Barbados es una isla de apenas 34 kilómetros de largo y 23 de ancho. Un pedazo de tierra rodeado por más cien kilómetros de playas bañadas por el manso Caribe, en el oeste, y el furioso Océano Atlántico en el este. Todo un alarde de belleza en la superficie y bajo sus playas. Un verdadero tesoro.

Fueron los portugueses quienes, en el siglo XVI, bautizaron a la isla como “O Barbados”, los barbados. El nombre hacía referencia a la gran cantidad de árboles, una especie de higueras, que poseían raíces colgantes semejantes a barbas. Un curioso paisaje de hermosa vegetación, rica tierra, mar espléndido y temperaturas que oscilan entre los 20 y 24 grados en invierno.



Las aguas tranquilas de la isla caribeña permiten disfrutar de una gran variedad de actividades acuáticas como practicar “snorkel” cerca de los arrecifes o avistar barcos hundidos repletos de vida marina. Fondos llenos de corales, esponjas, abanicos de mar, peces león, peces ballesta y encantadoras tortugas que nos acercan a los orígenes de la isla. Un auténtico parque marino muy frecuentado por buceadores. El puerto natural de la Bahía de Carlisle incluye seis zonas para hacer submarinismo entre restos de naufragios, relajarse en la Playa de Brownes y disfrutar en el club náutico. Situada en el suroeste de la isla, Bahía Carlisle, comparte ubicación con la capital.

Casas de madera de colores vivos, grandes balcones y calles estrechas se mezclan con edificios clásicos de la arquitectura colonial británica como la Mutual Life Assurance Society, uno de los edificios más fotografiados de la isla. Entre esos lugares, que narran la historia del país, se encuentra la Guarnición militar de Bridgetown, una fortificación británica declarada Patrimonio de la Humanidad.

El Parlamento de Barbados, de estilo neo-gótico, es uno de los grandes emblemas de la capital, aunque se disputa el protagonismo con la zona del Chamberlain Bridge. El puente giratorio, ubicado en el centro de Bridgetown, se transformó en puente levadizo, aunque algunas de las piezas originales aún existen. Al lado del puente se encuentra el Arco de la Independencia, el monumento que conmemora la independencia de la isla de la metrópoli británica. La zona del Puente de Chamberlain es un paseo marítimo de madera rebosante de tiendas y restaurantes que aportan mayor encanto a la zona más concurrida de Barbados.

La iglesia anglicana tiene su máximo exponente en la Catedral de San Miguel. Destruida por varios huracanes en los siglos XVIII y XIX fue la primera iglesia parroquial de la colonia británica y posee el órgano de tubos más grande del Caribe.

Sus cuevas y grutas lo convirtieron un uno de los refugios preferidos por los piratas. Una buena parte del encanto de Barbados se oculta bajo el suelo. Adentrarse en sus entrañas es explorar un magnífico territorio formado por preciosos corales y misteriosas grutas. La Cueva de Harrison es una formación rocosa, de cerca de siete mil años, surgida de la erosión natural causada por el agua. El recorrido es accesible gracias a un pequeño tren eléctrico que se adentra en la tierra, en algunos tramos a más de cincuenta metros de profundidad. Increíbles grutas, pobladas por estalactitas y estalagmitas, por las que corre el agua de la que se surten los habitantes de la isla.

Arquitectura colonial y costumbres británicas caracterizan un territorio poblado, en un noventa por ciento, por descendientes de esclavos africanos. Aquellas antiguas plantaciones de caña son el origen del ron más antiguo del mundo, y también el de mejor calidad. Las condiciones naturales de la isla caribeña, la brisa, el sol, sus suelos de piedra caliza coralina y la total pureza del agua, proporcionaron, y continúan proporcionando, las condiciones idóneas para el cultivo de la caña de azúcar y la elaboración del ron. Mucho antes de que la bebida espirituosa se convirtiera en el insigne producto de este hermoso país ya era perfectamente conocido y consumido. Se denominaba “Mata Diablo” por su aroma, sabor y, evidentemente, por su contenido alcohólico. La destilería de ron más antigua del planeta es Mount Gay Rum y comenzó a destilar la bebida en 1703. Actualmente continúa en funcionamiento, ofrece visitas y catas del magnífico ron caribeño.

El contraste a la calma del mar Caribe se encuentra en la parte norte de la isla. El Océano Atlántico golpea con rabia la costa más agreste y ofrece un espectáculo lleno de fuerza y bravura en los acantilados de North Point. Barbados es esa mítica isla, bañada por dos mares, que sigue protegiendo espléndidos tesoros.

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