas y hay muchos que ni siquiera la paciente es consciente de que los tiene porque no le causan ningún trastorno", asegura Darriba. "Pero cuando hay molestias, cuando la mujer sufre alguno de los síntomas, ahí intervenimos".
La técnica más invasiva de todas las que pueden abordar una miomectomía es la laparotomía, en la que se realiza una incisión abdominal para acceder al útero (similar a la de una cesárea). La laparoscopia, en la que se hacen tres pequeñas incisiones y el cirujano se ayuda de una cámara introducida por una de ellas para ver la zona operada, es otra de las técnicas más utilizadas y conocidas para realizar esta y otras intervenciones quirúrgicas.
En el caso de la extirpación de miomas, además, existe una técnica específica, llamada histeroscopia, que también es muy poco invasiva. "Se realiza la disección y extracción del mioma a través de la vagina, con ayuda de un histeroscopio (un tubo delgado con una cámara)", cuenta la doctora. "Por desgracia, no todos los miomas se pueden extirpar así, porque no todos son accesibles".
Por ello, Darriba ha investigado e implantado en los centros en los que trabaja dos técnicas mínimamente invasivas que permiten acercarse al mioma desde otra perspectiva. "Utilizamos cirugía robótica en algunos casos, y usamos radiofrecuencia para aquellos miomas que no se pueden abordar con otra técnica, pero no todos se pueden eliminar así".
El procedimiento, asegura, es muy sencillo: "la paciente está igualmente sedada con anestesia general y lo que utilizamos son agujas que introducimos directamente en el cuerpo tumoral para analizarlo y ‘matarlo’, por este orden".
Lo primero que hacen es biopsiar el tejido, aunque en su mayoría los miomas son benignos, "puede que haya algo más, por lo que siempre enviamos una muestra de tejido para su análisis".
Tras la biopsia se introduce una aguja específica que emite radiofrecuencia "dentro del mioma: se emite, por así decirlo, calor y se logra necrosar el tejido del tumor". Así se eliminan los síntomas ocasionados por el mioma sin dañar la pared uterina, "no se extrae el mioma, sino que al ‘matar’ el tejido los más pequeños desaparecen porque el propio cuerpo lo reabsorbe en las semanas siguientes a la operación; en los grandes logramos reducir considerablemente su tamaño".
Mínimamente invasiva y ambulatoria
Lo bueno de la radiofrecuencia, dice la doctora Darriba, es que "se trata de una cirugía ambulatoria, mínimamente invasiva y que produce muy pocas molestias a la paciente". El posoperatorio, al no hacerse incisiones, también es más rápido y llevadero, además de que la intervención en sí no suele durar más de treinta minutos.
"La principal ventaja es que no se daña el tejido que circunda al mioma, por lo que la pared del útero queda intacta y, sobre todo para mujeres con intención de quedarse embarazadas, es la técnica que menos afecta a su fertilidad". Se elimina también el condicionamiento de la vía del parto, presente en todas las demás técnicas, puesto que no se altera el endometrio en ningún punto.
Con esta técnica, dice Rosa Darriba, "se cierra el círculo de la intervención en miomas: ya conocemos todas las posibilidades de tratamiento y ofrecemos a las mujeres una nueva opción segura y mínimamente invasiva". Lleva casi un año aplicándola en Vigo, tanto en su Centro Ginecológico Lúa como en el hospital Vithas Fátima.
Asimismo, es la primera ginecóloga de Galicia que realiza cirugía robótica ginecológica. "Somos los únicos que utilizamos el robot Da Vinci y la radiofrecuencia para el tratamiento de miomas, y aplicamos ambas técnicas siempre pensando en el bienestar del paciente: todo lo que me facilite el trabajo a mí como cirujana mejora la calidad del trato a mis pacientes".