Para los amantes de la astronomía, pero también para los supersticiosos, las perseidas son una de las lluvias de estrellas más esperadas del año. Este fenómeno anual se produce durante los meses de julio y agosto.

La lluvia de Perseidas también es conocida como "Lágrimas de San Lorenzo" en honor al santo al que se rinde homenaje cada 10 de agosto. A pesar de que este fenómeno está presente durante dos meses de verano, será este fin de semana, la noche del 12 al 13 de agosto, cuando tenga su pico máximo.

Podrás disfrutar de ella desde cualquier parte, pero lo ideal siempre es alejarse un poco de la ciudad e ir a un sitio con poca contaminación lumínica. Una vez encontremos nuestro sitio alejado de lo urbano, podremos deleitarnos con esta lluvia y lo más importante, estar pendientes para pedir nuestros deseos.

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Porque aparte de buscar una posición cómoda, protagonizar una cita romántica e intentar hacer alguna foto decente, lo primero en lo que pensamos todos cuando vemos una estrella fugaz es, siempre, lo mismo: pedir un deseo.

Pero ¿Por qué se piden deseos a las estrellas fugaces? Es tan complicado presenciar uno de estos meteoros que cuando alguien asegura haber visto uno debe pedir inmediatamente un deseo, ya que aquí entra la siguiente dificultad: pedirlo a tiempo.

Si se te escapan todas las que ves, no te preocupes porque aquí te dejamos nuestros rituales de confianza para atraer a la suerte y que todos tus deseos se cumplan durante este fenómeno.

Papel y boli

Uno de los rituales más famosos se basa en dibujar en un folio una estrella fugaz, acto seguido debemos escribir en su cola aquello que deseamos que se cumpla.

Una vez tengamos nuestro dibujo con nuestro deseo, debemos guardarlo en un sobre y mirar al cielo con ello entre nuestras manos, centrándonos en lo que hemos escrito y atrayendo así toda la energía positiva hacia nuestro afán.

Podemos dibujar tantas estrellas como deseos tengamos, una vez hayamos manifestado que nuestro deseo se cumpla, debemos guardar el sobre en el que está escrito muy bien para que nadie pueda llegar a él.

Ahora simplemente queda esperar a que el universo se ponga de tu parte y cumpla aquello que hayas escrito. O hasta la próxima lluvia de estrellas, momento en el que podrás renovar el ritual.

Ritual del amuleto energético

Las perseidas traen con ellas una energía que es muy importante aprovechar, ya que puede permitir crear amuletos. Elige aquello que quieras que te traiga suerte por un periodo de tiempo, en este caso te recomendamos que escojas una piedra para hacerlo ya bien porque se asocie a tu signo del zodiaco o una que sepas que funciona.

En cuanto llegue la mañana del 12 de agosto, coloca la piedra en una ventana o en un balcón y déjala toda la noche para que se empape de toda la energía que traen estos meteoros.

Otra opción similar consiste en usar un imán para atraer esta energía y colocar junto a él un objeto que nos acompañe diariamente y con el cual tengamos una conexión especial para que así pueda recibir esa energía que atraiga el imán.

Coloca los dos objetos en un mismo recipiente y sigue el mismo procedimiento: déjalos en la ventana durante la noche de la lluvia de estrellas.

Limpieza energética del hogar

Si alguna vez hemos buscado cómo eliminar toda la energía negativa de nuestro hogar, la lluvia de perseidas es el momento perfecto. Para ello necesitamos mezclar en un recipiente un poco de sal con agua purificada. Cuando caiga el sol, salpica todas las habitaciones de tu casa con la mezcla que has hecho anteriormente.

Termina en la puerta de salida y no te olvides de ningún espacio. Si durante ese proceso te centras en un deseo que quieres que se cumpla, también puede ser efectivo.

Es muy importante afrontar todos estos rituales con la misma energía que queremos atraer, una energía positiva. Sobre todo teniendo en cuenta que a partir de septiembre y este año, posiblemente desde finales de agosto, comenzará un Mercurio Retrógrado que intentará apagar toda esa energía positiva.

Hasta que eso llegue, céntrate en saber qué deseo pedir y de, no solo tener energía positiva, sino también rodearte de toda ella.