En Europa hay populares capitales que atraen cada año a miles y miles de turistas. En
cambio, hay otras que pasan más desapercibidas entre los turistas y quedan en un segundo eslabón a la hora de elegir el destino de viaje. Este es el caso de Riga, capital de Letonia, una de las ciudades europeas más infravaloradas y olvidadas de Europa.
Riga es la ciudad más grande de los Países Bálticos y su centro histórico es famoso por
su arquitectura art nouveau y las construcciones de madera del siglo XIX. Aunque también es una ciudad que destaca por sus edificios modernistas. Sin duda, un auténtico paraíso para descubrir la cultura y el potencial arquitectónico y monumental de este país báltico.
La ciudad está dividida en dos partes por el transcurso del río Daugava, y sorprende
por sus colores, las agujas de campanario y las luces amarillas en la noche. Su
importancia es tal que el centro de la que se conoce como la “Perla del Báltico” ha sido nombrado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
QUÉ VER EN RIGA
La Catedral de Riga, evangélica luterana, presenta una peculiar arquitectura por su ladrillo rojo con una mezcla de estilos, como el romántico, el gótico y el barroco, y es la catedral medieval más grande de los países Bálticos. En su interior se encuentran
preciosas vidrieras pintadas en blanco y un órgano con más de 6500 tuberías. En la
Iglesia de San Pedro merece la pena subir a su alto campanario para ver las vistas
panorámicas de la capital, aunque su fachada e interior no son muy sorprendentes. Otra Catedral importante es la de la Natividad de Riga, templo ortodoxo de la ciudad y construida bajo el Imperio Ruso. Sorprende por su espectacular decoración y por las cúpulas doradas.
El Mercado Central de Riga es uno de los mercados más grandes y espectaculares de Europa. Está protegido por la UNESCO por sus peculiaridades históricas y
arquitectónicas, ya que fue construido en 1930 reutilizando los antiguos hangares
para zepelines usados por el ejército alemán durante la Primera Guerra Mundial. En total eran cinco hangares, que hoy son cinco enormes pabellones, cada uno especializado en la venta de un producto: carne, pescado, frutas, verduras o lácteos, además de ropa o electrónica.
La Plaza Livu tiene su origen cuando varios de sus edificios fueron destruidos durante
la Segunda Guerra Mundial y a su alrededor se encuentran los populares edificios del
Pequeño Gremio o la Casa de los Gatos. La Plaza de la Catedral es la más grande del casco histórico y en ella se encuentra el edificio de la Bolsa que hoy día es el Museo de Arte Riga Bourse o el edificio de la radio de Letonia. La calle Skãrnu es una de las más encantadoras de Riga y está situada entre las Iglesias de San Pedro y San Juan, con casas de colores y una escultura de los Músicos de Bremen.
La característica más distintoria de Riga es su impresionante arquitectura art nouveau, lo que le llevó a ser Patrimonio de la Humanidad. Estos edificios se pueden encontrar mayoritariamente en las calles de Alberta iela y Elizabetes iela, donde cada edificio tiene un estilo propio, con importantes relieves en sus fachadas y detalles muy curiosos como dragones o esfinges. Otros edificios populares en la ciudad son Los Tres Hermanos: tres edificios situados en los números 17, 19 y 21 de la calle Mazã Pils, unidos por el interior pero con una arquitectura propia y particular en el exterior.
El lugar preferido para alejarse del ajetreo de la ciudad es el parque Bastejkalns, un parque lleno de jardines con flores y una gran variedad de esculturas. Por él discurre el Canal de Riga, con tres kilómetros de largo y dieciséis puentes que lo atraviesan. En medio del parque se encuentra el Monumento a la Libertad, un símbolo de la ciudad,que fue construido en 1936 para honrar a los caídos en la guerra de la primeraindependencia de Letonia. Otro importante parque es el Uzvaras Parks, Parque de la Victoria, que presenta un símbolo controvertido: el gigantesco Monumento a la Victoria, erigido por la URSS para conmemorar la victoria sobre los nazis.
Para culminar la visita en la Perla Báltica hay que probar su rica gastronomía, donde unbuen plato siempre llevará huevos, patata, pescado y cereales. El pescado es un
elemento fundamental en su gastronomía, siendo los más consumidos el salmón, la
trucha o los arenques. Como carne destacan la de cerdo y ternera, que se suelen
acompañar de sopas o caldos. Los platos más típicos son la sopa de remolacha, rasols, pirági, sklandrausis o rupjmaize. Como bebidas destacan el Bálsamo Negro de Riga, un licor de hierbas con base en vodka, o el Kvass, un licor de levadura.