¿Sabes por qué las ventanas de los aviones son redondas? Esta es la sobrecogedora razón

El lado de la ventana en el avión es una ubicación privilegiada por la que muchas personas incluso pagan más a la hora de reservar su billete. Lo curioso de todo esto es que ninguna de ellas se pregunta el motivo de la forma de estos ansiados elementos, que no tienen esta estructura por estética, sino por un motivo de seguridad.

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Existen características en muchos vehículos que funcionan como simple estética, la forma en algunos de ellos o las llantas de colores en el caso de los coches, sin embargo, hay otros que cuentan con historias detrás.

En el mundo de la aviación encontramos muchos detalles y curiosidades a tener en cuenta, que convierten al avión en uno de los vehículos más seguros del mundo. En su estructura, ha habido diversos cambios para prometer y garantizar la seguridad a sus pasajeros.

Hace más de 70 años los aviones tenían las ventanas con forma cuadrada, tal y como tienen todos los medios de transporte terrestres. Sin embargo, en los años 50 sucedieron dos accidentes que obligaron a los expertos a cambiar la forma de estos elementos.

La historia del cambio

Así como en otros inventos a lo largo de la historia, hasta que no ha ocurrido un accidente no se han dado cuenta de que algo estaba fallando. Esto fue lo que pasó con la forma redonda de las ventanas de los aviones, cuya razón está sujeta a una tragedia.

En 1945, el avión que partía de la ciudad italiana de Roma hacia Londres, en Reino Unido, con 35 personas en su interior, sufrió una explosión mortal en el aire. Algunos restos del vehículo cayeron en pleno mar Mediterráneo.

Meses después, en un vuelo de Inglaterra a Sudáfrica, ocurrió un caso similar que obligó al diario británico The Telegraph a investigar al respecto. No tardaron en darse cuenta de que ambos accidentes tuvieron la misma causa: las ventanas cuadradas de aquel entonces provocaban una tensión en el metal del marco.

Esta presión provocó que los dos aviones se desintegrasen en el aire. Las investigaciones posteriores revelaron que los bordes afilados y los ángulos de las ventanas cuadradas no podían soportar la presión del aire que sufre el avión en altitudes elevadas.

Una solución

Para abordar el problema que ocasionaban las ventanas cuadradas y las condiciones que habían provocado dos terribles accidentes, se llegó a la solución de cambiar la forma de las ventanas para que estas fuesen redondas u ovaladas.

La nueva forma redonda no daba la opción de esquinas afiladas que supusiesen puntos de tensión y además, eran mucho más resistentes a la presión del aire, ya que conseguían que se distribuyese de forma uniforme por toda la superficie de la ventana.

A partir de este cambio, la integridad estructural del avión se ha mantenido intacta, lo cual es esencial para garantizar la seguridad de los pasajeros y la tripulación.

Tal y como todos los inventos hasta la fecha, estos elementos han ido evolucionando con el paso del tiempo. Las ventanas redondas también han visto una evolución y han incorporado múltiples capas de vidrio y revestimiento que ayudan no solo a aislar el ruido y la temperatura exterior, sino también a dotar estos elementos de una mayor resistencia y seguridad.