Ribera ultima la compra de Imske. El grupo de la compañía francesa Vivalto que preside Alberto de Rosa ha elegido este hospital de traumatología y rehabilitación para crear su primer centro hospitalario en la ciudad de Valencia. Su intención es, además, ampliar en el futuro las instalaciones con un edificio anexo de medicina general.
Así lo confirman a EL ESPAÑOL fuentes conocedoras de la operación. Las negociaciones consisten en el traspaso del negocio pero no del edificio. Se trata de un proyecto hospitalario impulsado hace cinco años por los hermanos Isabel e Ignacio Muñoz Criado. Su nombre es el acrónimo de instituto músculo-esquelético.
La transacción contempla la continuidad de ambos profesionales, de reconocido prestigio internacional, en el equipo médico del nuevo proyecto de Ribera.
Según la información de la que dispone este medio, el acuerdo es total, si bien no ha sido formalizado todavía. La compañía valenciana, sin embargo, rehúsa a realizar declaraciones al respecto.
El hospital encuentra en el barrio valenciano de Moreras, junto a la sede de MSC España. De hecho, directivos españoles de MSC se encuentran entre los propietarios de Imske porque el hospital se construyó en un suelo de su propiedad.
Con esta operación Ribera dará un nuevo paso hacia la sanidad privada. La firma, referente internacional de la gestión privada de la sanidad pública, acumula importantes inversiones recientes en centros hospitalarios privados.
Las mismas se han producido en paralelo al fin de las concesiones sanitarias que mantenía con la Generalitat Valenciana.
La primera fue la del Hospital de Alzira. A esta le siguió la reversión del Hospital de Torrevieja, también durante la presidencia de Ximo Puig. Y a ambas se unirá la del Hospital de Denia, iniciada durante el pasado mandato y que culminará con la presidencia de Carlos Mazón.
Respuesta a las reversiones
El anuncio de esta última, junto con la reversión del Hospital de Manises de Sanitas, se produjo el pasado mes de octubre, y Ribera ha reaccionado de inmediato con una inversión muy importante y simbólica en sanidad privada.
Además del peso que tendrá el nuevo hospital en el futuro negocio de Ribera, se trata de una inversión anhelada por la compañía. El grupo inició su andadura en Alzira (Valencia), pero carece de hospital en la provincia desde la citada reversión de 2018.
Nunca ha tenido un centro hospitalario en la Capital del Turia, donde tiene sus oficinas centrales. El carácter valenciano de la empresa, unido a la presencia en la ciudad que sí tienen en la ciudad operadores privados como Imed o Quirón, ha llevado a Ribera desde hace años a sondear el mercado en busca de una inversión como la que ahora va a materializar con la compra de Imske.