Paqui Llopis intenta retrasar la entrevista un día más. "Es que estoy hablando con una persona de la Generalitat, llámame en media hora si no puedes mañana", dice la alcaldesa de LLocnou de la Corona. El primer edil de Massanassa, Francisco Comes coge el teléfono desde el hospital: "Tengo tres o cuatro minutos". Ricardo Gabaldón, regidor de Utiel, busca un hueco: "Lo intentamos el jueves". Amparo Folgado, alcaldesa de Torrent, ni siquiera puede responder: "Está sin voz". Maribel Albalat, regidora de Paiporta, descuelga hastiada el teléfono, a punto de meterse en la ducha, con voz notablemente cansada: "Hablamos ya, no pasa nada...".
Ha pasado una semana desde que Carlos Mazón, Pedro Sánchez y los reyes Felipe VI y Letizia Ortiz fueran increpados y abucheados en las localidades de Valencia más afectadas por la DANA. Los vecinos les lanzaron barro, se enfrentaron a ellos, les reprocharon todos los fallos cometidos durante las fuertes riadas y, algunos, terminaron por romper los cristales del coche del presidente del Gobierno —tres personas han sido detenidas esta semana por estar relacionadas con estos hechos—.
Las protestas tenían como objetivo señalar el mal hacer político. No en vano, en toda España ayer mismo se reunieron miles de personas frente a los ayuntamientos de sus localidades para protestar por lo ocurrido. No ha habido ciudad importante en España en la que haya faltado protesta.
Sin embargo, las administraciones locales fueron las primeras en responder a la DANA, siendo los políticos que han recibido el cariño de sus vecinos. Como muestra, varios botones. La alcaldesa de Catarroja, Lorena Silvent, suspendió las clases a las 3 de la tarde por la DANA. Ricardo Gabaldón hizo lo propio en Utiel y ahora mira hacia adelante: "Lo primero es recomponer la ciudad que está rota. En 9 días se le ha dado la vuelta".
La alcaldesa de Paiporta también contesta a EL ESPAÑOL en ese sentido. "La ciudadanía ha pasado unos días muy en shock, pero ahora llega el momento de reivindicar", apunta Albalat al teléfono con EL ESPAÑOL. Pero también es momento de ofrecer información de servicio. El alcalde de Aldaia, Guillermo Luján, utiliza sus perfiles en redes sociales para informar día tras día de las últimas noticias del pueblo. Entre otras, comenta las farmacias que están abiertas.
Primera línea de batalla
Los regidores se han sentido todo este tiempo como lo que son, los primeros políticos a los que acude el ciudadano cuando tiene problemas con la administración. "Los ayuntamientos somos el primer punto de atención. La ciudadanía ha estado unos días muy en shock, pasamos muchos nervios, la gente está muy cansada, yo la primera.
Ahora estamos en una fase de reivindicación, de asumir que os ha pasado. Es la mayor catástrofe y nos ha tocado a nosotros", recalca la alcaldesa de Paiporta.
Por su parte, el regidor de Utiel recuerda que lo primero que hicieron fue "socorrer a las personas". En realidad, gracias a la pronta actuación de la mayoría de ellos, por ejemplo cerrando escuelas, se salvaron vidas.
Una vez que la tormenta y las riadas cejaron, lo siguiente fue "evaluar daños". Gabaldón recuerda que "lo primero es recomponer una ciudad que está rota".
Más difícil lo tuvo para ayudar a los suyos el alcalde de Massanassa. Se encontraba en el hospital por una caída en bici. Aún espera una operación de codo. "He estado trabajando en la distancia", reconoce Francisco Comes, que prefiere hablar de sus vecinos.
"Qué hemos hecho para que la gente sufra lo menos posible y tenga las necesidades básicas: organizar alimentación, medicación, llegar a las casas de gente… El Ayuntamiento se ha volcado a hacer todo lo que hemos podido delante de una catástrofe tan grande. Las plantas bajas no queda ni una sin limpiar", reconoce Comes.
Por el momento, todos los alcaldes tratan de ponerse manos a la obra para reconstruir. Como reseña la alcaldesa de Paiporta, "estamos en la fase de reivindicación".
La reconstrucción de los pueblos
Gabaldón reconoce que "en 9 días se le ha dado la vuelta" a la situación en Utiel. Muchas zonas están recompuestas "gracias a todo el trabajo que se ha hecho en común. Los voluntarios, sociedad civil, es un milagro. Tenemos que seguir porque ahora queda socorrer a los 300 o 400 que se han quedado sin vivienda. Después de evitar es ayudar y acompañar".
A él en su pueblo le han agradecido mucho "suspender el centro educativo porque hubiera sido una desgracia aún mayor. Además, él siempre se sintió arropado. "Mientras estás aislado estás solo, pero es porque no pudieron venir".
Tarda poco Gabaldón mirando atrás. "Ahora lo que tenemos que hacer es atender a todo el mundo. Al ciudadano no le digas de quién es competencia. Ayúdame y ya está. Eso es lo que esperan de todas las instituciones. Nosotros lo hemos hecho, los otros deben hacerlo".
Cree que la gente está pasando por distintos "estadios". "Hay siutaciones dramáticas y estamos hablando de vidas. Hay personas que no han muerto, pero han perdido todo", recalca. Por eso insiste en que "hay que echar horas". "Yo estoy agradecido al equipo de gobierno, pero también a todos los que han colaborado, los voluntarios, los agricultores, ganaderos... Todo para retirar todo lo que había en las calles".
Gabaldón no duda cuáles deben ser los siguientes pasos: "Que se atienda a la gente que lo ha perdido todo, que se haga todo correctamente, que se les dé el calor, que demos ejemplo todas las instituciones yluego se verán más cosas. Hay que dar respuesta a todas las personas que nos necesitan".
La localidad que se encuentra en peor situación es la de Paiporta. "Tenemos muchísima gente trabajando, pero lo que nos está diciendo todo el que viene es que no te puedes hacer una idea hasta que vienes. Hay sitios donde ya hay bares abiertos. Aquí no hay ni farmacias. Tenemos todavía, es una ciudad desolada. Queda suciedad, queda barro, intentamos recuperar la luz, tenemos que seguir abasteciendo a la ciudadanía de agua potable, de higiene. Es como si la sociedad hubieses desaparecido y pasa un día y tienes que comer y tienes que beber...".
"Las instituciones se están coordinando para responder", comenta Albalat. "Lo más urgente es quitar todo lo que está en las calles. Hay calles que parecen trincheras, necesitamos que se quite todo eso para no tener un problema de salud pública. Necesitamos que no nos dejen de suministrar alimentos".
Los ayuntamientos han sido el primer punto de atención. Ni en los momentos de mayor crispación ha recibido ella un reproche. "Yo todo lo que me encuentro son muestras de cariño. Te dan ideas, ánimo… Caminas por Paiporta y ves lo difícil que es. Trabajan todos todos los días. Es una ciudad, es un pueblo muy grande".
Albalat recuerda que necesitan "ayuda externa y es difícil". "Los ayuntamientos somos el primer punto de atención, la ciudadanía ha estado unos días muy en shock, pasamos muchos nervios, la gente está muy cansada, yo la primera. Ahora estamos en una fase de reivindicación, de asumir que nos ha pasado. Es la mayor catástrofe de... de... Y nos ha tocado a nosotros".
Albalat pide un "mando único" desde el principio. "Lo que empezamos a reivindicar eran refuerzos".
Por el momento, la reconstrucción de Paiporta va para largo. Por el momento, "ya no hay ni sábados", reconoce una alcaldesa que da las gracias a todos los voluntarios. "No sé ni cuándo vamos a tener las calles limpias. No sé cuándo vamos a tener luz en todos los municipios. Tenemos que volver a poner en marcha los colegios, los negocios, muchos se van a reinventar… Paiporta resurgirá, pero será otra Paiporta".
Otra localidad afectada por la DANA ha sido Massanassa. El pueblo ha estado en boca de muchos también por la ayuda recibida de Vicente Moreno, entrenador de Osasuna nacido allí que acudió a ayudar tan pronto como pudo.
Francisco Comes, alcalde de la localidad, ha tenido que vivirlo todo desde el hospital, con su equipo de Gobierno al frente. "El objetivo es que se pueda transitar y ahora estamos instalando una oficina para que esté a pleno rendimiento con las ayudas a su disposición de los que lo han perdido casi todo", resalta Comes.
Por el momento, "estamos en el punto de que entre hoy y el lunes se estarán tramitando solicitudes. El objetivo es empezar a recuperar sobre todo a las personas. Queda mucho por hacer. Las infraestructuras están destruidas y vamos a necesitar mucha ayuda. Estamos trabajando para que no haya problemas sanitarios y trabajando mucho. Tenemos que levantar otra vez Massanassa. Un abrazo a todos aquellos que han perdido algún familiar y a ver si van apareciendo los desaparecidos".
Sabe que la administración local es la primera piedra de toque de sus conciudadanos, "porque nosotros también somos vecinos y muchos funcionarios están al pie del cañón".
"Yo no voy a criticar a las demás administraciones, ahora tenemos que ir todos a una", recalca Comes antes de elogiar a los municipios: "Es una administración cercana, de unos vecinos más pero no dejamos de tener familiares que lo han perdido todo. Yo veo que la gente reconoce nuestro trabajo y no entiende cómo los servicios de otras administraciones no han llegado desde el minuto cero. Lo que todos los alcaldes haremos es hacer que eso llegue. No hay negocio detrás".
Desde la distancia ha estado trabajando y gestionando para arreglar el Barranco del Poyo. "Esto va a volver a pasar y eso habrá que arreglarlo", insiste antes de finalizar: "Animar a mis vecinos, estaremos hasta el final y no vamos a parar. Mucho ánimo".