En Asturias se encuentra la Cordillera Cantábrica, con los Picos de Europa, uno de los
conjuntos montañosos más fascinantes del panorama nacional. Es aquí donde se puede disfrutar de diferentes rutas senderistas y montañistas, destacando en este momento la Ruta del Cares, o lo que es lo mismo, por la Garganta Divina.
Este inigualable y famoso recorrido comienza en el pueblo asturiano de Poncebos
para entrar en dirección sudeste en la garganta del río Cares, un espectacular
desfiladero de montaña en los Picos de Europa. El recorrido está compuesto de 22 kilómetros (11km de ida) y esta ruta tiene su fin en el pueblo leonés de Caín de
Valdeón, aunque el tramo original del sendero es de 21 kilómetros que conecta los
municipios de Poncebos y Posada de Valdeón, en León. A pesar de que no es un
recorrido técnicamente difícil, no es apto para cualquiera. Para adentrarse en este
camino hay que ser precavido y previsor y hay que llevar un buen equipaje, con
buen calzado, ropa de abrigo e impermeable, aunque sea verano, protección solar,
bebida y comida.
A lo largo de la ruta se podrán apreciar espectaculares escenarios que no dejarán a nadie indiferente gracias al panorama que recrea la profundidad del valle excavado por las verdes y cristalinas aguas del río Cares. Paisajes de roca, árboles en lugares imposibles, riscos prácticamente inaccesibles y mucho más es lo que le espera al senderista que se anima a disfrutar de esta zona… Como último consejo para aquellos que se adentren en la ruta, es mejor realizar la ruta a paso tranquilo y realizando paradas para admirar bien cada entorno, además de para asegurarse bien de los posibles peligros.
Qué saber de la Ruta del Cares
El desfiladero del río Cares marca la división entre el Macizo Occidental de los Picos de Europa y el Macizo Central. Cabe recordar que los Picos de Europa son el primer Parque Nacional declarado en España junto con el de Ordesa y Monte Perdido, allá por 1918.
Probablemente, el tramo más difícil sea el primero, desde el puente la Jaya hasta los
Collados, el punto más alto de la ruta. Se trata de un tramo de subida de
aproximadamente 2,5 kilómetros, en el que además de la pendiente, hay piedras sueltas que pueden incomodar la caminata. Los expertos insisten en que hay que tomarse este periodo con calma, sobre todo para aquellos casos que no estén acostumbrados, para poder afrontar bien el resto de recorrido. A lo largo de la subida se podrán ver varias casas abandonadas y cabras salvajes, siendo posible ver a estas últimas a lo largo de toda la ruta. Una vez llegados a los Collados, se podrá aprender sobre el proceso de construcción de la central hidroeléctrica.
Siguiendo la ruta, desde los Collados se inicia un segundo tramo muy diferente al
anterior: prácticamente sin desnivel, llegando incluso a tener unos metros de ligero
descenso. Se ofrecerán paisajes espectaculares gracias a que se pasará muy cerca de cascadas y tallados sobre la roca. A medida que se avanza en kilómetros, las vistas del desfiladero se van convirtiendo en más espectaculares debido a que se va ganando altura respecto al río.
En el tercer tramo se cruzará por primera vez el curso del río. Esta parte del camino
tiene su inicio en Puente Bolín para seguir la senda por un estrecho sendero hasta
volver a cruzar de nuevo el río en el Puente de los Rebecos, lugar desde donde se
realiza una de las fotografías más características de la ruta del Cares. Para muchos, el
último tramo es el más bello, pasando por un sorprendente túnel excavado en la roca.
Además, a medida que se va llegando al destino final, el desfiladero se va ensanchando y en el río se forman pozas donde se puede disfrutar de un baño.
Tanto en Poncebos como en Caín de Valdeón hay varias casas rurales ideales para
descansar y disfrutar de unos días en plena naturaleza. Ambos son pueblos muy
pequeños, con pocos habitantes, pero rodeados de un paraje natural espectacular. En
Caín destaca la pequeña iglesia de la aldea, la Iglesia de Nuestra Señora de la Corona, una ejemplo del arte tradicional montañés y que cada 8 de septiembre celebra sus fiestas patronales. En los mismos parajes se encuentran otras poblaciones destacadas, como Posada de Valdeón, con la Iglesia de Santa Eulalia con pinturas al fresco que datan del siglo XVI, o Santa Marina de Valdeón.
También existe la posibilidad de realizar otros paseos por bosques de la zona o
ascensiones a las cumbres de los Picos de Europa, como el mirador del Tombo o del Puerto de Panderruedas, así como las ascensiones al pico Gildar o al Pico Cebolleda, entre otras muchas opciones.
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