La "guerra de sombrillas" que se libra todos los veranos en las playas valencianas parece que está llegando a su fin en las principales zonas turísticas de la Comunitat Valenciana.

Es el caso de Gandía, que este verano, según confirman fuentes del Ayuntamiento a EL ESPAÑOL, no han tenido que poner ninguna sanción para evitar que haya quien madrugue con la única intención de plantar la sombrilla y dejar las sillas y reservarse así un sitio en primera línea.

Este año, después de que la lucha contra esta práctica se intensificara a partir de 2016 con más vigilancia, el problema "está controlado" y "la gente se comporta", destacan dichas fuentes.

La ordenanza municipal establece en su artículo 56 la prohibición de dejar instalados en la arena sombrillas, sillas y mesas "siempre que no se encuentren presentes sus propietarios, solo por el hecho de tener reservado un lugar en la playa".

El texto señala, además, que los empleados municipales o la Policía Social podrá retirarlos y depositarlos en las dependencias municipales. "Solo podrán ser devueltos a sus dueños cuando presenten un justificante que acredite su propiedad", reza la normativa municipal.

Primera línea de playa de El Campello. EE

Además, recoge que "el infractor deberá hacer efectiva, en su caso, la sanción antes de retirar los utensilios". La ordenanza recoge esta práctica hasta la fecha tan habitual para muchos como infracción leve, es decir, la cuantía de la multa asciende a los 750 euros.

Gandía no es la única localidad de costa en la provincia de Valencia que contempla sanciones por abandonar las sombrillas y las sillas en la playa a primera hora de la mañana. Cullera, otro de los principales focos turísticos de la provincia, también aprobaron este tipo de sanciones.

De hecho, desde el Ayuntamiento confirmaron a este periódico que desde hace varios veranos ya no existe este problema en sus playas. 

Sombrillas y sillas sin dueño solo para reservar sitio este agosto en Benicàssim. EE

Fuentes del consistorio señalaron que el Ayuntamiento realizó durante varios veranos actuaciones disuasorias y en los últimos dos o tres años no se han producido actuaciones policiales destacadas. Las multas que marca su ordenanza oscilan entre los 300 y los 750 euros.

Otras playas como las de Valencia o Sagunto también establecen multas por estos hechos, que van entre los 150 de Sagunto o los 750 euros de Valencia. Esta es la misma sanción que en Benicàssim o Peñíscola, en la provincia de Castellón. 

A qué distancia del agua se pone la toalla también es otro de los conflictos que se dan en algunos puntos de la Comunitat Valenciana.

Precisamente, el Ayuntamiento de El Campello (Alicante) comunicó la pasada semana que está estudiando medidas para que los bañistas respeten la franja de seis metros que marca la ley. Se trata de una distancia de seguridad para el paseo de los usuarios por la orilla y para los servicios de emergencias. 

En los últimos años, muchos gobiernos locales se han tomado muy en serio esta costumbre que genera conflictos entre los bañistas y han aprobado sanciones en sus ordenanzas. 

El uso de las playas está regulado por la Ley de Costas, sin embargo, los ayuntamientos pueden aprobar sus propias normas de uso y de convivencia. 

¿Qué está prohibido en las playas?

Las ordenanzas municipales que regulan el uso de las playas y establecen las prohibiciones coinciden en la mayoría de las normas.

En las playas valencianas está prohibido, por ejemplo, usar aparatos sonoros o instrumentos musicales cuando por su volumen provoquen molestias a las personas, lavarse en el mar o la playa utilizando jabón, acampar o hacer fuego.

Tampoco está permitida la evacuación fisiológica en el mar o en la playa, la pesca en lugar de la playa o en época u horarios no autorizados o bañarse cuando esté izada la bandera roja.