Cafés del local valenciano.
Abre un nuevo local en Valencia en el que sirven café a mitad de precio si pronuncias una sorprendente palabra clave
Una bebida normal ronda los cinco euros y el coste se reduce a menos de tres si el cliente la pide correctamente.
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Los padres siempre han enseñado a los hijos a pedir las cosas con educación, diciendo 'por favor' y 'gracias', aunque en este local valenciano, los buenos modales pueden salir más caros.
En esta cafetería se puede pedir un café o un 'P.u.t.o' café. En el primero de los casos, el cliente pagará cerca de los cinco euros por esta bebida. Si pronuncia la palabra mágica, el precio ronda entre los dos y tres euros.
Se trata de 'P.u.t.o Café', un nuevo local valenciano que, ubicado en la calle Almazora de Valencia, ya ha conseguido ser conocido en todo el país a través de los divertidos vídeos en redes sociales.
El marketing de este local es digno de estudio, pues sin realizar publicidad tradicional han conseguido posicionarse en las redes sociales con decenas de vídeos virales de clientes pidiendo un "P.u.t.o café".
Así, ofrecen varios tipos de cafés. Por ejemplo, un café espresso cuesta 4,87 euros, mientras que un 'P.u.t.o café espresso' tan solo vale 1,80 euros.
El tradicional cortado se vende por el mismo precio, pero añadiendo la palabra mágica se reduce hasta 1,90 euros. Lo mismo ocurre con el café americano, que pasa de 4,87 a 2,30 euros.
Por otro lado, el café latte cuesta 4,87 y el 'P.u.t.o latte' tan solo 2,80 euros. Se trata de una reducción de casi la mitad del precio entre un café normal y un café pedido "con malos modales".
Con este incentivo a los clientes y el ingrediente clave de las redes sociales, es matemáticamente imposible que no triunfe.
Además, también se pueden comprar cafés a través de su página web desde cualquier punto de España, así como merchandising del local como la camiseta con el lema 'Don't Puto worry'.
La idea
Mike y Hugo, los creadores, explican en la página web del local cómo la idea surgió como otras tantas, con la clásica frase de 'No hay huevos'. Pues sí que los hubo, y les salió bien la jugada.
Relatan cómo ya tenían una cafetería de especialidad "como las que hay debajo de cada piedra en cada esquina de cada ciudad, con la misma estética minimalista, sobria y vacía de personalidad".
Los creadores del local valenciano.
Aunque tenían "bastantes clientes", confiesan que el proyecto no les llenaba del todo, y estaban "aburridos" aunque la gente "amaba el producto". Así que decidieron darle una vuelta y crear un local "con personalidad".
Y han triunfado. Aunque se trata de una palabra que algunos pueden interpretar como 'obscena' o 'de mala educación', pues los creadores de la marca dejan claro que incluso tienen haters, ellos están muy felices con sus clientes 'maleducados'.
