Que el turismo es uno de los motores de la economía española es un hecho. Antes de la pandemia, su peso en el PIB nacional suponía el 12,4%, según el INE. La irrupción de la covid-19 rebajó esa cifra hasta el 5,5% durante 2020, último año del que ofrece datos el Instituto Nacional de Estadística. Sin embargo, a medida que se ha recuperado la normalidad, también el sector vuelve a coger ritmo, después de haber sido especialmente castigado por el confinamiento y las restricciones.
Pero en este contexto en el que la actividad turística retoma el optimismo, también hay cosas que el episodio de emergencia sanitaria ha cambiado para siempre. La más importante es la apuesta por alternativas turísticas que abogan por ofrecer mayor calidad y, además, que tengan todas las medidas de seguridad e higiene. Parece que la pandemia comienza a quedar atrás pero no así la concienciación en torno a la necesidad de ofrecer todas las garantías desde el punto de vista sanitario. Y eso, a su vez, obliga a un esfuerzo adicional por parte de los establecimientos.
Aunque estas premisas marcan la vuelta a la vida prepandemia en todo el país, hay zonas en las que, dada la importancia del turismo, se ha redoblado el compromiso por redundar en estos estándares de calidad que buscan los clientes actualmente. Es el caso de la Región de Murcia, cuya apuesta por proporcionar a los clientes la mejor experiencia turística, se traduce no solo en una red de alternativas de alojamiento y ocio a la altura sino en la apuesta por convertirse en un polo de atracción para los eventos relacionados con la materia.
Esa ambición se ha materializado esta semana en Cartagena. La ciudad acoge hasta el día 5 de este mes la sexta edición del Congreso Internacional de Calidad Turística organizado por el ICTE (Instituto para la Calidad Turística Española). Se trata de una cita especialmente relevante en el sector, dado que el ICTE es un modelo de referencia en cuanto a colaboración público-privada en la que todos los actores que la conforman (su Junta Directiva está integrada por la Secretaría de Estado de Turismo, las Comunidades Autónomas y la Federación Española de Municipios y Provincias, además de las principales asociaciones del sector turístico español) han aunado fuerzas para alcanzar la excelencia en las infraestructuras y servicios turísticos de todo el país.
Entre sus principales contribuciones al ecosistema del turismo de calidad nacional hay dos que destacan y en las que, además, la Región de Murcia ha conseguido sobresalir: son las marcas Q Calidad Turística y Safe Tourism Certified.
Signos de distinción, prestigio y calidad
La marca Q ya se ha consolidado como uno de los sellos que certifican a las entidades o servicios que se someten al escrutinio de los requisitos técnicos que se solicitan. Se trata de un signo de distinción y prestigio que se ha concebido como una “norma transversal para todos los sectores y destinos”, según el ICTE. Además, exige a los establecimientos un compromiso de mejora continua, siempre pensando en el cliente para proporcionarles la mejor experiencia posible.
Para los visitantes es una garantía pero para los establecimientos las ventajas también se multiplican. Además del beneficio que supone obtener un reconocimiento prestigioso y mayor visibilidad, también supone una mejora en la gestión y eficacia de las actividades que llevan a cabo, la optimización de los recursos y, en definitiva, un argumento adicional para motivar a todo el personal de estas instalaciones.
El éxito de esta certificación ha sido uno de los temas transversales durante el Congreso Internacional de Calidad Turística, en cuya agenda hay programadas ponencias que analizan, desde muy diferentes enfoques, la situación actual y las distintas formas de abordar, promocionar y desarrollar el turismo de calidad en España.
Murcia, compromiso con el turismo de calidad
Para la región murciana, las conclusiones del evento también constituyen un motivo adicional para seguir desarrollando esta apuesta por la excelencia en el sector. De hecho, la comunidad autónoma cerró el año 2021 con 90 entidades destacadas con la Marca Q. Es una cifra que ha ido en constante incremento desde que se instituyó la certificación y que, por otra parte, señalan a Murcia como una de las regiones más implicadas en este ámbito.
De hecho, este crecimiento ha sido incluso galardonado por el ICTE. El organismo concedió el pasado de enero a la Región de Murcia uno de sus prestigiosos Premios Q, con los que el Instituto para la Calidad Turística “reconoce el esfuerzo realizado tanto por instituciones como por personas físicas para impulsar la marca Q de Calidad Turística, el distintivo de calidad del sector turístico en España”. En la gala también han sido galardonados el Instituto de Crédito Oficial (ICO), el ayuntamiento de Calvià (Mallorca) y la cadena RH Hoteles.
Para el presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras, aquel reconocimiento ha supuesto un "impulso para seguir trabajando en el sector" porque es "uno de los mejores avales que tenemos para presentarnos ante los turistas que visitan la mejor tierra del mundo”.
Garantías sanitarias
Otro de los argumentos que ayudaron a la región de Murcia a obtener este reconocimiento fue su aportación al crecimiento de la marca ‘Safe Tourism Certified’, en la que Murcia fue la comunidad autónoma que más certificaciones añadió durante el pasado año. Este sello nació como una respuesta del sector turístico frente a la pandemia, y centra sus esfuerzos en la implantación de un sistema de prevención de riesgos para la salud frente al coronavirus. El ICTE, por encargo de la Secretaría de Estado de Turismo, fue la encargada de configurar el protocolo técnico que marcó la reapertura de los establecimientos turísticos públicos y privados con las máximas garantías sanitarias.
Su popularidad también ha ido in crescendo desde el comienzo de la pandemia, algo lógico porque toda la sociedad ha asumido la necesidad de contratar servicios que salvaguarden su salud. De hecho, esta certificación va encaminada también precisamente a recuperar la confianza de los clientes que, poco a poco, recuperan el ritmo de reservas previo al episodio de emergencia sanitaria.
Contar con expertos en estas materias que analicen este nuevo paradigma que domina el turismo post pandemia en el Congreso es una buena noticia para la región. Y no solo por conocer de primera mano las conclusiones sino por el retorno económico de la organización del evento, que se estima que deja en Cartagena unos 800.000 euros y, especialmente, la de convertirse en la capital turística mundial durante los tres días del evento, en lo que es “una oportunidad única para mostrar al mundo la excelencia turística de Cartagena, su historia, su cultura y su oferta gastronómica”, según Carlos Peñafiel, director general de Competitividad y Calidad Turísticas de la Región de Murcia.