Mario Olivares, en una imagen de archivo. EE

Mario Olivares, en una imagen de archivo. EE

Valencia TRIBUNALES

Juzgan al consultor inmobiliario Mario Olivares, acusado de maltratar a su exmujer y amenazarla

El empresario niega los hechos denunciados, mientras que su expareja solicita penas de hasta 6 años de prisión y la Fiscalía, libertad vigilada.

7 junio, 2024 02:24
Valencia

El conocido consultor inmobiliario, Mario Olivares, fue juzgado este jueves por supuestos delitos de maltrato habitual, lesiones y amenazas leves a su exmujer en un juzgado de Valencia.

Los hechos se habrían producido entre los años 2021 y 2022, y el empresario se enfrenta a una petición de pena por parte de su anterior pareja de seis años de prisión por los diferentes delitos, según confirmaron a EL ESPAÑOL fuentes judiciales.

Olivares negó los hechos y su defensa pidió la libre absolución en el juicio, según esta información. La expareja de Olivares, además, solicita una orden de alejamiento de 500 metros por un periodo de cinco años, así como la privación del derecho a la tenencia y porte de armas por un tiempo de cuatro años.

La Fiscalía solicitó inicialmente cinco años de prisión, pero en el juicio rebajó su petición de pena y la modificó por la libertad vigilada al considerar que no eran habituales. Los supuestos malos tratos se produjeron durante el proceso de divorcio de la pareja.

Condena previa

Mario Olivares ya fue condenado por un delito leve de vejaciones contra su expareja.

En concreto, el consultor inmobiliario está condenado por sentencia, de fecha 8 de marzo de 2022, del Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 2 de Valencia por un delito de vejaciones injustas a su esposa.

El delito de vejaciones injustas se comete cuando se causa injuria o vejación injusta de carácter leve a determinadas personas del núcleo familiar o de convivencia del agresor. 
 
Este delito se comete por comportamientos que consisten en provocar padecimiento a su pareja sentimental, molestándola o perjudicándola con insultos y agresiones verbales. Pero sin llegar al maltrato habitual, que es el tipo penal por el que Olivares ha sido ahora otra vez juzgado y está pendiente de sentencia.

Al tratarse de un delito leve, la pena consistió en una localización permanente, por lo que ya ha sido liquidada.

Segundo juicio

La víctima inició otro proceso penal para denunciar a Olivares por los supuestos delitos de maltrato habitual, lesiones y amenazas leves.

Según esta información, las supuestas amenazas empezaron en el mes de julio del año 2021.

La exmujer de Olivares denunció en el juzgado el envío reiterado de mensajes a su teléfono móvil en los que le decía "sois malas personas, paletos, interesados, falsos, y no tenéis ni puta de muchas cosas de la vida. Me has matado".

Durante ese tiempo, el consultor también le habría dicho a su exmujer que era una "mala persona" y "arderás en el infierno junto a tu familia". "Sólo produces daño, mucho daño", añadía en el mensaje.

Unos meses después, en octubre de 2021, la exmujer se encontraba en el domicilio familiar, y Olivares la echó de casa, según la información a la que ha tenido acceso este medio.

Al parecer, durante el altercado, la echó de la vivienda conyugal con improperios como "sinvergüenza" y le lanzó la piel de un plátano. Cuando la mujer se disponía a salir de la vivienda para evitar un incidente mayor, accedió de nuevo a la casa porque se había dejado las llaves dentro.

Al entrar a recogerlas, el acusado, supuestamente, le propinó un empujón con la propia puerta de entrada del domicilio y le causó lesiones, en concreto, un hematoma que requirió varios días de recuperación.

Además, una noche de en noviembre de ese mismo año, Olivares le habría dicho a su exmujer, en presencia de su familia, que era "un bicho de mucho cuidado", "mala persona" y que "otro en su lugar ya le hubiera arrancado la cabeza cuatro veces, llamándola también sinvergüenza".

Unas semanas después, le dijo que le pegaría "dos hostias y de paso te arranco la cabeza", siempre según esta información.

Varios de los episodios que fueron juzgados este jueves tuvieron lugar en presencia de la familia de la víctima. Olivares habría dicho de su anterior pareja que era una "golfa, sinvergüenza y zorrón, que otro en su lugar ya le hubiera arrancado la cabeza, que lo tenía en el juzgado de lo penal desde el mes de mayo, que la tendría que haber matado", según apuntaron fuentes judiciales.

En 2022, Olivares habría seguido a su exmujer hasta un hospital localizado en la ciudad de Valencia para seguir con las amenazas e insultos.

"Destrucción psicológica"

En el juicio, la víctima aseguró que los hechos tuvieron lugar mientras el acusado desplegaba supuestas actuaciones encaminadas a su "destrucción psicológica".

Estas actuaciones consistieron en el envío de correos electrónicos relatando los pormenores de la crisis matrimonial a amigos comunes, familia, profesores y hasta el Arzobispado de Valencia.

Igualmente, la víctima denunció que Olivares la dejó sin el único vehículo con el que contaba y que la estranguló económicamente.

Pruebas

En el juicio se exhibieron todas estas pruebas y declararon testigos que refrendaron la versión de la víctima.
 
Además, la acusación aportó periciales del Instituto de Medicina Legal (IML) y declaró como perito el personal del Centre Dona 24 hores de la Dirección General de l'Institut Valencià de les Dones de la Generalitat que trabajó en este caso.

Por otra parte, en el juicio se exibió un parte médico por violencia, los correos, mensajes y grabaciones con los supuestos malos tratos denunciados.
 
En el juicio, la víctima pidió ser asistida por personal de la oficina de víctimas de la Ciudad de la Justicia de Valencia y ser resguardada por un biombo que le impidiera el contacto visual con el acusado.

Por todos los presuntos hechos, la víctima ha recibido tratamiento psicológico, al haberse producido en la misma un daño que derivó en estrés postraumático y ansiedad.

Defensa

Olivares, tras descartar inicialmente a realizar declaraciones, trasladó finalmente su versión de los hechos a este periódico. El acusado limitó los hechos enjuiciados al año 2021 y aseguró que el juicio ha llegado a celebrarse porque él no accedió "a un chantaje económico de su expareja" para retirar dichas acusaciones. El caso, a su parecer, responde a "un móvil únicamente económico".

"No es cierto que la eché de casa, y evidentemente es mentira que le lancé la piel de un plátano", defendió sobre ambos aspectos abordados en el juicio.

Según agregó, "salió de la vivienda porque vivía con sus padres, y es falso que hubiera una agresión física". "Mi hija mayor ha testificado a favor de su padre, es un dato fundamental", subrayó sobre la vista oral.

"El personal de servicio también refrendó mi versión y se exhibieron todas las herramientas a mi favor y defensa", dijo, al tiempo que negó tajantemente el "estrangulamiento económico" que se le atribuye.

El acusado también lamentó el uso del biombo en el juicio. Lo consideró "una estrategia más de teatralización de la presunta víctima". "Nos vemos todas las semanas sin que haga falta biombo", contrapuso.

Respecto a la petición de pena de su expareja, matizó que los seis años de prisión corresponden a la suma de petición de pena de varios delitos, no una única solicitud.

Y sobre la comunicación a terceros del conflicto de la pareja, Olivares argumentó que respondió a la difusión realizada por su exmujer "a amigos comunes" e incluso "a empleados" del empresario. 

Olivares es un empresario respetado en Valencia. Es licenciado en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid y MBA por ICADE.

Es el fundador del destacado grupo Olivares Consultores, una empresa que se ha situado en pocos años entre las principales firmas inmobiliarias de la ciudad y su área metropolitana, con una presencia importantísima en los mercados tanto comercial como residencial y logístico.