Dormir es un hábito que, literalmente, necesitamos para vivir. Un buen descanso se nota en la actitud de una persona, en su forma de enfrentarse al día y si el descanso es efectivo durante días prolongados, la diferencia no solo la notarás tú sino también las personas de tu alrededor.
Los ronquidos se producen cuando algo impide que el aire fluya a través de tu boca y tu nariz, es un hábito muy común y con el que viven miles de personas. Generalmente, los ronquidos solo son molestos, pero hay veces que pueden ser una señal de un trastorno del sueño.
La apnea del sueño, es un trastorno grave en el que la respiración se detiene y vuelve a comenzar repetidas veces. Si tus ronquidos son muy sonoros y sientes que no descansas, incluso aun durmiendo toda una noche seguida, es importante acudir a un médico.
La mayoría de las veces, los ronquidos tienen unos factores que los ocasionan, es fundamental si quieres suavizar o hacer que este hábito tenga fin, reconocer estas causas.
Causas de los ronquidos
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Sobrepeso
Multitud de estudios han relacionado la obesidad con trastornos respiratorios del sueño, tanto en niños como en adultos. Según los expertos, adelgazar puede ayudarte a reducir el tejido que recubre tu garganta y que estrecha tus vías respiratorias, lo cual empeora tus ronquidos.
Bajar de peso es un hábito que puede mejorar a tu descanso, reduciendo tus ronquidos y ayudándote también en otros aspectos.
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Tabique torcido o desviado
En algunos casos, el tabique nasal desviado puede contribuir a la aparición de estos ronquidos, así como a la aparición de la apnea del sueño. Un tabique torcido provoca una obstrucción en las vías respiratorias y produce, entre otras cosas, este ruido nocturno.
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Embarazo
Los ronquidos son uno de los síntomas más comunes en las embarazadas, a medida que este embarazo avanza estos ronquidos pueden ir a peor. A pesar de ello, este síntoma debería desaparecer una vez se dé a luz.
Además de las ya nombradas, otras de las causas que pueden empeorar estos ronquidos o hacer que estos no desaparezcan son tales como: pólipos nasales, resfriados o alergias o inflamación de las amígdalas, entre otras.
Trucos para no roncar
Cuando tus ronquidos no son ningún problema de salud grave o no tienen ninguna causa específica, existen algunos trucos sencillos y hábitos que han demostrado que pueden ayudarte a suavizar los ronquidos y, como consecuencia, a dormir mejor por las noches.
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Duerme de lado
Tu posición por la noche puede contribuir a que se dé este suceso y es que dormir boca arriba aumenta los ronquidos. Es aconsejable dormir de costado, además de ser una de las posturas más recomendadas a la hora de acostarse.
Si necesitas un truco para dormir de costado puedes coser una pelota de tenis en la parte posterior de tu pijama, una vez te voltees la presencia de la pelota te ayudará a recordar que tienes que volver a tu posición inicial.
También puedes utilizar almohadas corporales o cervicales si la costura no es tu mayor fuerte o si no quieres dormir con una pelota de tenis pegada al cuerpo.
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Evita el alcohol y los sedantes
La ingesta de alcohol favorece la aparición del ronquido, sobre todo si lo has tomado antes de acostarte. Esta bebida relaja los músculos y disminuye las defensas naturales que evitan que se te obstruyan las vías respiratorias.
En esta misma línea, algunos relajantes musculares, tranquilizantes o antihistamínicos también pueden estar empeorando tus ronquidos. Evitar estos hábitos antes de dormir o hacerlo en justas medidas puede favorecer a suavizar tus ronquidos.
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Deja de fumar
Fumar, así como dañar muchos órganos de tu cuerpo, también irrita las vías respiratorias y perjudica a los pulmones, lo que puede provocar la disminución del oxígeno por las noches y perjudicar el proceso de roncar.
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Usa un humidificador
Un dispositivo que agregue humedad al aire puede beneficiar no solo este hábito, sino muchos más en tu rutina diaria. Esta humedad favorecerá a la sequedad en tu garganta y en tus fosas nasales, disminuyendo de tal manera la intensidad de tus ronquidos.
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Eleva ligeramente la cabeza
Elevar la cabeza puede facilitar en gran medida tu respiración, con un par de almohadas puedes hacerlo y buscar la posición en la que te encuentres más cómodo pero más elevado de lo usual.
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Dilatadores y otros
Respirar por la nariz es uno de los mayores trucos para no roncar, pero en el caso de que tu vía aérea sea muy pequeña y tengas dificultades a la hora de respirar por ella, un dilatador nasal abrirá tus fosas nasales y permitirá que haya un mejor flujo del aire.
Si prefieres no utilizar un dilatador y consideras que tu respiración por la nariz es adecuada, existen cintas o tiras para cubrir tu boca y únicamente utilizar las vías nasales.
Con estos trucos tan simples y que puedes añadir en tu rutina tan pronto como llegue tu hora de sueño lograrás reducir tus ronquidos de manera considerable, un hábito que no solo agradecerás tú a la hora de descansar sino también las personas que duerman cerca de ti.