Imagina llegar a Dubai y que frente al Burj Khalifa, uno de los rascacielos más grandes del mundo, se eleve una gigantesca e imponente cobra que te mira amenazante. Bueno, hemos dicho Dubai, como bien podríamos haber dicho Tokio, al lado de la Tokyo Skytree; o en Shanghai, cerca de la Shanghai Tower. Sea donde sea, esa cobra quiere alzarse en alguna ciudad asiática y destacar entre tanto rascacielos. Su nombre, la Asian Cobra Tower y su autor, el arquitecto ruso Vasily Klyukin.
“En Japón decirle a alguien que es una serpiente es un cumplido”, explica Vasily Klyukin en su página web. Este arquitecto ruso es el autor de un ambicioso proyecto: el Asian Cobra Tower, un edificio con forma de serpiente que se quiere plantar en una gran ciudad de Oriente Medio. “La serpiente es un símbolo de sabiduría y vida eterna. Esta torre quiere embellecer cualquier ciudad de Asia”, afirma Klyukin.
Una torre que simula una cobra abriendo su boca y sacando colmillos, todo con un chapado dorado y albergando en su interior oficinas y apartamento, así como restaurantes, clubes, discotecas y una terraza en su ‘mandíbula abierta’. Así lo ha explicado el propio arquitecto: “Los turistas, fascinados, mirarían esta inmensa cobra. En su mandíbula incluiríamos una terraza con un restaurante o un club nocturno y su cuerpo podría contener oficinas o apartamentos”.
Igual que las serpientes cambian su piel, Klyukin ha diseñado este rascacielos como un edificio que puede cambiar su color con un sistema de luces que recorre toda su estructura. ¿Veremos pronto la cabeza de una cobra asomándose por alguna ciudad de Asia? De momento queda como un ambicioso (aunque también perturbador) proyecto.