La alcaldesa de Valencia, María José Catalá, junto a Juanma Badenas (Vox). Rober Solsona / EP
La alcaldesa Catalá mantiene de momento a Badenas en el gobierno municipal pese a ser apartado por Vox
Vox decide no pedirle el acta a su concejal tras su inhabilitación temporal, a la espera de la resolución del Comité de Garantías.
Más información: Vox expulsa a Juanma Badenas, el portavoz de la formación en Valencia, por el presunto amaño de un contrato municipal
La alcaldesa de Valencia, María José Catalá, no tiene previsto por ahora retirarle las competencias que tiene atribuidas el teniente de alcalde y portavoz de Vox, Juanma Badenas, a pesar de que su partido le ha inhabilitado temporalmente para ejercer su cargo.
La dirección nacional de Vox decidió este lunes apartar temporalmente al concejal tras conocerse el presunto amaño de un contrato por parte del edil en favor de la empresa en la que trabaja Javier Cebrián, el marido de la delegada del Gobierno de España en la Comunitat Valenciana, la socialista Pilar Bernabé.
Tras filtrarse la noticia, la formación de Santiago Abascal decidió abrir una investigación a su concejal mediante el Comité de Garantías del propio partido, que resolvió este lunes suspenderle de sus derechos como afiliado como medida cautelar.
Asimismo, Badenas quedaría inhabilitado para desempeñar cualquier cargo o función hasta que quede resuelto el expediente disciplinario que tiene abierto.
Los 'voxistas', sin embargo, han anunciado que no reclamarán el acta a su concejal porque el proceso aún no ha concluido y la vocación de la formación es "respetar la presunción de inocencia", según explicó el portavoz nacional de Vox, José Antonio Fúster.
Ahora bien, la decisión adoptada de forma "preventiva" podría resultar firme esta misma semana, según admiten fuentes de la formación.
La maniobra de Vox con su edil pilló por sorpresa al PP, con quien gobiernan en la capital del Turia. De hecho, Catalá admitía a primera hora de la mañana que nadie de la dirección nacional se había puesto en contacto con ella para comunicarle la situación en la que quedaba Badenas.
Por ahora, por tanto, Badenas sigue siendo un miembro más del gobierno municipal, segundo teniente de alcalde y responsable de las áreas de Empleo y Formación, y Parques y Jardines.
La estabilidad del gobierno
En este sentido, el portavoz del ejecutivo municipal, Juan Carlos Caballero, se limitó a informar este lunes que, por lo pronto, el PP ha "abierto una vía para hablar" con su socio de gobierno para conocer el alcance de su decisión.
Badenas y Catalá. Rober Solsona / EP
"Lo que queremos es garantizar la estabilidad de este ayuntamiento y que los ciudadanos no se vean afectados por las decisiones que toman los partidos; que la gestión no se vea interrumpida", puntualizó.
Un mensaje inequívoco. A pesar de que el PP fue la lista más votada en las elecciones de 2023 (obtuvo 13 concejales) y pudo investir en solitario a Catalá, lo cierto es que gracias a los cuatro ediles de Vox gobiernan con una ajustada mayoría: 17 concejales frente a los 16 que suma la oposición.
Si Badenas no renunciara al acta y la retuviera -es decir, que se convirtiera en un tránsfuga-, gobierno y oposición quedarían empatados en 16, lo que obligaría a Catalá a ejercer su voto de calidad como alcaldesa en cualquier decisión.
En definitiva, la gobernabilidad quedaría comprometida. Se trata de la mayor institución de España en la que Vox forma parte todavía de un gobierno desde que decidió salir de los ejecutivos autonómicos en verano de 2024.
Diferencias
Huelga subrayar que, antes de convertirse en miembro del gobierno local, el propio Badenas mostró serias discrepancias con Catalá en algunos temas capitales de gestión, como por ejemplo, el debate por el Nou Mestalla.
La distancia entre ambos sobre el nuevo estadio era evidente. E, incluso, una vez dentro del ejecutivo, el PP se tuvo que apoyar en la oposición -PSPV y Compromís- para sacar adelante las fichas urbanísticas por no encontrar acuerdo con sus socios voxistas.
Por lo que, si se produjera una salida de Badenas del gobierno, la división sobre algunos grandes proyectos del mandato quedarían manifiestos y podrían encallar. Más aún si, junto a la salida de Badenas, también se produjera la marcha de la concejala Cecilia Herrero, con quien actualmente mantiene una relación.
Grupo Vox en el Ayuntamiento de Valencia. EE
Por lo pronto, en el gobierno local aguantan la respiración a la espera de que Vox adopte una decisión definitiva. Compromís y los socialistas, no obstante, ya han reclamado a la alcaldesa que tome medidas y expulse a Vox del ejecutivo.
"Estamos ante una grave crisis de gobierno municipal. Está clarísimo que Vox llevó la corrupción a dentro de las instituciones y Catalá es la principal responsable de haber abierto las puertas a Vox", censuró este lunes la portavoz de la coalición, Papi Robles.
La edil de Compromís reprochó a Catalá que siga "pensando cómo actuar" tras "conocer la semana pasada todas las formas de actuar de Badenas y la malversación y corrupción de Vox".
A su juicio, con ello demuestra "una enorme incapacidad para tomar decisiones", cuando "Vox no puede pasar ni un día más con sus manos en el dinero de los valencianos".
El PSPV también reprobó a la alcaldesa de la ciudad por mantenerlo al frente de sus competencias. Pero, en esta ocasión, no lo hizo con tanta dureza como en ocasiones anteriores, pues la investigación afecta a un contrato adjudicado al marido de la delegada del Gobierno, la socialista Pilar Bernabé.
El portavoz de los socialistas, Borja Sanjuán, tachó de "indigno" que "Vox se haya atrevido antes a expulsar a Badenas que Catalá a expulsarlo del Ayuntamiento".
"Que haya tenido que venir a meterle prisa a Vox dice mucho de la altura como alcaldesa que está teniendo en los últimos meses", lamentó Sanjuán.
