Aunque estamos algo lejos de San Valentín, hay algo que suele decirse por esas fechas y es que el amor no solo se demuestra una vez, sino todos los días del año: con gestos de cariño, con regalos inesperados.. Y también, de paso, con escapadas por lugares que nos sumergen en una atmósfera llena de romanticismo y que nos hacen sentir como si estuviéramos en un cuento de hadas.
Ronda es uno de esos lugares en los que parece que los mitos y las leyendas se hacen realidad conforme uno va paseando por sus rincones. La ciudad se ha convertido en uno de los destinos favoritos de Andalucía y no han sido pocas las ocasiones en las que ha sido declarada una de las más bonitas de nuestra geografía nacional.
La ciudad se ubica en lo alto de un impresionante desfiladero conocido como el Tajo de Ronda, un enclave que proporciona unas vistas panorámicas espectaculares. El entorno natural, con acantilados y el río Guadalevín serpenteando abajo, crea un escenario impresionante y romántico al que pocos pueden resistirse.
Es la ciudad de las vistas imponentes, la de los puestos decorados con cuero y la que se divide en dos, en la ciudad vieja y la nueva, unidas por el colosal Puente Nuevo (que en realidad no lo es tanto, ya que su construcción data entre 1751 y 1793).
Desde su pasado celta hasta hoy, la ciudad ha recibido varios nombres: su nomenclatura oficial llegó con los Reyes Católicos, pero antes también fue conocida como Arunda, Izna-Rand-Onda o Madinat Runda. Actualmente, esta localidad enclavada en la serranía malagueña es conocida por sus miradores y casas señoriales con cientos de años de historia sobre sus muros.
La ciudad es un destino perfecto para públicos de todo tipo, pero a quienes más fascina es a los amantes de la historia y a las parejas que se escapan por una tarde para visitar la ciudad y pasar un día agradable rodeados de naturaleza.
Una ciudad llena de cultura
Más allá de sus pintorescos paisajes y su ambiente acogedor, Ronda conecta su pasado con el de algunos de los personajes más célebres de la cultura internacional. Uno de ellos es el escritor estadounidense Ernest Hemingway, que hace 90 años visitó la ciudad soñada y quedó prendado por su encanto.
El autor era un gran enamorado de España, algo que no tuvo problema en demostrar escribiendo sobre ella en su famosísima Fiesta, considerada una de las primeras obras importantes del novelista y ambientada en la Pamplona de entreguerras. En cualquier caso, no fue allí, sino algo más al sur, donde Hemingway encontró su fuente de mayor inspiración en el país. En 1930, el autor visitó Ronda por primera vez, y quedó tan maravillado por esta que la describió en su obra Muerte en la tarde.
No fue la única ocasión en la que a Ronda se le dio esa proyección internacional, ni en los libros ni tampoco en el cine. Orson Welles fue otro amante declarado de la localidad, y su vinculación con ella llega hasta tal punto que sus cenizas hoy reposan en la ciudad del Tajo. ¿Dónde? Por insólito que parezca, en la finca de la familia Rivera Ordóñez.
Así lo confirmó Fran Rivera en una entrevista, en la que contó que los restos del padre de Ciudadano Kane (1941) reposan en el jardín de la casa familiar, tal y como este pidió antes de morir en 1985.
Un destino excepcional
Ronda también es conocida por su rica tradición culinaria. Sus bodegas ofrecen vinos locales que pueden ser degustados en la intimidad de acogedores restaurantes con vistas panorámicas. La gastronomía andaluza, con platos como el salmorejo y el rabo de toro, también deleitan a los paladares más exigentes.
Lo mejor es que es una ciudad que no exige hacer grandes gastos, ya que en ella se puede hacer una ruta de tapas por restaurantes y bares como Las Maravillas o La taberna del Socorro.
Esta ciudad también es un centro cultural vibrante, con numerosos museos y festivales que pueden disfrutarse en pareja, con familia o amigos. Quienes la visitan pueden entrar en el Museo Lara, que alberga una colección fascinante de arte y objetos históricos, o, si llegan en las fechas adecuadas, sumergirse en la espectacular Semana Santa de Ronda.