Fernando Martínez Castellano, en su toma de posesión. Efe

Fernando Martínez Castellano, en su toma de posesión. Efe

Valencia POLÍTICA

Así fue la purga de González y Guerra que acabó en 5 meses con Martínez Castellano, el alcalde efímero de Valencia

El fallecido este lunes fue víctima del cataclismo de 1979, cuando el PSOE se borró el adjetivo 'marxista'. El aparato cercenó críticos sin importar su rango.

20 mayo, 2024 20:06
Valencia

"Fue una purga de Felipe González y Alfonso Guerra". Así de sucinto resume Vicent Garcés, concejal socialista y portavoz municipal de la época, lo que le ocurrió a Fernando Martínez Castellano, el primer alcalde de Valencia elegido en las urnas tras la muerte de Franco. El dirigente falleció este lunes a los 82 años

La legitimidad democrática le sirvió de poco al dirigente. Le sepultó una ola mucho más poderosa en aquella época de inmadurez democrática: la mano de hierro de su partido tras el regreso al poder orgánico de Felipe González en 1979.

Mucho se ha escrito sobre aquel año histórico para el socialismo. Fue el ejercicio en el que decidieron borrar el marxismo de su definición para adecuarse a los tiempos de moderación que se vislumbraban en el horizonte. Los modos, sin embargo, carecieron totalmente de mesura en decisiones como la que tuvo lugar en Valencia.

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"Lo que pasó sería impensable en la actualidad. La ley permitía al partido decidir sobre sus representantes públicos. El PSOE podía poner y quitar a sus alcaldes. Y así lo hizo", relata Garcés.

Fernando Martínez Castellano fue el cabeza de lista del PSOE a las elecciones municipales de abril de 1979, y el resultado le permitió acceder a la vara de mando. Las tensiones entre el aparato del partido y el llamado "sector crítico" -después rebautizado como Izquierda Socialista- estuvieron presentes incluso en la configuración de las listas.

Los discípulos de Martínez Castellano recordaban este lunes cómo Alfonso Guerra, desde la Ejecutiva Federal del PSOE, introdujo un cambio nada sutil. Elevó del puesto 32 al 2 a su hombre afín, Ricard Pérez Casado.

Apenas un mes después de aquellas elecciones, se produjo, en mayo de 1979, el enclave fratricida del PSOE, su 28 Congreso. González y Guerra se enfrentaban a la corriente crítica de Pablo Castellano y Tierno Galván.

Los socialistas valencianos, con Fernando Martínez Castellano como miembro destacado por su condición de alcalde electo, tuvieron el arrojo de posicionarse contra el aparato. La oposición fue rotunda en la federación valenciana, según recuerda Garcés.

Fue tal el choque entre facciones que ni Felipe González ni sus opositores internos se consideraron capacitados para presentar una propuesta de ejecutiva. La solución fue la creación de una gestora que convocó un nuevo congreso para septiembre de 1979.

A juicio de Garcés, aquella gestora en absoluto ejerció de árbitro imparcial. Tomó decisiones controvertidas como permitir que el cabeza de delegación votara por toda su delegación. "Al votar por toda Andalucía, el voto de Alfonso Guerra representaba el 25% del partido", recuerda el histórico concejal valenciano.

Entre las ofensivas de aquella gestora para allanar el regreso de Felipe González, según el edil, se tomaron decisiones como la recuperación del partido en la Comunitat Valenciana.

Presuntas irregularidades en la contabilidad del PSPV-PSOE, pese a que "jamás fueron probadas ni investigadas", fueron argumento suficiente para expulsar a Martínez Castellano del partido y de la alcaldía ese mismo mes de septiembre, solo cinco meses después de llegar al poder. "Suena imposible. En la actualidad lo podrían expulsar del PSOE, pero jamás de la alcaldía. Pero entonces era así", rememora Garcés.

Y así ocurrió. El número dos, aupado previamente en la lista por Alfonso Guerra, se convirtió en primer alcalde socialista de Valencia que se recuerda tras el franquismo. Martínez Castellano se vio relegado a la anécdota. Muchos jóvenes descubrieron este lunes su existencia al conocer su muerte.

¿Le dio tiempo a tomar alguna decisión para la posteridad? "Apenas pudo jurar el cargo y elegir a sus concejales", lamenta Garcés. Con él se impulsó una actuación de urgencia para la conservación de grandes monumentos de Valencia como las Torres de Serranos o La Lonja, gravemente degradados durante la dictadura.

Pero la misma se ejecutó con la vara de mando ya en manos de Ricard Pérez Casado, con el que Vicent Garcés dejó de ser el portavoz, pero ejerció de concejal de Relaciones Institucionales. Con él, del que destaca su "magnífica gestión", mantuvo una "excelente relación".

"Servicio público"

La alcaldesa de València, María José Catalá (PP), expresó este lunes sus condolencias a familiares y allegados de Fernando Martínez Castellano, "que ha dedicado su vida al servicio público y ha sido referente histórico y político de la ciudad", según subrayó el consistorio en un comunicado.

Catalá, en nombre "de toda la corporación y de la ciudadanía en general", manifestó "el pesar por la pérdida de esta figura clave en la transición democrática". El Ayuntamiento decretó tres días de duelo oficial, desde este lunes y hasta el miércoles 22 de mayo, en los que las banderas del edificio municipal permanecerán a media asta, en señal de respeto y de recuerdo de quien "forma parte indiscutible de la historia de la historia de la ciudad".

Así constará en el acta del pleno que, convocado con carácter extraordinario, se celebrará este martes a las 10.30 horas, en el Salón de Cristal, tras una reunión de la junta de portavoces, en la que se impulsará una moción conjunta "de pésame y reconocimiento".

Durante los tres días de duelo oficial, el Ayuntamiento suspenderá todos los actos organizados por el consistorio y pondrá a disposición de la ciudadanía un libro de condolencias para que valencianos y valencianas coloquen sus palabras de "honra y tributo" hacia Martínez Castellano, así como recuerdos y palabras de pésame para sus familiares.

Este libro permanecerá expuesto en el Salón de Cristal el martes desde las 12.00 hasta las 14.00 horas, y desde las 17.00 hasta las 20.00. El miércoles también estará a disposición de la ciudadanía por la mañana, desde las 10.00 hasta las 14.00, y por la tarde, con el mismo horario que el día anterior.

Tras conocer la noticia, el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón (PP), ha lamentado "profundamente" el fallecimiento de Martínez Castellano. "Su legado perdurará en la historia de nuestra ciudad", aseguró en un mensaje en sus redes sociales, al tiempo que trasladó sus condolencias a su familia y seres queridos.

Por su parte, el exalcalde de Valencia Joan Ribó (Compromís) destacó que el legado de Fernando Martínez Castellano "inició el camino de la transición en nuestra ciudad", y envió abrazo a la familia y a los amigos del difunto.