San Sebastián, en el País Vasco, una de las ciudades con más encanto y románticas que podemos encontrar en Europa. se sitúa en un entorno natural privilegiado, en la costa del golfo de Vizcaya y rodeada de montes. Su potencial no solamente radica en su costa y paisaje natural, sino también en la belleza que caracteriza a su centro histórico y la gastronomía que se puede disfrutar en toda la ciudad.
Además, San Sebastián es popularmente conocida por su Festival de Cine. Este año, en este mes de septiembre, se celebra la 70ª edición del Festival Internacional de Cine de San Sebastián. Dejando a un lado este evento que atrae a miles de personas cada año y sitúa a la ciudad en el punto de mira internacional, en las siguientes líneas se desgranan algunas de las mejores cosas que ver y que hacer en la ciudad vasca de San Sebastián.
La mejor época para viajar a San Sebastián, como en todo el País Vasco, es de mayo a octubre, cuando el tiempo es más agradable y hay menos probabilidades de lluvia. Además, el calor no será tan agobiante como en otras partes de España. Su cercanía con Bilbao, a unos 100 kilómetros por carretera, le hacen ser un destino fácil al que llegar por avión con múltiples opciones.
Qué ver en San Sebastián
Probablemente la imagen más conocida de San Sebastián sea la que recoge el paseo marítimo de la Concha, la playa urbana más bonita de Europa y una de las mejores playas del País Vasco. Se presenta como un elegante paseo modernista de más de un kilómetro de longitud que finaliza en el Palacio de Mirarar y que destaca principalmente por su característica barandilla blanca salpicada por más de un centenar de enormes farolas. A lo largo del paseo se encuentran también varios edificios importantes de la ciudad, de la Belle Époque, cuando la familia real española y la alta aristocracia europea veraneaban en Donosti.
El templo religioso más destacado de la ciudad es la Catedral del Buen Pastor, construida a finales del siglo XIX bajo el estilo neogótico y situada al sur de casco viejo. Destaca su torre de 75 metros y su imagen inspirada en la catedral de Colonia, en Alemania. Pasear por sus inmediaciones será muy grato, ya que se encuentra en un barrio que se conoce como el centro romántico debido a su estilo parisino de finales del siglo XIX.
Sin duda, la parte más bella de la ciudad es la parte vieja, situada a pies del Monte Urgull. Está repleta de callejuelas empedradas y es el mejor lugar para disfrutar de una ruta por los mejores bares de pintxos para degustar la fantástica gastronomía vasca. Algunos lugares reseñables son la calle Mayor, la Basílica de Santa María del Coro, la Plaza de la Constitución o la Iglesia de San Vicente.
Para ver el producto fresco de las huertas vascas y del mar Cantábrico conviene acercarse al Mercado de la Bretxa, construido en 1870 con estilo neoclásico y en el que se encuentran más de cuarenta puestos de frutas, verduras, carne, pescado, marisco…
Para contemplar las mejores vistas de San Sebastián hay que subir al Monte Igueldo. El funicular de Igueldo de 1912, siendo el más antiguo del País Vasco y el tercero de España, facilita el camino para llegar a la cima que se encuentra a 180 metros sobre el nivel del mar y donde hay que ver monumentos reseñables como el Hotel Mercure, un Torreón del siglo XVIII y un Parque de Atracciones.Uno de los mejores momentos del día para subir a este lugar es cuando se acerca el atardecer, ya que podrás ver la puesta de sol desde lo alto y con la ciudad iluminada con unos tonos increíbles.
Por último, otro lugar que hay que visitar en este territorio vasco es el Peine del Viento, en la Playa de Ondarreta. Se trata de una obra de Eduardo Chillida y se compone de tres esculturas de acero oxidado.
En este monumento no solamente podrás fotografiar la bella estampa que compone junto al paisaje natural, sino que también se puede escuchar el sonido de la fuerza de las olas y del viento gracias a un sistema de tubos situados debajo del paseo y unos orificios que expulsan chorros de agua. Entre esta playa y la de La Concha hay que reseñar otro lugar como es el Palacio Miramar, un edificio construido a finales del siglo XIX por la reina regente María Cristina como residencia de verano.