Playa, sol y la temible arena. Para muchos, la engorrosa arena es la principal razón por la que se prefiere la montaña a la playa. E incluso a quien le encanta la costa, admite que es casi una tarea imposible lidiar con la arena que acaba en los zapatos, las toallas, los bolsos o el pelo. Pero, por fortuna, hay algunos trucos que pueden ayudarnos a evitar que no llegue ni un grano de arena al coche o a casa.
Lo primero que hay que preguntarse es: ¿por qué se nos pega la arena? Según un artículo de Popular Science, la arena es hidrófila, lo que significa que atrae el agua. El aire de las playas, como se puede deducir por estar junto a la mayor fuente de agua del planeta, tienden a estar cargadas de humedad, facilitando que la arena se pegue.
El agua forma unos pequeños puentes entre los granos y lo que se denomina tensión superficial —una propiedad de una superficie líquida que se manifiesta al actuar como si fuera una membrana elástica estirada— actúa como una banda elástica entre los granos.
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Pero la arena no solo se humedece por estar en un entorno con agua, también lo hace con el sudor de los bañistas. El protector solar también contribuye a pegar los granos de arena. Por eso, conviene mantener tus objetos personales lo más secos posible, porque si no se le pegará arena inevitablemente.
Cuando se seca, la arena que se ha podido acomodar en las pequeñas grietas y pliegues del cuerpo, como los dedos, las axilas o las orejas, tienden a caerse. Y todo el mundo conoce lo molesto que es que lo hagan en el coche o en casa.
Usar la ducha de la playa
El mejor método para reducir la cantidad de arena que se pega en el cuerpo es darse una ducha antes de abandonarla. Muchas playas tienen playas públicas de uso libre para los bañistas. Lávate la arena de los pies y el cuerpo, sécate y ponte rápidamente los zapatos para no coger más granos de arena.
Y si estás en una cala o lago rocoso, aclararte con agua limpia también es útil para eliminar cualquier contaminante que pueda haber. Además, así evitarás posibles irritaciones cutáneas.
Pero, si el agua es la que hace que se pegue la arena en un primer lugar, ¿por qué echarse más agua es efectivo? La explicación es que demasiada agua rompe el puente o banda elástica que se ha formado, haciendo que la arena se separe y mueva libremente.
Échate talco para bebés para eliminar la humedad (y la arena también se irá)
El talco para bebés es una sustancia más hidrófila que la arena. Por lo que absorberá la humedad que hace que la arena se adhiera a nuestra piel. La arena se secará y aflojará y será mucho más fácil desprenderse de ella. Cuando te la apliques, notarás que, como si fuera por arte de magia, se seca casi por completo. Para retirarla puede usar un cepillo, una toalla limpia, un paño, e incluso un pincel.
Para aprovechar al máximo este truco. Puedes echarte talco en las manos antes de comer para evitar masticar los crujientes granos de arena.
Utiliza suavizante en tus toallas de playa
No existen las toallas impermeables. Pero se puede minimizar la cantidad de arena que se pega en las toallas utilizando suavizante. Este producto es hidrofóbico, repele agua. Y, de la misma forma, también evita la arena húmeda.
Es importante advertir que el suavizante funciona como medida para prevenir. Luego, a la hora de lavarla tras haber disfrutado del sol y la playa, conviene no utilizar este producto, ya que lo que hace es crear recubrir las prendas de una pequeña película. Solo con el detergente se eliminará la arena efectivamente.
Llevar calzado apto para la arena y el agua
El peor calzado que puedes llevar a la playa son las zapatillas. Es de sentido común. Al tener muchos pliegues y ser sensibles al agua y la humedad, es más fácil que se llenan de arena.
En cambio, los zapatos abiertos, como las chanclas o las sandalias, y los escarpines, son perfectos para la playa. Permiten que la arena vuelva al suelo en vez de pegarse a los pies. Además, puedes lavarlos al mismo tiempo que te duchas para desprenderte de la arena que se ha pegado a la piel.
Evita los envases metálicos de bebidas
La nevera portátil es un clásico de los días de playa. Pero si sacas una lata de refresco, agua mineral o cerveza en un día caluroso, es posible que se llene de arena por el agua de rocío que se forma alrededor del envase de la bebida. Si quieres evitarlo, puedes llevar vasos de plástico o recubrir los envases con una funda de espuma.