Valencia

Valencia esconde auténticos rincones naturales que son dignos de explorar, contemplar y disfrutar. La ruta de las tres cascadas de Anna, en la zona interior de la provincia, cuenta con un impresionante sendero con el que, a su paso, se encuentran ruinas y puentes de madera.

Para disfrutar de ella hay que llegar al pueblo valenciano de Anna, en la comarca La Canal de Navarrés. El municipio tiene su origen en el siglo XII, pues fue de dominio musulmán y recibió el nombre de Almohade.

Desde entonces, y hasta el pasado siglo XX, se levantaron en la zona numerosos molinos, así como distintos artefactos para la creación de textiles y otros elementos para fabricar luz.

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Estos monumentos ahora convertidos en ruina han hecho que la ruta, además de ser un "regocijo de naturaleza", según la página web Escapada Rural, ofrezca un recorrido por parte de la historia de este lugar.

La ruta senderista transcurre a las orillas del río de Anna, donde tres saltos de agua parecen brotar de las paredes rocosas. Tiene un recorrido de tres kilómetros y una duración de dos horas, aproximadamente.  

El grado de dificultad es medio-alto, ya que hay varios tramos complicados y algunas zonas inundables resbaladizas. Aun así, los niños mayores de seis años pueden realizarla.

Itinerario

Según describe Wikiloc, el itinerario comienza al final de la avenida Diputación de Anna (zona donde se puede  estacionar el vehículo). Junto al parque infantil, un panel informativo indica el punto de inicio, en el que se señaliza con marcas y balizas de color azul y blanco el recorrido.

A tan solo unos minutos del inicio de la ruta, la primera parada es la cascada Gorgo Gaspar. Sus aguas proceden de la Albufera de Anna y forman un salto, que en tiempos pasados daba energía hidráulica a una fábrica textil que había en la zona a través de una noria.

Después hay que descender por el camino empedrado inicial para hallar las ruinas de la Fábrica Miguelín. En este punto, hay que desviarse a la derecha para dirigirse hacia la cascada de los Vikingos.

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El recorrido continúa con una corta ascensión por escalones para, posteriormente, descender hasta llegar al lecho del río Anna.

Desde este lugar, para llegar a la cascada del Salto se debe continuar por la senda que transcurre paralela al propio cauce y seguirla hasta poder cruzar el río por un puente de madera. Las aguas del Salto se precipitan desde lo alto del Gorgo de la Escalera.

De aquí, seguir por el margen derecho del río conducirá directamente a la antigua central eléctrica, una zona con merenderos en la que pararse a almorzar o merendar.

Tras la pequeña parada para descansar, la ruta sigue por la derecha una vez cruzado el puente frontal de la cascada, que se dirige, de nuevo, hasta el acceso del Gorgo de la Escalera, un paraje de obligada visita.