Entre India y China, Nepal es un país ideal para los amantes del trekking, rafting o de los safaris, así como de la cultura. Cuenta con las cumbres más altas del planeta, los valles que presentan unos ríos magníficos para recorrer y unos parques nacionales de ambiente subtropical que permiten experiencias de safaris entre tigres, rinocerontes y gaviales. A su vez, cuenta con un rico patrimonio cultural, caracterizado por la gran variedad de etnias, religiones y lenguas que conforman la sociedad nepalí.
El país de los Himalayas atrae tanto a los amantes de la naturaleza, como de la cultura o de la aventura. La cordillera del Himalaya es el principal objetivo de los montañeros más ávidos y es Nepal quien ofrece las rutas más accesibles e icónicas para descubrirlo, con increíbles senderos que llevan al Everest y al Annapurna, dos de los 14 ocho miles del mundo. En las profundas gargantas que alberga la cordillera también se puede practicar barranquismo, escalada, parapente, ciclismo de montaña o kayak, todo ello envuelto entre uno de los paisajes más espectaculares del mundo.
Al pie de las escarpadas montañas, en Nepal se pueden encontrar parajes completamente distintos al que ofrecen las alturas de la cordillera del Himalaya. Cuenta con parques nacionales con una abundante fauna y flora salvaje, por eso¡ Nepal es uno de los principales destinos para hacer safaris y disfrutar del avistamiento de tigres, rinocerontes, cocodrilos, aves exóticas…
[Un viaje por la historia, y por los elementos patrimoniales y culturales de los vikingos]
Destacan el Parque Nacional de Chitwan, uno de los mejores lugares de Asia para observar la fauna salvaje, además de poder visitar pequeños pueblos de etnias locales donde la vida transcurre a un ritmo lento y tranquilo; y la Reserva Natural de Koshi Tappu, con una altitud entre los 75 y 81 metros que se compone de extensas marismas, cañaverales y pantanos de agua dulce.
Dejando la naturaleza a un lado, conviene disfrutar de la gran oferta cultural que ofrece Nepal. Katmandú es la capital, situada a unos 1.400 metros sobre el nivel del mar. Es un verdadero hervidero de personas que se mezclan con el caótico tráfico y las vacas sagradas, su centro histórico es un como un museo arquitectónico al aire libre, dotado de templos medievales, pagodas, pabellones y capillas.
La Plaza Durbar ha sido nombrada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y es el corazón sagrado de la ciudad, donde se celebran festivales espectaculares. En el valle del Katmandú se encuentra la mayor densidad de lugares Patrimonio Mundial del mundo. Bhaktapur es una de las ciudades históricas mejor conservadas y destaca por sus templos, pagodas y estanques ornamentados.
Los edificios de ladrillo rojo situados entre calles serpenteantes que llegan a plazas donde la principal actividad es secar grano y modelar cerámica es su mayor encanto. Por su parte, Lumbini es el principal destino de peregrinaje ya que es el lugar de nacimiento de Buda y en los alrededores se pueden visitar la gran colección de templos construidos por las naciones budistas vecinas.
Otro lugar importante de peregrinaje es Swayambhunath, donde se encuentra la impresionante cúpula encalada que supone uno de los santuarios budistas más sagrados del país. Hay una mezcolanza ecléctica de banderas de oración, estatuas de Buda y capillas tibetanas, lugar ideal para vivir la experiencia y los ritos de oración típicos de la zona.
Pokhara es la segunda ciudad turística más grande de Nepal y aunque no cuenta con una oferta cultural tan grande como la de la capital, su encanto se encuentra en las increíbles vistas del Machapuchare y el Annapurna, además de las tranquilas aguas del Phewa Tal. Recorrer los patios budistas interconectados y los templos de Patan es otra imprescindible en el viaje a Nepal, así como pasear por sus callejones y visitar el Museo de Patan, considerado como el mejor del país.
Hay quien asegura que se visita Nepal por sus montañas, pero se regresa por su gente. Se consideran personas muy hospitalarias, amables y respetuosas, pero este no es el único atractivo, ya que su gastronomía es un plato fuerte de su cultura, que guarda grandes similitudes con la comida india. Destacan el Dal Bhat, elaborado con arroz blanco, verduras, especias y salsas preparadas a base de lentejas; Thenthuk, una especie de sopa de fideos; Tsampa, papilla de harina de cebada típica en las regiones cercanas a la cordillera del Himalaya; y Momos, saquitos de pasta rellenos de carne.
Más información en: infoviajes.contacto@gmail.com