El pueblo más pequeño de España se llama Llocnou de la Corona, está a 7 kilómetros de Valencia y casi cabe dentro de un campo de fútbol. Es tan diminuto que tiene prohibido crecer porque ya no le queda ni un metro cuadrado de término municipal. En plena crisis por el precio de la vivienda, Llocnou de la Corona se ha quedado sin casas vacías y el ayuntamiento no ha previsto en los presupuestos de este año ingresar ni un solo euro por licencias de obras.
"Estamos bloqueados, no podemos crecer porque nos hemos quedado sin volumetría", confirmó en declaraciones a EL ESPAÑOL Rubén Molina, concejal de Hacienda, Empleo y Proyectos Europeos. Solo se están realizando "reformas parciales" de las casas existentes, pero no se contempla la construcción de ningún edificio porque no hay parcelas disponibles. "No hay un metro cuadrado disponible", reconoció Molina.
Llocnou de la Corona cuenta con una superficie de apenas 12.800 metros cuadrados de superficie. Si dividimos su extensión entre los 112 habitantes de este municipio situado al sur de Valencia, cada uno de ellos podría contar con tan solo 114 metros cuadrados de suelo, lo justo para una vivienda en un pueblo.
"El otro día no saltó una alarma porque se ofrecía un piso turístico ubicado en nuestro pueblo a través de una plataforma especializada. Nos pusimos en contacto con la oferta para saber en qué punto se encontraba porque tampoco tenemos capacidad para ofrecer este tipo de alojamientos y no estaba inscrita en el censo municipal. Finalmente, todo se trató de un error y la vivienda en realidad se encontraba en un municipio vecino", relató el concejal Molina.
Esta localidad se encuentra con la paradoja de no tener viviendas vacías pese a que muchas familias han mostrado interés en instalarse allí. El mayor encanto de Llocnou es el de ser un pueblo tranquilo, a pocos kilómetros de una gran urbe como Valencia y rodeado de centros comerciales, comunicaciones y multitud de superficies industriales. Desde 2022, ostenta el título del pueblo más pequeño de España, superando al municipio de Emperador, también en Valencia.
Pese a las limitaciones que impone su superficie, los vecinos no piensan en unirse a otra población, incluso consideran un insulto a sus antepasados que alguien pueda plantear que renuncien a su historia como municipio independiente.
"Somos una gran familia y la gente de fuera que viene a vivir se adapta a nuestro estilo de vida. Siempre nos hemos ayudado los unos a los otros y tenemos buena relación", explicó a este periódico una de sus vecinas.
"Aquí la vida es muy tranquila y, en cuanto a comunicaciones, no podemos pedir más. Estamos pegados a Valencia y, si no tienes vehículo o eres una persona mayor y tienes que desplazarte al médico, puedes coger un taxi.
Todo el término municipal de Llocnou ya está construido y sus calles son peatonales. No hay escuela ni centro de salud. Solo cuenta con un comercio, la farmacia del pueblo, y un laboratorio de prótesis dentales. El pueblo es tan pequeño que no hay ni bar. Pero al estar situado en medio de una gran zona industrial, están a un paso de los servicios que ofrece una gran capital, de ahí que muchas familias hayan mostrado interés en trasladarse a vivir en este singular pueblo. Es decir, hay demanda, pero no oferta.
"Aquí no estamos en medio de la montaña alejado de los servicios, pero nuestro principal problema es que no tenemos término municipal y no podemos crecer. Si cruzas una calle estás en Sedaví y si vas por otra, ya estás en Alfafar", recordó otro vecino.
El presupuesto municipal del Ayuntamiento de Llocnou de la Corona ronda los 60.000 euros y no establece el ingreso de tributos por la construcción de edificios.
"Se han realizado en los últimos tiempos reformas parciales, como intervenciones en las fachadas o patios interiores de las casas, pero no para hacerlas más grandes o demoler una vivienda familiar para levantar un edificio. En ningún caso las reformas se plantean para hacer las casas más grandes porque ya no se puede", manifestó el concejal Rubén Molina.
Más subidas
Los datos del segundo trimestre de 2024 de la Cátedra Observatorio de la Vivienda de la Universitat Politècnica de València arrojan, de nuevo, una fuerte alza en el precio de la vivienda en la ciudad de Valencia tanto de compra de obra nueva como de alquiler. El máximo nacional en el crecimiento de los precios de alquiler lo ha registrado la ciudad de Valencia con más de 15 €/m2 y una media que supera los 1.600 € de cuota mensual, según informó la cátedra este miércoles en un comunicado.
Mientras tanto, la vivienda de obra nueva en la ciudad de Valencia ha experimentado una subida de precio del 7,37%. Este aumento, registrado en solo tres meses, sitúa el precio medio de una vivienda de obra nueva en la ciudad en 3.422 €/m2.
Esta escalada de precios se produce mientras el número de viviendas a la venta sigue descendiendo a niveles insostenibles, tal y como viene advirtiendo el Observatorio y anticipa escenarios muy complicados en los próximos trimestres.
Desde 2018, la Cátedra Observatorio de la Vivienda de la Universitat Politècnica de València "alerta de la deriva que el desequilibrio de la oferta y la demanda estaba tomando, y que no anticipaba nada bueno: lo que hoy es un clamor, durante estos años se ha negado de manera sistemática. Ahora, tras la cruda evidencia, pero sobre todo por las movilizaciones e impacto social que están por venir, es cuando se considera que algo hay que hacer", declaró Fernando Cos-Gayón, director de este observatorio.