Son las seis de la mañana y en los pasillos, la hermana campanera está lista para cantar la copla que animará el nuevo día: "Alabado sea Nuestro Señor Jesucristo y la Virgen María, su madre. Hermanas, a la oración, a cantar las alabanzas al Señor".
Las Agustinas Descalzas de Benigánim tienen su primer momento de oración. La jornada monástica comienza con el rezo de las Laudes, Adoración ante el Santísimo Sacramento y la celebración de la Eucaristía.
Pero la vida recogida de estas monjas ha alcanzado en las últimas semanas un alto grado de notoriedad. Se debe a la ventana que han abierto en las redes sociales para lograr un objetivo: hacer Santa a la Beata Inés difundiendo sus milagros. No les va nada mal. Tienen 8.454 seguidores en Instagram y alcanzan los 2.530 suscriptores en YouTube.
Estas hermanas influencers combinan su faceta contemplativa con la comunicadora. Su vida es contemplativa y claustral. Se dedican a la liturgia, la oración y la fraternidad en un espacio donde se condensan todas sus actividades. Pero lo comunican online. "Con un dar y recibir que en nuestro caso pasa no pocas veces a través de la acogida en la casa de oración y la casa recuerdos de la Beata Inés", explican en su página web.
La Beata Inés se encuentra muy presente en sus vidas. Nació en Benigànim en 1625. Dotada de una "inusual sencillez y humildad" ingresó en el convento de las Agustinas en 1643, profesando en 1645, cuando fue admitida como hermana.
En este momento desempeñó los trabajos más arduos de la comunidad con "gran alegría" y pasó su vida en oración constante. La noticia de sus virtudes fue motivo de que su nombre fuera conocido entre los valencianos.
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Falleció el día de su patrona, el 21 de enero de 1696. La devoción de los fieles se ha volcado en los milagros que ha realizado. Tanto es así que las Agustinas Descalzas, antes reticentes, han cambiado su mentalidad y su objetivo es canonizarla.
Para demostrar su 'buen hacer', las monjas consideraron publicar testimonios de personas que habían recibido su 'gracia'. Lo han hecho mediante una novena de vídeos publicados en su canal de YouTube que ellas mismas editan y publican.
El 26 de febrero de 1888, el Papa León XIII reconoció su santidad al beatificarla. Sin embargo, el proceso está por el momento paralizado, a la espera de hacerla Santa.
Desde entonces la devoción a la Beata ha ido in crescendo; evidencian el fervor popular que se le profesa en su festividad anual del 21 de enero que tiene como núcleo primordial el convento.
El día en el convento
El resto del día, excepto la hora de recreación después de la cena, transcurre en silencio, unido el trabajo y el estudio de la oración que realiza cada una. Es la tarea que les encomienda la Madre Iglesia en nombre "de todos y por todos".
En la soledad y el silencio, mediante la escucha de la Palabra de Dios, el ejercicio del culto divino, la ascesis personal, la oración, la mortificación y la comunión en el amor fraterno orientan su vida y actividad a la contemplación de Dios.
Por otra parte, su labor también consiste en la atención a la casa de oración, a las hermanas ancianas, la casa, la huerta, el jardín del monasterio y la tienda donde se venden objetos religiosos.
Y así, con sus quehaceres diarios, se dedican a las redes sociales para divulgar contenido religioso y relacionado con la Beata Inés.