Carmen Algora de Sanjuan, la primera mujer que presidió una federación deportiva en España, murió este viernes 2 de agosto en Alicante tras una larga enfermedad a los 78 años de edad. Algora fue pionera al presidir la Federación Española de Gimnasia entre 1984 y 1991.

Así lo confirma a EL ESPAÑOL la familia de la fallecida, que destaca "su ascenso a posiciones de liderazgo en una época y un ámbito predominantemente masculinos". "Tuvo una relevancia significativa en la lucha feminista de la época y marcó el camino que otras han seguido", subrayan.

Tal fue la relevancia de su nombramiento que, 30 años después, apenas unas pocas mujeres han llegado a presidir federaciones deportivas en España. Julia Casanueva San Emeterio ocupó la presidencia de la Federación de Vela entre 2015 y 2021, y Asunción Loriente Pérez es la presidenta de la Federación Española de Remo desde 2021.

Además, Elisa Aguilar se convirtió en 2023 en la presidenta de la Federación Española de Baloncesto, un nombramiento considerado un nuevo hito por tratarse de la máxima representante de una federación muy mediática. Relevó a Jorge Garbajosa, quien después se convirtió en presidente de la FIBA.

Carmen Algora fue, además, la primera presidenta de la Unión Iberoamericana de Gimnasia, miembro del Comité Olímpico Español, miembro de la ejecutiva de la Federación Internacional de Gimnasia y del Consejo Superior de Deportes.

Carmen Algora, felicitada por Juan Carlos I. Cedida

En 1992 fue condecorada con la Medalla de Plata al Mérito Deportivo por su contribución a la organización y desarrollo de las competiciones deportivas de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Barcelona.

Carmen Algora nació en Madrid el 11 de octubre de 1945, y pronto encontró su pasión por la gimnasia. En 1966 se licenció como profesora de Educación Física. Lo logró en una época en la que pocas mujeres accedían a estudios superiores en disciplinas deportivas. En 1974, junto con su compañera de carrera Manuela Fernández del Pozo, cursó los títulos de Jueza y Entrenadora en la Federación Internacional de Gimnasia.

Ese mismo año, Carmen Algora fue seleccionada por la Federación Española de Gimnasia como entrenadora del equipo nacional junto a la búlgara Ivanka Tchakarova, para trabajar en la preparación del equipo y selección española de gimnasia rítmica de cara al Campeonato del Mundo de Madrid en 1975. Fue el inicio de una carrera ascendente que la llevaría, ya en los años 80, a la cúspide de esta disciplina deportiva.

Carmen Algora, junto a Manuel Fraga y Alfredo Goyeneche. La única mujer en un mundo masculino. Cedida

Ya en 1984, Carmen Algora se convirtió en presidenta de la Federación Española de Gimnasia, nombramiento con el que rompió el techo de cristal. Nunca antes una mujer había presidido una federación deportiva. Bajo su liderazgo, la gimnasia rítmica española organizó eventos como el Trofeo Ciudad de Barcelona o el Mundial de Gimnasia Rítmica de Valladolid en 1985.

Algora pasó la fase final de su vida en las ciudades de Valencia y Alicante. Residió en ambas. En esta última ciudad impulsó el Centro de Tecnificación de Gimnasia. En 1986, el Consejo Superior de Deportes aprobó la construcción de este centro, impulsado personalmente por Algora. La mitad del presupuesto para la construcción procedió del Consejo Superior de Deportes, mientras que la mitad restante la aportó la Generalitat Valenciana. 

A Carmen Algora se le atribuyó el apodo de Dama de Hierro por la firmeza de su dirección, pero sus allegados también destacan de ella su diplomacia y capacidad de liderazgo. "Su gestión fue crucial para el desarrollo de la gimnasia en España. Sentó las bases para que el país lograra su primera medalla olímpica en gimnasia rítmica en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992", subrayan.

Carmen Algora con Juan Antonio Samaranch y Antonio González, del CD Montemar de Alicante. Cedida

Fue la plata lograda por Carolina Pascual en el concurso completo individual, solo un año después de que Carmen Algora abandonara la presidencia de la federación.

"Este logro histórico fue el resultado de su trabajo previo en el desarrollo y profesionalización de la gimnasia rítmica española durante su mandato. Sentó las bases para que España pudiera competir al más alto nivel internacional y obtener resultados históricos en los Juegos Olímpicos", explica su familia.

Su entorno la despidió este viernes en Alicante "agradecido por su pasión, su determinación y su incansable trabajo por la gimnasia y por las mujeres en el deporte". "Su legado perdurará en cada rincón de los gimnasios de España", concluyen.