Así lo ha denunciado a EL ESPAÑOL Adrián Plazas, CEO de General Drones, la empresa que ha desarrollado esta tecnología. Lamenta que existe una "falta de concienciación" en cuanto a este problema y defiende que la eficacia del dron está más que probada: en la campaña estival de 2022 intervino en 189 situaciones de emergencias y salvó la vida de 16 personas.  

La Generalitat Valenciana llevó a cabo un programa piloto en el año 2021 para aplicar esta herramienta a las labores de rescate marítimo. Ante los buenos resultados de la primera edición (cuando se salvaron 6 vidas), se prorrogó un año más y se duplicó el número de playas participantes.

De esta manera, esas aeronaves no tripuladas estaban presentes en 6 localidades de Valencia: Cullera, Gandía, La Pobla de Farnals, Miramar, Piles, Alboraia; 6 de Castellón: Borriana, Vinaròs, Peñíscola, Moncofa, Alcalà de Xivert y Oropesa; y 8 de Alicante: Altea, Benidorm, Dénia, Orihuela, Santa Pola, Xàbia, Guardamar del Segura y El Campello.

Sin embargo, las competencias de vigilancia de playas son municipales, por lo que, con el cambio de gobierno en la Generalitat y el fin de este programa, la decisión de si contratar o no el servicio de drones dependía de cada Ayuntamiento.

"Ningún municipio que lo probó en el marco de esta colaboración, decidió contratar el servicio, pese a que les hicimos una oferta con precios más baratos", afirma el responsable de la empresa.

Disponer de uno de estos drones en las playas cuesta, según explica, unos 10.000 euros al mes, una cifra que considera muy asequible teniendo en cuenta los presupuestos municipales.

Al respecto, confirma que solo están presentes en las playas de Sagunto, gracias a un convenio pionero que firmaron con el Ayuntamiento en 2017, mucho antes de la iniciativa de la Generalitat. Allí hicieron el año pasado 45 actuaciones de emergencia.

"Sagunto demuestra que se reduce el índice de ahogamientos, porque el dron está concebido para llegar antes a la persona que está en riesgo", subraya.

El CEO de General Drones, Adrián Plazas. EE

La aeronave no tripulada alcanza a la víctima en tan solo 5 segundos y le lanza un chaleco salvavidas que le permite esperar a los socorristas en condición de flotabilidad.

Plazas reflexiona sobre el alto número de ahogamientos que hay en nuestras playas y la necesidad de que las instituciones apuesten por combatir estas cifras. En esta línea, señala que el dron "ayuda" y considera insuficientes las explicaciones de los consistorios de que cuentan con otras herramientas como motos acuáticas o de que no disponen de suficiente presupuesto.

"Es fundamental que nos concienciemos en la importancia que tiene la seguridad en las playas, más teniendo en cuenta que el motor económico que es nuestro turismo", reflexiona.

Además, para Plazas, "toda herramienta para salvar a personas hay que tenerla en cuenta". "Nos aporta más de lo que cuesta. Compensa y mucho", concluye.

Empresa en riesgo

Esta situación ha llevado a la empresa al límite. Se han visto obligados a despedir a 14 ingenieros que trabajaban en el desarrollo del aparato y su supervivencia está en riesgo.

La historia de la General Drones parece sacada de una película americana. Dos amigos, socorristas, licenciados en ingeniería por la Universidad Politécnica de Valencia, tras un rescate que salió mal y acabó con una mujer ahogada, empezaron a imaginar cómo aplicar las nuevas tecnologías para la protección de las playas.

El dron sobrevuela la playa de Sagunto. EE

Con menos de 30 años, Adrián Plazas y Enrique Fernández fundaron la compañía. Pidieron un préstamo de 10.000 euros y empezaron a crear el dron en un garaje en Sagunto prestado por unos amigos.

A partir de ahí, consiguieron más financiación externa y en 2015 el primer prototipo ya estaba listo. Con él, ganaron un premio del Ayuntamiento de Valencia a empresa más innovadora.

Dos años más tarde, el Ayuntamiento de Sagunto implantó el servicio, convirtiéndose en la primera playa del mundo en contar con drones de salvamento.

Imagen de archivo de una actuación por una persona ahogada en una playa de Valencia Efe/ Biel Aliño

El éxito del proyecto fue tal que llegó incluso al Washington Post. Ahora, pese a las dificultades, no se rinden. "Tenemos esperanza porque se ha demostrado que salvan vidas. Estamos siendo pioneros a nivel mundial y seguiremos luchando", subraya, y afirma que están plateándose ampliar las miras y salir de la Comunitat Valenciana.

Este mes de julio se registraron 16 muertos, lo que sitúa a la Comunitat Valenciana con la autonomía con más ahogamientos mortales. 

Además, según los datos recogidos en el Informe Nacional de Ahogamientos (INA) que elabora la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo, en lo que va de año el número asciende a 43 personas. Se trata de una cifra que se acerca a los 46 fallecidos de todo el año 2023, pese a que aún queda la mitad del verano.