“Bienvenidos al pueblo sin carreteras”, te dirían muchos de los habitantes de Giethoorn, un pueblito al norte de Holanda, en la provincia de Overijssel y formado con no más de 2.600 habitantes. Conocido como la ‘Venecia del Norte ‘ o la ‘Venecia de los Países Bajos’ gracias a las 55 millas de canales que rodean y la atraviesan, esta pequeña villa ¡está libre de coches!
En este pueblo holandés, fundado en 1230, que los niños aprenden antes a remar que a caminar. Incluso son muchos los que tienen su propia barca para ir al colegio. Ni un solo coche para hacer los recados, para desplazarse de un sitio a otro… el medio de transporte más utilizado son las barcas. “Aquí uno no impresiona con un Ferrari”, explica un local. “Sino con una buena y bonita barca”. Y mientras paseas con tu barquita, paras en las casas, restaurantes u museos del pueblo, como si de un cuento se tratase.
Pero ¿cuál es la razón por la que en Giethoorn no existen carreteras? Resulta que el pequeño pueblo está bajo el nivel del mar. El suelo es demasiado blando y no soportaría la construcción de carreteras, y mucho menos el tráfico de automóviles. Los canales sirven para moverse por el pueblo, e incluso tienen señales que organizan el tráfico de barcas.